Una destartalada locomotora cruzando el paisaje altiplánico, cuatro policías en el interior, un viejo maquinista, una pasajera de polizón y una carga maldita que ningún pueblo quiere recibir convierten la travesía en una situación cómica y triste a la vez, un entuerto para el que los protagonistas no hallan salida y una historia de sabroso humor negro que acaba por seducir al público.
Ésa fue la impresión que la película âCarga Selladaâ, dirigida por Julia Vargas Weise, dejó anoche durante su presentación para Cochabamba en el Cine Center, donde se exhibirá desde mañana y por las siguientes cuatro semanas.
El público, aplaudiendo de pie al final, aclamaba a la directora. Ella, de pocas palabras, sólo dijo que fueron cuatro años de producción en fríos escenarios altiplánicos, pero con un âcálido equipo de trabajoâ. âSólo pido que se les quede el tren a vapor cruzando el altiplanoâ, dijo.
La historia comienza con el policía Héctor Mariscal a quien se le encomienda deshacerse de un material tóxico echado en el altiplano utilizando una vieja locomotora llamada Federica por el no menos viejo maquinista Agustín, y bautizada por los demás como el Tren de la Muerte.
Es que la misión, que parece sencilla, se complica cuando los pueblos del altiplano se enteran del contenido radioactivo de la carga y obligan al equipo a peregrinar por el altiplano buscando un sitio donde dejar la carga maldita, mientras las autoridades hacen lo posible por desentenderse del asunto. Al equipo se añade Tania, una joven campesina que se sube de contrabando al tren creyendo que éste la llevará a un mejor futuro.
El viejo tren va deleitando los ojos al cruzar los cerros andinos y el salar de Uyuni, y encontrándose con diablos orureños, confiriendo más fantasía a la historia deliciosamente absurda.
La película, ya fue presentada a nivel mundial en el 46 Festival de India, en diciembre del año pasado, donde se ganó uno de los tres premios del certamen. Su segunda presentación fue en enero de este año en Machacamarca, donde se rodaron muchas de las escenas. Allí, Julia Vargas trabajó junto con Milton Guzmán (cámara y edición), Pilar Valverde (producción), José Grammático (sonido) y los actores bolivianos Luis Bredow, Fernando Arce, Daniela Lema, Marcelo Quina y Jorge Hidalgo; el mexicano Gustavo Sánchez Parra y los venezolanos Gonzalo Cubero y Prakriti Maduro.
Fuente: lostiempos.com