Gary Prado Salmón: “Soy optimista, voy a derrotar el juicio porque no hay pruebas en contra mía”

General del Ejército de Bolivia en servicio pasivo y procesado en el caso Rózsa.Después de mucho tiempo, el general saborea algo parecido a una batalla ganada. Recostado cerca de su silla de ruedas, al abrir la puerta se lo ve leyendo la noticia con entusiasmoPrado busca recuperarse de las úlceras que laceran su cuerpo para dar pelea en el juicio del GobiernoPrado busca recuperarse de las úlceras que laceran su cuerpo para dar pelea en el juicio del Gobiernoentrevista / EL DEBERAdmitieron su pedido, será juzgado en el caso Terrorismo por separado cuando su salud mejore. Eso es mejor que nada.La justicia lo separó del juicio contra el grupo de acusados del caso Terrorismo. ¿Cuál su primera impresión?Primero, que se tardaron un año. En agosto del año pasado planteamos esa posibilidad porque, para entonces, ya tenía problemas con mi glúteo y con mi pierna. Las heridas que no cerraban por la continua presión, porque esto se llama úlceras de presión, por estar sentado mucho rato. No me hicieron caso. Me obligaron a volver. Llevé una camilla para poder cambiar de posición. Una serie de cosas… siempre a las malas era todo en el tribunal. Había una predisposición especial, que ahora ya se está aclarando.Según usted, ¿qué hizo que cambie de postura la justicia?Por la gravedad, por la evolución de la herida. Se han dado cuenta de que esto podía llevarme a la muerte. Hace tres semanas yo volví a la audiencia y les dije: ustedes al obligarme a regresar a las audiencias —porque ellos habían aceptado que tome 10 días para curarme— han firmado mi sentencia de muerte. A corto plazo, porque de esto viene una infección, que se llama septicemia, y de eso nadie se salva. Entonces, eso creo que los ha asustado. Han visto que había un riesgo evidente para mi salud y no han querido cargar con el muertito.Entonces, empezaron a preocuparse y buscaron una salida. La salida lógica, que era esta. Porque de esta forma no se atrasa el juicio, puede seguir el juicio con los demás, y cuando recupere mi salud voy a ser juzgado. No me estoy escapando de la justicia, no es un procedimiento para que me liberen. Yo voy a enfrentar, una vez que esté sano, voy y me siento ahí y que hagan el juicio a mí. Durará dos o tres semanas el juicio para mí solito.El Ministerio de Gobierno se preocupó de hacer saber que no se lo estaba liberando de culpa. ¿Qué espera usted?Claro, si está claro esto. Si es lo que yo he planteado siempre. Yo no me estoy escapando del juicio, yo me he presentado más bien. Sí, júzguenme si quieren, pero que sea en un lugar donde pueda estar y donde mi estado físico lo permita. Porque eso dice la ley, además, dice que a las personas con discapacidad hay que darles todas las facilidades para que puedan participar del juicio. A mí no me han dado ninguna facilidad, yo he tenido que llevar una camilla. En la Corte de Justicia no hay un baño que pueda usar.Si el juicio es su ‘guerra’, podría decirse que su separación del proceso es una pequeña batalla ganada. ¿Cómo se siente al respecto?Me siento satisfecho, tranquilo porque voy a poder dedicarme a mi salud. Hoy (ayer) presenté hace poco mi retiro voluntario a la cátedra que daba en la Utepsa. Legalmente no existe una sola prueba en mi contra. Soy optimista, voy a derrotar el juicio. No hay pruebas. Yo he valorado mucho ese gesto de coraje —de Oswaldo Peredo y Jerjes Justiniano, que pidieron la amnistía para Prado—. Esa amnistía que ellos pidieron es una medida política y es atribución del presidente y el presidente salió a decir que no, que es de la justicia, cuando él ha dicho que en Bolivia la justicia no sirve.