Datos, pobreza y un compromiso

CUADRO 1Christian Aramayo ArceCuando hoy se habla de pobreza usualmente se piensa en un mundo más desigual que nunca, una situación crítica por las crisis y un futuro adverso para todos. En conmemoración del día internacional para la erradicación de la pobreza, es prudente que repasemos algunos datos y perspectivas sobre este tema tan importante.Veamos el mundo desde el largo plazo: el ser humano lleva milenios en el planeta y en los últimos 100 años (la décima parte de un milenio), el ingreso per cápita se ha sextuplicado: de 1.261$ en 1900 a 7.614$ en 2008, siendo que del siglo XVII al siglo XIX el ingreso per cápita se incrementó en menos de un tercio y el milenio anterior no hubieron cambios significativos.Por otro lado la disminución de pobreza extrema se vio acelerada desde el siglo XX, y mucho más desde la década de los ’80: los indicadores de extrema pobreza cayeron de un 44% en 1981 a un 10% en 2011.Las tendencias son claras y los datos no requieren grandes interpretaciones: acabar con la extrema pobreza no sólo es totalmente posible en un plazo razonable, las Naciones Unidas pusieron como meta que en apenas 15 años se alcanzará este objetivo (el especialista Hans Rosling, nos dice  si esto es posible) e incluso ya es cada vez más común el uso de términos como la pobreza multidimensional, donde no sólo se la mide desde el ingreso, sino desde variables más sociales y propias de cada realidad (acceso a servicios básicos, tecnología, etc). En este sentido el trabajo de Fundación ARU en Bolivia es admirable.Podemos acabar con la pobreza extrema, y si queremos colaborar directamente en ello, tenemos que ponernos de acuerdo entre la sociedad civil y las esferas gubernamentales. Como la historia económica lo demuestra, la reducción de los costes de transacción promovida desde la institucionalidad formal e informal será determinante.Dados los avances en materia de reducción de pobreza, tenemos mucho que celebrar y aumentar nuestros esfuerzos en esta milenaria tarea que coincide con la máxima de Baden Powel en su famosa carta: dejar este mundo mejor de como lo encontramos.CUADRO 2