Desde el MAS, diversos voceros se han apresurado a afirmar que el cambio de signo político en Argentina no tendrá consecuencias en Bolivia, aseverando que ambos países tienen “realidades diferentes”.Esto, después de una década demostrando que el Movimiento Al Socialismo forma parte de un proyecto continental, diseñado desde el Foro de Sao Paulo por Fidel Castro y Lula da Silva, y ejecutado en gran medida por Hugo Chávez. Es decir, que al margen de matices todos los gobiernos alineados con esa corriente son parte de una misma realidad.Negar que habrá un “efecto Macri” en otros países es tratar de tapar el sol con un dedo. Porque la victoria de Cambiemos, no prevista en las encuestas anteriores a la primera vuelta, mostró que sí es posible vencer al ventajismo gubernamental, lo que sin duda despertará movilizadores vientos de esperanza en las oposiciones de Bolivia y Venezuela.El socialismo del siglo XXI perdió la bandera del cambio y se ha reducido a ser el partido del miedo, el partido que alega que sin ellos vendrá el caos, el partido de la “estabilidad”, como hemos visto en el nuevo discurso del régimen evista. Perdieron también la bandera de la esperanza…[email protected]