Cómo mantenerse libre de deudas

Cómo usar tu tarjeta de crédito de forma inteligente

Salir de las deudas o mantenerlas en un nivel mínimo es fundamental para alcanzar el éxito profesional a largo plazo. Lamentablemente, para muchos hombres, las deudas terminan siendo una especie de “monstruo debajo de tu cama”, un temible recordatorio que no te abandona nunca y que te constriñe en cada acción fuera de la rutina (un viaje, un regalo, una noche de farra, una reparación imprevista del carro, entre otros).

Cuando se trata de tus finanzas personales, sobre todo en el inicio de tu vida adulta, debes mantenerte constantemente “en guardia”. Mantener a raya tus gastos se convierte en un aspecto crucial de tu día a día.



La cuestión es, ¿cómo mantenerse sin dejar de desarrollar una carrera profesional (sobre todo, si estás por cuenta propia o trabajando freelance)? Además, disfrutar ciertos placeres de la vida sin que eso signifique pasar el resto del mes comiendo sólo  atún enlatado y la comida instantánea más barata.

La respuesta es que no hay una sola respuesta. Lo mejor que podemos hacer es darte una idea de cómo mantenerte fuera de las deudas. El camino se puede resumir en una palabra: autocontrol. Tus finanzas no son responsabilidad de otra persona. A menos que seas un niño (o te sigas comportando como tal), tú mismo serás tu mejor barrera.

Seguir estas tres premisas sencillas  pueden ayudarte:

A. Si el dinero no está llegando: gasta sólo lo que necesitas.

B. Si el dinero está llegando: ahorra lo que puedas para gastos de emergencias y planes a largo plazo.

C. Mantente siempre entre la primera y segunda premisa para permanecer a salvo.

 

Divide tus gastos entre 2

Nada de lo anterior es posible sin autocontrol, lo que significa que debes tener un sistema para gestionar sus gastos. Este sistema podría consistir en algo tan simple como no gastar dinero en comida chatarra o registrar minuciosamente cada gasto individual. Sea lo que sea, tener y mantener un sistema es. No hay manera de lograr un control si no tienes idea a dónde va tu dinero. Conciencia de sí mismo es el primer paso hacia el autocontrol.

He aquí una manera de hacerlo: carga todos tus gastos a tu(s) tarjeta(s) de crédito y págalas en su totalidad cada quince días. Con un sistema adecuado esta técnica puede ser una forma muy eficaz de gestionar sus gastos. Lograrlo, sin embargo, requieren una voluntad de hierro.

Intenta lo siguiente: divide tus tarjetas de crédito por la naturaleza de tus gastos: una tarjeta de necesidades y otra tarjeta de “deseos”. Esto te ayudará a organizarte entre las premisas 1 y 2.

En la tarjeta # 1 deben ir las cosas que tienes que comprar para poder vivir: facturas de servicio, gastos relacionados con el hogar (comida, herramientas, reparación o compra de electrodomésticos), las necesidades del día a día (comida, transporte, vestimenta) y los gastos de la salud y los seguros. Estos costos deberán ser muy similares de mes a mes, y si la inflación juega en contra, debes procurar mantener un aumento progresivo de tus ingresos.

La tarjeta # 2 asumiría casi todo lo demás: las citas, los happy hours, la ropa que ya no compras por necesidad sino por puro gusto, la última consola de videojuegos, la TV inteligente, y sigue y sigue y sigue. Sí, estas son las cosas que te hacen feliz, pero son las que quedan en un segundo plano en tiempos de crisis o recesión.

La disciplina es clave en este sistema, sobre todo porque estarás pagando sus tarjetas de crédito cada dos semanas. Hacer esto es una manera fácil de administrar el dinero y, en realidad, te pone como prioridad mantenerte sin deudas. Lo bueno aquí es que aunque tengas dos tarjetas de crédito, sólo debes manejar con precaución la de “deseos”. Tus necesidades son gastos inevitables, para los cuales siempre debes procurar tener fondos.

Debes asegurarte siempre de que el saldo total de ambas  tarjetas nunca supere tus ingresos. Con un trabajo fijo a tiempo completo, esto se convierte en un ejercicio bastante simple. Cualquier dinero extra, entra entonces en tus ahorros o en las compras impulsivas.

En un mundo perfecto, deberías tener ahorros antes de comprar cosas que no necesitas. Pero, siendo realistas, esto nunca sucede.  Las personas somos seres sociales por naturaleza, y la mayoría de las veces socializar cuesta dinero. Nadie va a comprobar religiosamente tu cuenta bancaria cada vez que quieres tomarte un café. El “truco” es manejar las cosas que no necesitas, pagar tus tarjetas y dejar un poco de dinero todos los meses para emergencias e imprevistos.

 

¿Pagar en efectivo? Sólo cuando no haya otra opción

Habrán notado que, hasta este punto, hemos ignorado deliberadamente la existencia del dinero en efectivo. Y es así porque el efectivo es el diablo, el proveedor directo de los gastos sin sentido. Los billetes guardados  en tu cartera están pidiendo a gritos ser gastados.

Es mucho más sencillo controlar tus gastos cuando los cancelas con plástico o transacciones electrónicas. ¿No nos crees? Piensa en todas las veces que comenzaron el día con, por decir una cifra, 200 bolívares en tu bolsillo y terminas con cero, y es difícil recordar dónde y cómo los gastaste. La solución es mantener una cifra mínima que cubra lo que inevitablemente debes cancelar en efectivo, y que se reduzca a lo que pagarías con tu tarjeta # 1: necesidades reales.

El pago de sus tarjetas de crédito y la gestión de su dinero en efectivo es aún más importante cuando se tienen préstamos estudiantiles, préstamos para automóviles, deudas severas de cualquier tipo y otras obligaciones legalmente vinculantes. Tener un sistema de control te ayuda a sacar ventaja de esas deudas, o, por lo menos, impide que siga creciendo ese monstruo debajo de tu cama que  no te deja dormir tranquilo.

Las deudas nunca terminan, pero sí se concluyen

Hacer malabares con tu dinero es una tarea de nunca acabar, pero los beneficios de hacerlo con éxito son numerosos. Con el tiempo, este sistema se convierte en una segunda naturaleza, como ponerse los pantalones cada mañana. No sólo estar libre de deudas te libera del estrés, sino que un buen historial de crédito te abrirá las puertas a mejores paquetes financieros para hipotecas y préstamos para obtener inmuebles.

La realidad es que la dinámica de asumir y salir de deudas se mantiene el resto de tu vida. Más aún más si has renunciado a los beneficios de un trabajo tiempo completo para trabajar por tu cuenta o crear tu propia empresa o negocio. En esos casos se requiere mucha fuerza de voluntad para evitar los gastos in sentido.

Un sistema que funcione junto con una voluntad de hierro es la única manera de evitar caer en un eterno pozo sin fondos.

 

Con información de www.askmen.com

Artículo original escrito por Joe Feldman

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Fuente: untiposerio.com