Richard Arispe CarrascoA 7 meses de las elecciones generales aun pertenezco al grupo de personas que según las encuestas, no sabe, no responde, por quién votará este próximo octubre.
La decisión se torna complicada teniendo en cuenta que gracias al nueva Ley de Partidos, solo están en carrera dinosaurios de la política nacional, los que no dan ninguna garantía que puedan lograr una no buena, sino un regular desempeño de gestión gubernamental.
Muchos hemos quedados golpeados y decepcionados de ver como los políticos en campaña prometen de todo y no cumplen nada. Recordemos que llegamos al proceso de cambio cansados de mentirosos y ladrones de los partidos de derecha y de otros mimetizados en la izquierda que por sus apetitos lograron pasar ríos de sangre.
Jamás voté por Evo Morales y en la actual coyuntura menos, el apoyar a Evo Morales presidente 2020 a la eternidad, seria convertirme en cómplice de la ilegalidad, hacerme la burla del propio voto ciudadano del referéndum de febrero y ayudar al Tribunal Constitucional Plurinacional y al Tribunal Supremo Electoral a darle otro golpe a la democracia del país.
Evo ya tuvo el tiempo suficiente para demostrar su capacidad y los resultados son paupérrimos. La corrupción sigue campante y surgieron los nuevos millonarios e intocables de la justicia. Da vergüenza ver y escuchar como el actual gobierno en vez de mejorar o enmendar sus errores, sigue viajando para pedir novelas extranjeras o ir a los partidos de la selección nacional.
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Tampoco votaría por Carlos Mesa, pese a que ha demostrado gran capacidad en la oratoria y la comunicación, estoy cansado de los charlatanes. Mesa tuvo su oportunidad tras el escape de Goni, todo lo que pregonaba no lo cumplió y sucumbió a la presión de los cocaleros. Ahora con los cocaleros en el poder, no creo que logre frenar el narcotráfico. Creo que Mesa es el candidato sparring de Evo, pero no es el que verdaderamente logre arrebatarle el poder. Su tarea es hacerle un poco de sombra pugilística y acentuar la preparación de Evo. Recordemos que ambos se dieron la mano en la Haya y fracasaron. Mesa no quiso procesar al líder cocalero por los hechos luctuosos de octubre. Evo en reciprocidad, lo eximió de los distintos hechos denunciados contra Mesa.
Si voto por el tercero de las encuestas estaría desperdiciando la oportunidad de llevar las elecciones a una segunda vuelta, pero los dos primeros representan lo mismo de lo que gran parte de los bolivianos estamos cansados. Dicen que Ortiz tampoco tiene carisma, pero los anteriores tienen demasiado carisma y miren como nos va.
El 8% que supuestamente tiene el candidato de Bolivia dice no, no sirve para hacerle frente a los candidatos siameses del masismo, entonces que hacemos, si los otros candidatos, Patzi, Paz Zamora, Lema o Cárdenas, no superan el 3% de las preferencias.
Lo único que queda es esperar a que el masismo con la justicia azul, comience a procesar y perseguir a sus adversarios, que salgan más “trapos al sol” o que las encuestas, como siempre, estén erradas abundantemente. Porque esperar que cambien a María Eugenia Choque y su banda del TSE seria esperar un milagro. De momento ya se sabe quién va ganar, solo falta que votemos.
Fuente: Richard Arispe Carrasco