Álvaro Riveros TejadaTodo se podría esperar de la caótica situación política, económica y social, por la que atraviesa esta bendita tierra venezolana, menos que algún día fuese sometida a una abstención alcohólica obligatoria, como fue la paralización de actividades del mayor centro de distribución de Alimentos Polar en Caracas, ordenada por una jueza y ejecutada por efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana y que comprende la mayor y más renombrada fábrica de cerveza del país.Esta extraña orden de expropiación que se constituye, en una más de las 800 acciones efectuadas en contra de la propiedad privada en Venezuela. Se extiende a una zona industrial que comprende también empresas como: Pepsi Cola, Coca Cola y toda una serie de alimentos, cuya escasez se hace cada vez más patente en todas las ciudades de este país.La crisis económica no da tregua y mientras una espantosa espiral inflacionaria sube los precios diariamente, resulta cada vez más difícil sortearla. Es el caso del precio de la Canasta Básica Familiar de junio que sufrió un incremento histórico del 27%, con respecto a la del mes de mayo, con la agravante que por orden del gobierno se ha comenzado a desviar entre el 30 y 100% de la producción de algunos productos alimenticios como: la leche, harina precocida, azúcar, etc., al circuito de los comercios públicos, disminuyendo la oferta de dichos bienes para la población, pues al haber menos locales de expendio, el público deberá acudir a menos locales para adquirir la mercadería, con las consiguientes colas infernales.La continuidad de precios bajos del petróleo por el resto del año, sumada a la mala situación financiera y operativa de PDVSA, la gallina venezolana de los huevos de oro, hace que está esté condenada a marchar vertiginosamente hacia el colapso total, pues no hay cuando se realicen las anunciadas inversiones y endeudamientos que reactiven la producción, como ocurre actualmente en Irán, cuyo objetivo actual es invertir en su propia producción interna.A este cuadro económico desolador se suma un escenario político no menos deprimente pues, con miras de perennizarse en el poder, el gobierno de Maduro ha marcado sus cartas para enfrentar las próximas elecciones parlamentarias de octubre, aprovechando todas las ventajas posibles a favor de sus compañeros, como la inhabilitación de todo opositor que se encuentre favorecido por las encuestas en dicha carrera congresal. En esa determinación abusiva y discrecional han caído líderes como: Manuel Rosales, ex gobernador del Zulia; el ex alcalde de Valencia Enzo Escarano; el ex alcalde de San Cristóbal, Daniel Ceballos; el ex gobernador – también del Zulia- Pablo Pérez y finalmente, la ex diputada María Corina Machado, que había sido electa con la mayor cantidad de votos.Es posible que la victoria electoral vuelva favorecer al actual régimen, lo difícil será componer la maquinaria democrática que ha sido destruida casi en su totalidad y mucho más, en una Venezuela donde ya no exista la cerveza.