Anorexia, dislexia y ataques de ansiedad… los demonios de Victoria de Suecia

Este viernes, la princesa heredera cumple 40 años. Para celebrarlo, habla por primera vez sobre los trastornos y manías de una futura reina

Victoria de Suecia, con su marido

En vísperas del 20 aniversario de la muerte de Diana de Gales, muchos príncipes europeos han decidido seguir su estela y abrir su corazón en televisión. Lady Di fue la primera “royal” en dar una entrevista para hablar de su anorexia, sus intentos de suicidio y sus infidelidades matrimoniales. Y a nadie se le escapa que ese arranque de sinceridad le garantizó la eternidad en el imaginario colectivo: 15 millones de británicos siguieron su intervención en la BBC con la que se ganó el título de “princesa del pueblo”.Dos décadas después, la nueva realeza no tiene complejos a la hora de hablar públicamente sobre sus fobias, enfermedades y trastornos. Hace unos meses, el príncipe Enrique confesó los problemas de salud mental que sufrió tras la muerte de su madre. Ahora, ha llegado el turno de Victoria de Suecia. El 14 de julio, la princesa heredera del país escandinavo cumple 40 años y para celebrarlo ha decidido dar una entrevista a SVT, la cadena pública sueca, en la que aborda con naturalidad su lucha contra la anorexia, la dislexia y la ansiedad.

En el documental especial que emitirá SVT, la princesa reconoce que ha superado sus desórdenes alimenticios, pero que “la ansiedad sigue ahí”. La futura reina de Suecia (será la cuarta jefa del Estado mujer de su país) también recuerda que fue víctima de acoso escolar en sus años de colegio por culpa de la dislexia, un trastorno del aprendizaje de la lectoescritura que comparte con su padre, el rey Carlos Gustavo. “Solía pensar que era estúpida y lenta”, admite en la entrevista, en la que descarta que su posición real haya contribuido a sus problemas de juventud: “Hay tantas razones para sentirse mal como personas en el mundo”.Al igual que el príncipe Enrique, Victoria de Suecia está preocupada por la salud mental de las nuevas generaciones. “Todas esas imágenes perfectas que se suben a las redes sociales no son buenas. La idea de que todo tenga que estar pulido ejerce una presión poco realista sobre la gente joven. Para mí, como madre, es importante que los niños sean niños. Mis padres hicieron exactamente lo mismo conmigo”, reflexiona la hija de los reyes suecos, que es madre de Estelle, de 5 años y Oscar, de 1.No es la primera vez que la futura soberana se sincera sobre sus demonios. Hace unos años ya habló sobre los episodios de anorexia que tuvo que padecer con solo 18 años. “Quería todo el tiempo hacer y ser mucho más de lo que podía”, reconoció. En noviembre de 1997, la casa real anunció que la princesa sufría un desorden alimenticio. Entonces tuvo que posponer su ingreso en la universidad y seguir un tratamiento de recuperación en Estados Unidos, donde aprendió a “poner nombre a los sentimientos, a marcar límites y a no exigirse demasiado”.Tras recuperarse de la enfermedad, estudió en la universidad de Yale, hizo prácticas en la embajada sueca en Washington D.C., se alistó en el ejército de su país y cursó Ciencias Políticas en la Escuela de Defensa Nacional de Estocolmo, donde se especializó en la gestión de crisis y la cooperación internacional. En 2009 se licenció en la universidad de Uppsala en estudios sobre la paz y conflictos importantes. «Una princesa nunca termina de formarse», ha repetido en varias ocasiones. Con casi 40 años, Victoria ya sabe cómo librar batallas y ganar guerras… interiores.Fuente: revistavanityfair.es