Sobre proyecto El Bala, la ONU señala que “lo peor es no consultar, lo peor es imponer”

 El nuevo coordinador de las Naciones Unidas en Bolivia manifestó que si algún proyecto impacta en la vida de las personas ‘es importante escuchar y plantear soluciones alternativas’.Sobre proyecto El Bala, la ONU señala que “lo peor es no consultar, lo peor es imponer”ANF / Página Siete / La PazEl recién nombrado coordinador residente en Bolivia de las Naciones Unidas, Mauricio Ramírez, declaró a ANF que «si por alguna razón un proyecto impacta o tiene un potencial impacto en la vida de las personas y en el buen vivir es importante escuchar, entender y plantear respuestas o soluciones alternativas».El diplomático hizo las declaraciones tras ser preguntado por el proyecto de la megarepresa hidroeléctrica de El Bala que el gobierno pretende construir en el estrecho de ese mismo nombre, en las cercanías de Rurrenabaque del departamento del Beni. «Lo peor es no consultar, lo peor es imponer», sentenció en referencia a la necesidad de realizar una consulta previa a los pueblos indígenas que puedan verse afectados. El presidente Evo Morales dijo este jueves que «a veces» las consultas (previas) perjudican al gobierno.El mandatario indicó que el proyecto hidroeléctrico ya cuenta con el estudio a diseño final y que podría generar hasta 4 mil megavatios de energía eléctrica para consumo nacional y exportación. Añadió que cuando la gente se opone a ese tipo de proyectos quien pierde es el pueblo.Ramírez reconoció que el desarrollo requiere de consumo de energía, pero indicó que la explotación de los recursos naturales debe hacerse de una manera sostenible. Afirmó que la imposición de proyectos no trae «beneficios para nadie» y que a la larga se generan mayores dificultades en su implementación y perjuicios «no solo para las comunidades afectadas, sino para el país porque genera un descontento social».Diferentes activistas alertan constantemente de los graves efectos que tendría la represa para el medio ambiente por la inundación de una extensa zona -que podría llegar hasta las 200 mil hectáreas- y que generaría emisiones de CO2 y de metano CH4 por la descomposición de los bosques inundados, según el experto Pablo Solón.17 comunidades originarias de las áreas protegidas Madidi y Pilón Lajas exigen desde julio de este año que se realice una consulta previa antes de que se inicie la construcción porque aseguraron los pone «en riesgo de desaparecer». Ramírez sostuvo que cualquier proyecto que pueda degradar los recursos naturales «puede tener otra alternativa más sostenible que afecte en menor magnitud tanto al medio ambiente como a las personas, y eso hay que analizarlo». La obra de la represa hidroeléctrica de El Bala se debate desde 1950 y ha sido descartada en varias oportunidades por el costo medioambiental y social que causaría su construcción.