Además de haber dejado serias dudas sobre su capacidad psicológica para ejercer el cargo de alcalde, Percy Fernández volvió a demostrar la extraordinaria cercanía que une al oficialismo municipal con el gobierno de Evo Morales.Su discurso durante la sesión de honor del Concejo Municipal, que incluyó “chuparle las medias” al vicepresidente Álvaro García Linera, pareció casi un relato del realismo mágico, con una reencarnación a la enésima potencia del mítico alcalde de Sucupira, O Bem-Amado.Pero en el fondo, el burgomaestre nominal es sólo la nota folclórica que decora, a manera de guinda de la torta, una alianza de camarillas unidas por el interés corporativo más pragmático.Grupos que parecen tener como principal interlocutor en el poder central al segundo mandatario y cabeza del Legislativo, “Qananchiri” por su nombre de guerra en el terrorista EGTK.Esta connivencia es lo único que puede explicar los privilegios –lindantes con la inmunidad- concedidos al alcalde cruceño en la investigación parlamentaria sobre un conocido negociado de medio millón de dólares, apenas la punta del iceberg de lo que puede estar escondido bajo la línea de flotación de innumerables contratos de obras públicas…[email protected]