¡Misión cumplida!

Rolando Tellería A.*ROLANDOKBien es cierto que – aunque no para todos – que el accionar y desempeño del Tribunal Supremo Electoral (TSE) en el ciclo del Estado Plurinacional no depende de las personas, es decir, de sus miembros: los vocales. La conducta de todos ellos está supeditada a la voluntad y las estrategias político-electorales de quienes los designan: el presidente Morales y el MAS.Los salientes, seis de ellos, fueron designados por dos tercios de votos  en Asamblea Legislativa, absolutamente controlada por el oficialismo, en virtud al 64,2% de la votación que obtuvo el MAS en las elecciones generales del 2009, lo que le redituó una inédita acumulación de poder con 88 escaños de 130 en la Cámara Baja y 26 curules de 36 en la Cámara de Senadores. El séptimo, de acuerdo con lo que establece la nueva Constitución, es elegido por el Presidente del Estado.De ahí la inevitable procedencia azul de todos los vocales del  TSE y la correspondiente sumisión política. Con ese magnífico escenario, desde el oficialismo, se diseñó e implementó una fenomenal ingeniería de reproducción del poder. Primero, para las elecciones generales del 2014. Inmediatamente después,  para las subnacionales.En las nacionales, su principal misión, quizá la más importante – en la perspectiva de crear  la posibilidad de la re-re-reelección – fue la de garantizar nuevamente los dos tercios en la Asamblea Legislativa. Para ese trascendental propósito, en una ingeniería de alto nivel, activaron varios mecanismos, como la reducción de la propaganda electoral de 60 a 30 días, la reducción de escaños uninominales en ciudades donde históricamente se concentra el voto opositor, y la apropiación de dos curules obtenidos por el MSM y el PVB.Todo fríamente calculado para alcanzar cómodamente la meta de los dos tercios, pues un resultado extraño a ese parámetro colocaba en riesgo la estrategia de reproducción del poder para que «el proceso de cambio, como en China, dure toda la vida”.Luego, la obsesión hegemónica se trasladó al escenario subnacional. Para eliminar exprofesamente a candidatas y candidatos, opositores y disidentes  con enorme potencial ganador, los miembros del TSE promulgaron la inconstitucional circular 071/2014. Todo indica que el texto de la tan cuestionada circular fue remitido desde la sede oficial de los «demonios azules”. Obedientes los vocales, la suscribieron y procedieron con su divulgación oficial, con un  libreto previamente concebido.Acto seguido, preparan la toma de la Gobernación del departamento de Beni, eliminado al potencial candidato ganador, Ernesto Suárez y toda su agrupación política de la contienda electoral. Objetivo que culmina con el forzado triunfo, en segunda vuelta, de su candidato Alex Ferrier, por 789 votos, en medio de denuncias de fraude, mesas observadas y sospechosos cuartos intermedios en el conteo de votos.Mañosamente, con decisiones arbitrarias, contribuyen también a la toma de la Gobernación de Chuquisaca, cuando el Tribunal Electoral de ese departamento, favorece al candidato oficialista, evitando la cantada segunda vuelta, al declarar como votos no validos los obtenidos por el FRI.Ahora bien, habiendo cumplido con creces su misión política, los miembros renunciantes del TSE, con el desgaste político que significo su actuación, son absolutamente prescindibles. Una vez usados, como un limón exprimido, se convierten en materia descartable y pueden ser echados con «ignominia”, desde el oficialismo con «drama” incluido.La línea de las declaraciones públicas del Presidente, Vicepresidente, Presidente del Senado y Presidenta de Diputados dejan entrever la remoción total de los miembros del TSE. Los nuevos – como ya lo anunciaron – serán elegidos bajo los mismos mecanismos de los renunciantes: en el marco de sus dos tercios «truchos”, relación de poder que le otorga la posibilidad también de abrir la Constitución para la reelección indefinida, cuya campaña ya está en marcha. De modo que nada, en el fondo, cambiara, sólo será un mero cambio de fichas.*Profesor de la carrera de Ciencia Política de la Universidad Mayor de San SimónPágina Siete – La Paz