La Tesis de Catavi nutrió a la Marcha por la Vida

Los militares frenaron el avance de 10.000 mineros a 67 kilómetros de La Paz.



Movilización. Los mineros del país comienzan la marcha en Oruro con la intención de llegar a La Paz.

Movilización. Los mineros del país comienzan la marcha en Oruro con la intención de llegar a La Paz. La Razón-Archivo.

La Razón  / La Paz  

La Tesis de Catavi, aprobada el 9 de mayo de 1986 por el Sindicato Mixto de Trabajadores de Catavi (Norte de Potosí), fue el instrumento político con el que cerca de 10.000 trabajadores de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) decidieron marchar a La Paz para evitar que el Plan de Estabilización del gobierno, dirigido entonces por Víctor Paz Estenssoro, elimine algo más de 27.000 puestos de trabajo de las minas.

El documento, que planteó como eje la lucha contra el imperialismo, exigía la anulación del Decreto 21060, la expulsión de Fondo Monetario Internacional (FMI) y “la unidad latinoamericana para evitar el pago de la deuda externa”. Los mineros pedían que el Estado haga inversiones en favor de la productividad del país en lugar de pagar la deuda contraída por el país, especialmente durante la dictadura de Hugo Banzer (1971-1978).

“El movimiento obrero boliviano opuso entonces resistencia al modelo neoliberal que se puso en marcha con el Decreto 21060”, afirmó el exministro de Trabajo Daniel Santalla (2011-2014), quien por esos años fue dirigente de los trabajadores fabriles del país. De hecho, la resistencia fue incluso ideológica y política, pues esta tesis planteó la lucha por el poder.

El Decreto 21060, que además de aplicar medidas de ajuste monetario, flexibilizaba las condiciones para la contratación de trabajadores y autorizaba al Estado, en todos sus estamentos, a reducir la cantidad de empleados. Era claro que era una medida que los trabajadores resistirían hasta el final.

CALAMARCA. Los trabajadores mineros se concentraron en Oruro. Filemón Escóbar, quien en 1986 era secretario general de los trabajadores de Catavi, recordó en su libro testimonial  De la revolución al Pachakuti (2008) que la Marcha por la Vida partió a las 10.00 de la mañana del 21 de agosto. “Cientos de mujeres derramaban lágrimas al ver la marcha. La primera meta fue Panduro. Allí dormimos cerca de 8.000 trabajadores mineros. La segunda meta, Lahuachaca. Allí los hermanos aymaras nos recibieron casi con fiesta, y sobre todo, con abundante comida”, describe Escóbar.

Así, los mineros avanzaron. El ministro del Interior de ese entonces, Fernando Barthelemy, afirmó a los periodistas que “los mineros estaban alcoholizados” (Presencia: 26 de agosto de 1986), un extremo que ningún medio corroboró.

La marcha llegó a Patacamaya, donde fue interceptada por los militares que revisaron si alguno de los trabajadores llevaba dinamitas o bebidas alcohólicas. Al no hallar nada, los mineros prosiguieron hasta llegar a Calamarca (distante a 67 kilómetros de La Paz). Allí pasaron la noche. Ni bien amaneció, cerca de 7.000 militares habían rodeado a los marchistas, que luego de una asamblea decidieron retirarse. Escóbar asegura que “era imposible romper el bloqueo sin perder vidas”.  Los trabajadores dejaron las minas para llegar a las ciudades, donde germinaron otros movimientos.

García: ‘Aprendimos de los yerros de la UDP’

El vicepresidente Álvaro García indicó ayer que el proceso de cambio, que propugna el presidente Evo Morales y el Movimiento Al Socialismo (MAS), tienen fundamento en los “errores” de la UDP, el periodo de gobierno de Hernán Siles, de la Unión Democrática y Popular (1982-1985), que sufrió los efectos de una hiperinflación.

“Muchas de nuestras actitudes son el reflejo invertido de lo que pasó en la UDP, ahí aprendimos a gobernar”, señaló García en el marco del seminario Neoliberalismo, nunca más que fue organizado para recordar los 30 años de la promulgación del Decreto 21060 que dio paso a la era neoliberal.

La autoridad recordó que en 1985 la devaluación de la moneda boliviana era del 12.000%, y “hoy tenemos el 4%”. Puntualizó que, en ese sentido, un gobierno de izquierda no puede gobernar con un Congreso opositor. Recordó que el Legislativo de “derecha” en 2008 aprobó el referendo revocatorio del presidente Evo Morales.

Una segunda lección —explicó García— que un gobierno de “izquierda” debe aplicar es la consolidación de “propuestas alternativas” ante una crisis económica. “O mantiene la iniciativa siempre o fracasa, la UDP se dispuso a sobrevivir sobre lo que se estaba derrumbando”, apuntó García. García aseguró que “el núcleo sustancial” del modelo neoliberal “ha sido demolido”, aunque admitió que existen algunos resabios en la vigencia de un par de normativas y en algunos “errores” del Gobierno.