Trabajadoras sexuales protestan por controles en lenocinios tras destape del caso Katanas

Protestan en La Paz y El Alto. La presidenta de la Organización de Trabajadoras Nocturnas de Bolivia (OTNB), Lily Cortez, dijo que no se permitirá una cacería de brujas y «que el trabajo sexual es distinto a la trata y tráfico de personas”.

Trabajadoras sexuales denuncian cierre de lenocinios tras destape del caso Katanas

Con barbijos y en el rostro y con mantas sobre sus cabezas, las meretrices pidieron a las autoridades locales respetar sus derechos laborales.Trabajadoras sexuales se declaran en emergencia por cierre de localesLas trabajadoras sexuales protestan. Foto: ANFPágina Siete Digital / La PazTras destaparse el caso del local nocturno Katanas con las presuntas denuncias de trata y tráfico de personas, funcionarios ediles intensificaron los controles en lenocinios de las ciudades de La Paz y El Alto y procedieron con el cierre de éstos, dieron a conocer hoy las trabajadoras sexuales a través de plantones en las alcaldías de ambas ciudades.Con pancartas en mano, barbijos y sus rostros tapados con mantas u otras vestimentas, las meretrices exigieron respeto a sus derechos laborales y manifestaron que el trabajo que realizan no es obligado.»Nosotras necesitamos llevar ingresos a nuestros hogares. (La Alcaldía) viene a cerrar los locales no estamos haciendo nada malo, los controles se intensificaron y están cerrando los lugares donde trabajamos”, exclamó una de las trabajadoras que prefirió mantener su identidad en reserva.La presidenta de la Organización de Trabajadoras Nocturnas de Bolivia (OTNB), Lily Cortez, dijo que no se permitirá una cacería de brujas y «que el trabajo sexual es distinto a la trata y tráfico de personas”.De igual manera, aseveró que la OTNB tiene registradas a las trabajadoras sexuales y que ellas cuentan con los documentos que les permiten realizar su trabajo.En Bolivia hay alrededor de 50.000 lenocinios o locales nocturnos, entre registrados y no registrados y en El Alto entre 3.000 a 3.500, según Cortez.

Trabajadoras sexuales protestan por controles en clubes nocturnos

Al grito de «no nos confundan, no somos proxenetas», las meretrices reclamaron a la Alcaldía de La Paz que cese los cierres de locales nocturnos, tras la clausura de dos conocidos clubes que funcionaban en el centro paceño.La movilización de las trabajadoras sexuales en puertas del Palacio Consistorial. Foto: La Razón La movilización de las trabajadoras sexuales en puertas del Palacio Consistorial. Foto: La RazónLa Razón Digital / EFE / La PazTrabajadoras sexuales de La Paz y El Alto protestaron hoy en ambas ciudades contra los controles en los clubes nocturnos, que se intensificaron en los últimos días a raíz de un caso de trata y tráfico de mujeres en un local paceño.Las mujeres se manifestaron primero en El Alto y luego en las puertas de la Alcaldía de La Paz, con los rostros cubiertos y portando pancartas en las que pedían que no se criminalice su trabajo y aseguraban estar en contra de la trata de personas.Al grito de «no nos confundan, no somos proxenetas», las meretrices reclamaron a la Alcaldía de La Paz que cese los cierres de locales nocturnos, tras la clausura de dos conocidos clubes que funcionaban en el centro paceño.»No vamos a permitir una cacería de brujas, ni el cierre de locales. (Si) quieren cerrar locales vamos a salir a las calles en La Paz a trabajar», advirtió la representante del sector, Lily Cortez, en declaraciones a los medios.Defendió que el trabajo sexual «es distinto a la trata y tráfico de personas» y que las manifestantes se dedican a ese oficio «por voluntad propia», sin que les obligue «nadie».Agregó que pidieron por carta una reunión al alcalde de La Paz, el opositor Luis Revilla, para explicarle la situación del sector y exigirle respeto por el trabajo que realizan.El municipio paceño dispuso en los últimos días el cierre de los clubes La Diosa y Katanas, después de que se denunciara al dueño del último local, Marco C., por supuesta trata y tráfico de mujeres traídas desde Brasil, Colombia, Cuba, Paraguay y Venezuela.La hija de Marco C., Noemí, denunció la semana pasada que su padre y el administrador del club, Gustavo F., traen a Bolivia mujeres de varios países con el engaño de convertirlas en modelos o darles trabajos legales, pero cuando están en La Paz o Santa Cruz (este) son trasladas a centros nocturnos.A las mujeres les quitan sus documentos y las obligan a prestar servicios sexuales bajo amenazas, agregó la denunciante, que también acusó a su padre de «violar a muchas mujeres».Marco C. fue enviado el fin de semana a la cárcel paceña de San Pedro y Fernández al penal de Patacamaya, en el Altiplano, acusados ambos por los supuestos delitos de trata de personas y organización criminal.