Hace unos días, cuando por enésima vez le preguntaron al ministro de Economía Luis Arce sobre los riesgos que enfrenta Bolivia ante la caída de los precios, repitió nuevamente la cantaleta de las reservas y dijo también que depositaba toda su confianza en la recuperación de la economía China, cuyos conductores habían decidido devaluar la moneda local para incentivar las compras de productos chinos en todo el mundo.
Eso, dijo el ministro, va a ayudar a Bolivia, pues al reactivarse el gigante asiático crecerán las ventas de nuestras materias primas. En primer lugar hay que decir que la caída china es una realidad que se veía venir hace años y que se confirmó el 2014 cuando los capitales internacionales perdieron la confianza y dejaron de invertir en los volúmenes que lo habían estado haciendo.
Pese a todas las evidencias, en Bolivia y muchos otros países que adolecen de falta de previsión siguieron insistiendo en sus fórmulas que se estrellaron ayer con un derrumbe de las bolsas orientales que hace prever una recesión mundial de grandes proporciones. Veremos qué cuento se inventan ahora.
Bajo el penoco-El Día
Fuente: El Dia