El primer bimestre se denunciaron en promedio 6 violaciones por día

Dato. En Bolivia, al menos tres niños, niñas y adolescentes fueron víctimas por jornada.

El primer bimestre se denunciaron en promedio 6 violaciones por día.

El primer bimestre se denunciaron en promedio 6 violaciones por día.



Rosa tenía 11 años cuando comenzó a ser abusada por su padrastro Santiago T., de 37. El 18 de febrero, la Policía de Santa Cruz lo capturó. El sujeto mandaba al menor de sus hijastros a comprar videos para quedarse a solas con ella, que hoy tiene 16.

Ésta es solo una de las 388 violaciones denunciadas en Bolivia durante el primer bimestre de 2016 —seis por día en promedio— según un reporte del Observatorio Nacional de Seguridad Ciudadana (ONSC) elaborado con datos de la Policía Boliviana.

El 50,2% de las víctimas (195) son mayores de edad y el 49,8% (193), niñas, niños y adolescentes. Es decir que cada día tres mayores de edad y tres menores fueron víctimas de depredadores sexuales en ese periodo.

Santa Cruz tiene la incidencia más alta —4 de cada 10 casos (41,5%)—, le siguen Cochabamba con dos de cada 10 (25%) y Chuquisaca (9,3%).

Si se consideran solo a los menores de edad, al menos uno es abusado por día en el primer departamento, la violación de un niño, niña o adolescente conlleva una pena de privación de libertad de 20 a 25 años.

Según un relevamiento de este diario, en el 67% de los casos los agresores eran familiares o conocidos de las víctimas; y solo 33%, extraños.

En el primer subgrupo están amigos, primos, padres, hermanos, tíos, padrastros y cuñados. En el segundo, un tercio son transportistas —mototaxistas, taxistas y micreros—, inquilinos e instructores, entre otros.

Los datos ofrecidos por el ONSC no incluyen las estadísticas del mismo periodo de 2015, necesarias para hacer la comparación.

El 22 de febrero, Fernando S.V., 19 años, fue aprehendido por la Policía en Montero, Santa Cruz, por la violación de su prima, de 13 años, quien se encontraba sola en su casa alistándose para ir a clases, cuando él irrumpió en su vivienda. Tras su aprehensión se comprobó que la hija de 14 años de esa familia también había sido vejada, la que debido al abuso tenía un embarazo de tres meses.

Al día siguiente, en la capital de ese departamento, la fuerza pública atrapó a Chasnesnko V.M., de 32 años, denunciado por su esposa, a la que había golpeado. Sin embargo, en la requisa personal se le encontró una memoria con videos y fotografías del abuso sexual perpetrado en varias ocasiones contra su hijastra de seis años.

Un día después en la localidad de Boyuibe, Santa Cruz, una adolescente de 17 años fue violada por su tío, quien fingió estar borracho para ingresar a la habitación de la víctima y la forzó amenazándola con un cuchillo.

¿Qué está pasando con las familias bolivianas?, preguntó este diario a Marynés Salazar.

“Como sociedad no estamos sabiendo manejar esto”, dijo la entrevistada, doctora en educación, especialista en sexualidad, terapeuta sistémica y psicóloga clínica, quien identificó tres factores que inciden en la comisión de estos delitos y que deben ser abordados de forma integral.

 “Tenemos procesos para la educación de la sexualidad muy poco profundos. La mayor parte solamente se da en prevención de embarazos no planificados y de enfermedades de transmisión sexual. No hay procesos en los cuales se prepare a la familia para abordar la sexualidad en los niños, en los jóvenes, en la pareja. Creo que la educación para la sexualidad es deficiente”.  

En segundo lugar —dijo— están los medios de comunicación, que exacerban la cosificación y la banalización del cuerpo, sobre todo de las mujeres y niñas, al punto que la sociedad percibe el cuerpo y no a las personas.

El tercero, es el que dentro de las familias no se dialoga sobre estos temas y “se mantienen los secretos. Así, cuando hay abusos, y como se mantienen, estos (delitos) siguen sucediéndose”.

“El hecho de que hayan abusos no es reciente, pero creo que se han incrementado por este secreto familiar, por la carencia de una educación para la sexualidad con valores, que vaya más allá de las relaciones íntimas de pareja y, finalmente, por el avasallamiento de los medios de comunicación: televisión, radio, internet…”.

Espere…

Abusada desde que tenía 11 años por su padrastro

El 26 de enero, la Policía aprehendió en Monteagudo, Chuquisaca, a A.N.V., de 27 años, por la violación de su hijastra de 13. Un pastor evangélico y un dirigente de la comunidad Achiras denunciaron el delito. La víctima contó que fue abusada desde que tenía 11 años y que cuando le contó a su madre, ella no solo no le creyó, sino que la golpeó.

‘Los medios contribuyen a desensibilizar’

Marynés Salazar

Creo que tenemos que hacer un análisis muy serio sobre qué necesitamos para cambiar esta situación y, para mí, básicamente, es una educación profunda: la vivencia de la sexualidad con valores hay que promoverla dentro de la familia y en la educación.  

Lo que está sucediendo tiene que ver con la banalización del cuerpo, en especial de las mujeres. El cuerpo de la mujer se usa para vender cualquier cosa y esto impacta en la sociedad, que percibe al cuerpo y ya no a la persona.

Como sociedad nos hemos desensibilizado. Hace unos años nos movilizábamos, hoy en día es una estadística más, y en vez de ayudar los medios de comunicación terminan naturalizando estos hechos.

Deberíamos abordarlos con más tino, más responsabilidad, no a cualquier hora del día. Es importante informar, pero en ciertos horarios y apoyar con concientización, con educación. Lamentablemente en las revistas, en los noticieros se dice ‘tal niño o niña ha sido abusado por tal persona, y bueno, ahora que venga el siguiente grupo musical…’ banalizando absolutamente esta situación, es como si no estuviéramos hablando de una vida.

Este es el análisis que no estamos haciendo como sociedad.

  • Marynés Salazar, Terapeuta y psicóloga clínica

Fuente: la-razon.com