Dos historias desconocidas de la Buenos Aires de 1800

Alana GorskiPor: Alana Gorski [email protected]

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La ciudad de Buenos Aires esconde en cada uno de sus rincones historias que la envuelven y que datan de siglos pasados. Amores, traiciones y asesinatos, se respiran en cada una de sus calles. Infobae repasó dos crónicas emblemáticas para zambullirse en el 1800.

La extraña relación entre el arquitecto de la Catedral Metropolitana y el Rey Luis XVII

Cuando Juan de Garay fundó la ciudad de Buenos Aires en 1580 designó un lugar para la Iglesia Mayor, que mucho tiempo después se convirtió en la Catedral. Este edificio tuvo distintas construcciones, pero su frente no fue definitivo hasta 1822. En esa época se había formado un departamento de ingenieros con dos personas ilustres que hicieron historia en el mundo de la arquitectura: Próspero Catelin y Pierre Benoit.

«Pierre Benoit tiene una historia particular, se relaciona con el supuesto hijo del decapitado Luis XVI. Entonces la gente se pregunta si Pierre Benoit es hijo del decapitado Luis XVI», dijo a Infobae la historiadora Ana María di Consoli.

Y agregó: «Todo comienza cuando en el periodo de la Revolución Francesa Luis XVI, María Antonieta y sus hijos son tomados como prisioneros. Este hijo es al que me refiero, al que supuestamente estuvo en la prisión del temple de París, y que muere a los 10 años de tuberculosis. No obstante, algunos creían que el duque de Normandía fue rescatado por los monárquicos y posteriormente educado por una familia. Acá se engancharía la historia con la de Benoit, y todo conlleva a que Luis XVII y Benoit son la misma persona».

Como en el siglo XIX no existían los estudios de ADN, esta historia no pudo ser comprobada científicamente en ese momento. En la década de los 90′ los descendientes de Benoit, la familia Zapiola, fueron hasta la bóveda en el Cementerio de la Recoleta para tratar de probar que el fallecido arquitecto era el heredero de la Corona Francesa. Para su sorpresa, el resultado de los análisis dio negativo.

La historia de los 4 amigos: muerte y misterio en la Plaza de Mayo

Plaza De Mayo 1583

Allá por el 1800, la Plaza de Mayo estaba dividida en dos por una construcción llamada Recova. Se realizó poco antes de las invasiones inglesas y fue el primer centro comercial de Buenos Aires. Años más tarde se ideó una nueva estructura que se encontraba donde hoy está el edificio de La Franco Argentina.

En ese sector se vendían menudencia y telas, entre otras cosas, a diferencia de la primera recova donde principalmente se comercializaban artículos comestibles. Y como era frecuente en las ciudades de esa época, se usaba para que la gente que no tenía donde vivir se refugiara.

Además de esa clase de negocios, también había oficinas. Allí trabajaba y vivía un prestamista conocido como el «Gallego» Alvarez. En 1828, Alvarez, era amigo de otros tres personas pertenecientes a la alta sociedad: Juan Pablo Arriaga, Pancho Alzaga y Jaime Maciel.

«Eran amigos o se hacen amigos por conveniencia. Empiezan a salir y se los conocen como los cuatro amigos. Arriaga, Alzaga y Maciel se van quedando sin dinero. Uno de ellos comienza a idear un plan para quedarse con el dinero de Alvarez, asesinándolo. Alquilan una casa en la calle esmeralda, al lado donde hoy se ubica la plaza Art. Se emborrachan con la intención de tomarlo por sorpresa y le dicen que hay un piano de ocasión perfecto para comprar esa noche, antes que su dueño viajara al Uruguay. El encargado de captarlo es Arriaga.», explicó Ana María di Consoli.

Y continuó: «Lo llevan a la casa de la calle Esmeralda que habían alquilado previamente y ahí lo esperan Marciel y Alzaga. Allí lo asesinan, apuñalan y se lo llevan para ocultarlo a la quinta de Alzaga».

Fuente: infobae.com