Max Paredes, Periférica y el Centro son las áreas donde hay más vectores, según la comuna. En la ciudad, hay cuatro tipos de roedores, el Mus mus es el más común.
Para Mario Quispe y sus colegas lustrabotas ya no es novedad escuchar gritos de mujeres u hombres cerca de las jardineras del paseo de El Prado de la ciudad de La Paz. Ya saben que los culpables de los sustos son los ratones que invaden este sector.“Los ratones corretean más por las noches. No tienen miedo, se trepan y suben a los basureros para buscar comida. Cada rato se escucha gritar a las personas, en especial las jóvenes”, contó Quispe entre risas y con un tono de resignación.El macrodistrito del centro paceño es una de las tres zonas donde hay más proliferación de roedores. Las otras son Max Paredes y Periférica, según el encargado de control de vectores de la Unidad de Salud Integral de Animales del municipio paceño, Fernando Guzmán.“Hay principalmente en la zona Max Paredes, por la cantidad de comercio que existe y la falta de higiene en algunos de los mercados. Eso provoca que proliferen más”, explicó la autoridad.En las últimas semanas, en los municipios del norte paceño Caranavi y Palos Blancos se registraron casos de enfermedades transmitidas por roedores, como el arenavirus y el hantavirus. Este tipo de vectores son selváticos y no habitan en las áreas urbanas.¿Qué tipo de roedores hay en la ciudad? La directora de la carrera de Biología y experta en roedores, Adriana Rico, informa que el 90% de la urbe paceña está habitado por el Mus Musculus o más conocido como el Mus mus. “Estos roedores tienen hasta ocho partos al año”, dijo y precisó que por camada tienen entre cuatro a ocho crías.Según la especialista, las otras especies de roedores que habitan en La Paz, y representan el 10%, pertenecen a otras tres especies que viven en lugares cercanos a cerros y áreas verdes de clima más templado, es decir en la zona Sur. “Entre ellos están el Akodon Boliviensis y Oligoryzomys Andinus (que) viven en Mallasa. Y el Phyllotis que no llega más allá de la 21 (de Calacoto)”, sostuvo.Rico aclaró que eso no significa que el Mus mus no habite en la zona Sur, ya que se puede encontrar en este sector, en la zona norte, en el centro y en todo espacio urbano de La Paz. “Este ratón llegó de Asia y de Europa. Es más citadino. Convive con el ser humano y busca comida incluso en la basura”, dijo.Según el epidemiólogo Rubén Bilbao, los ratones que habitan en las ciudades pueden transmitir varias enfermedades gastrointestinales e incluso pueden contagiar pulgas.
Hasta pasean por las callesEn la avenida Buenos Aires del macrodistrito Max Paredes, muchas veces, los roedores caminan por las calles. “Esto ocurre por las noches, cuando las caseritas amontonan su basura en las esquinas. Los ratones se acercan en busca de comida”, dijo Esperanza, barrendera de este sector.En El Prado, además de andar por las jardineras, los roedores trepan o aparecen debajo de las bancas donde toman asiento los ciudadanos. Según el funcionario de la Alcaldía, la proliferación de ratones en el macrodistrito del centro ocurre principalmente porque hay casas antiguas, lugares que por su estructura se convierten en los escondites de estos vectores.Guzmán explicó que las orillas de los ríos y las áreas verdes son los lugares donde hay más proliferación de vectores y donde más se reproducen.De acuerdo con la autoridad, no hacen este control en áreas protegidas “porque el biorat, insumo que usan los técnicos para eliminar los roedores, podría matar también a otras especies como las vizcachas”.Aunque no se puede definir la cantidad de ratones que viven en el municipio, Guzmán explicó que se impulsan las medidas de control, como la implementación de los contenedores de basura en las calles. Gracias a este proyecto se redujo el índice de infestación. “Podemos decir que del 100% de ratones que había antes, se bajó al 60%”, indicó Guzmán. Los colegios, los preferidosGuzmán explicó que en su unidad realizan controles de roedores, insectos y palomas en el municipio de La Paz. Contó que se trabaja en centros de salud, hospitales municipales, áreas verdes, mercados y espacios públicos, donde se pida su servicio.De estos espacios, según el funcionario, los colegios son espacios donde hay más roedores. “Esto ocurre porque los niños no terminan los alimentos que consumen en los recreos; también dejan sobras de sus desayunos escolares. Generan mucha basura. Entonces, ese es el mejor ambiente para los roedores”.Por eso, es importante que los maestros enseñen a sus estudiantes a depositar la basura en los contenedores. Aunque, resaltó, que este último año la unidad recibió menos solicitudes de desratización en los colegios. “El año pasado más de la mitad de los colegios pedían esas tareas, este año bajaron las solicitudes”.Los mercados y los jardines también se han convertido en fuentes de reproducción de roedores. “Por eso realizamos controles periódicos en esos sectores. En los mercados junto a las caseritas, la Intendencia y la Unidad de Mercados hacemos limpiezas”, explicó Guzmán.Una de las vendedoras del mercado Lanza reconoció que en el lugar hay muchos roedores. “Pero vienen por la basura que dejan las compañeras que venden verduras”. En el mercado Camacho, la maestra del sector Comedor, Amalia Jáuregui, afirmó que en su sector no hay ratones. “Hacemos muchos controles de limpieza”, sostuvo, pero no garantizó que en el resto de este centro no habiten roedores.Mario y los otros lustrabotas sostienen que la situación en El Prado era peor hace tres años. “Los ratones pasaban por encima de los borrachos que dormían en los jardines”, recordó.Fuente: Página Siete
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