De acuerdo con datos del IBCE, las importaciones de vehículos entre enero y junio de 2018 fueron un 21% inferiores a las del mismo periodo de 2017.China se convirtió en el principal proveedor de vehículos a Bolivia, desplazando a países como Japón. En el primer semestre del año, el 25% del valor total de las compras al exterior de automotores corresponden a este país, según el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE).Entre enero y junio de 2018, Bolivia compró vehículos del gigante asiático por 106,9 millones de dólares, muy por encima del segundo país en la lista, Japón, cuyos automotores fueron importados por 74,1 millones de dólares (ver gráfica).Los datos del IBCE muestran además que los motorizados para uso industrial fueron los más demandados por el país, alcanzando el 50% del valor total de las importaciones, por encima de los vehículos para usos no industriales y de pasajeros.Respecto al volumen, los automotores chinos representaron el 42% de las compras al exterior.Si se observan los datos estadísticos del año pasado, China también ocupó el primer lugar como origen de las importaciones de vehículos con 262 millones de dólares, es decir el 24% del total comprado del exterior.Mientras que el saldo, 843 millones de dólares, fueron adquiridos desde Japón, que tuvo una participación del 19%; Brasil y EEUU, cada uno con el 7%; Tailandia e India con el 6% y con el 27% el resto de países.En retrospectiva, según datos del IBCE del año pasado, en 2003 el origen de compras de automotores lo encabezaba EEUU con el 42% de participación, seguido por Japón con el 36%, mientras que China no superaba el 1%.Menores importacionesLas importaciones de vehículos entre enero y junio de 2018 fueron un 21% menores en volumen que en 2017, llegando a las 58.563 toneladas en comparación con las 76.221 toneladas del mismo periodo el año pasado.De acuerdo con el gerente de la Cámara Automotor Boliviana (CAB), Luis Encinas, esta declinación se explica por los cambios de normativa aduanera que se presentaron en los últimos meses y que redujeron el tiempo que los vehículos podían estar en las aduanas interiores de 180 días a 60 días.“Esta reducción de tiempo obligó a los importadores a desviar sus vehículos a Chile o a importar menores volúmenes, pero por suerte esa situación ya ha sido subsanada”, explicó Encinas.Otra de las razones sería la exigencia de que los vehículos nuevos cumplan con las normas EURO 2, en vigencia desde el 1 de julio.Sin embargo, el gerente de la CAB adelantó que de acuerdo con las proyecciones de la Cámara, hasta fin de año las importaciones de vehículos nuevos caerán en 11,2% y de vehículos antiguos en 11,5%.Fuente: paginasiete.bo