El gas y los miedos

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En Argentina hacían bromas con la campaña del miedo que desató el Kirchnerismo ante el inminente triunfo de Mauricio Macri en el balotaje del 22 de noviembre. En el Facebook crearon una página para burlarse de todo lo que decían los oficialistas, a los que poco les faltó decir que “si ganaba Macri iba a desaparecer el mate, el asado y el dulce de leche de la mesa de los argentinos”.



El hecho es que ganó Macri y no habrá ninguna catástrofe y tampoco grandes cambios como los que muchos esperan. Pero hay un vivillo que sigue en campaña y se vino a Bolivia a meter miedo. Es el embajador saliente de Argentina en La Paz, Ariel Basteiro, quien afirmó ayer que el nuevo gobierno argentino reducirá las compras de gas boliviano y las reemplazará por las importaciones de gas de ultramar.

El atrabiliario exdiplomático usó casi los mismos términos de Lula, que una vez dijo que su país le compra gas a Bolivia por lástima. Lo que no reconoció es que tal vez Macri ayude a reactivar la industria petrolera, abandonada por la inoperancia de Cristina Fernández, cuyo esposo prometió quintuplicar la compra del energético a Bolivia, pero que incumplió la construcción de un gasoducto acordado, un poco por ineficiencia y otro tanto por la desconfianza de la provisión boliviana, que también atraviesa problemas.

Fuente: eldia.com.bo