Un simple pedido de intervención

Miguel Angel Marañon Urquidi 

Los artículos que suelo escribir siempre están basados en un análisis económico (por ser esta mi profesión), sin embargo en esta oportunidad quiero referirme a la carta que doce parlamentarios nacionales enviaron a Donald Trump el 1 de abril, misiva que debería indignar a cada uno de los bolivianos sean mesistas, masistas o fascistas aunque creo que este último es la base ideológica de los parlamentarios firmantes, puesto que implícitamente piden a Trump (por ser rubio, letrado, millonario y presidente de la primera potencia militar) dar solución a nuestros problemas.

Desde el encabezado estos parlamentarios le rinden una excesiva idolatrización, llamándolo “excelentísimo señor presidente” cuando podrían llamarlo simplemente señor presidente, sin embargo, seguro argumentarán que por protocolo era necesario llamarlo excelentísimo, pero seguidamente indican “nos dirigimos a su autoridad”, que yo sepa, Trump es la primera autoridad de los EE.UU. pero de ninguna manera lo es de todo el mundo o de su “patio trasero” (como alguna vez llamo a Sudamérica).



En el cuerpo de la carta hacen una descripción de “todas las supuestas irregularidades” que se hubieran cometido en el país para repostular a Evo Morales, independientemente que estos argumentos fueran ciertos o falsos, los parlamentarios concluyen pidiendo a su Excelentísimo Presidente INTERVENIR para que se evite la consolidación de la “dictadura totalitaria” de Evo Morales.

Al pedir la intervención, ¿qué pretenden estos parlamentarios?, EE.UU. tiene tres formas de intervenciones, la diplomática que tiene por finalidad que el país norteamericano y sus países amigos corten toda expresión en los foros internacionales, esta medida no les dio buenos resultados.

La segunda es el bloqueo económico, que consiste en bloquear las cuentas bancarias de los países sancionados, tenemos como ejemplo el bloqueo a Cuba y recientemente a Venezuela, causando un desabastecimiento de los artículos de primera necesidad como ser alimentos y medicinas, logrando que los pueblos pasen hambre y enfermedades y de esta manera “tomen fuerzas” y derroquen a los gobiernos.

Y la tercera es la intervención militar, así tenemos como ejemplo Irak, Somalia, Libia y otros, causando innumerables muertes y otros delitos de lesa humanidad contra los habitantes y respaldándose en la negativa de someter a los soldados americanos a los tribunales internacionales, no creo que esta opción sea lo que buscan estos parlamentarios, pero quizás su objetivo principal apunta a un golpe de estado cívico militar (que es otra forma de intervención militar yanqui) recordemos que desde los años 70 a los 80 las dictaduras militares “eran a causa del pedido de la mayoría ciudadana”, y resulta muy casual que una de las firmantes (Norma Piérola) prefiera las dictaduras de botas y no de ojotas, debemos tener mucho cuidado en cuál sería el resultado de la intervención de su excelentísimo presidente norteamericano.

Los bolivianos somos lo suficientemente inteligentes y muy capaces para resolver nuestros problemas, siempre hemos buscado los mecanismos por los cuales hemos definido lo que es bueno para la mayoría, por lo cual y velando por nuestra soberanía debemos rechazar cualquier INTERVENCIÓN venga de donde venga porque somos libres e independientes y no necesitamos de extranjeros para desarrollar nuestra democracia.

Miguel Angel Marañon Urquidi es economista