Al menos 9 heridos y más de diez motos quemadas tras enfrentamiento en Mairana, entre pobladores y masistas

Grupos afines al Gobierno de Evo Morales se enfrentaron a los bloqueadores en la carretera en tres oportunidades la jornada de ayer en esta localidad del departamento de Santa Cruz.

Una jornada de violencia vivió Mairana (Santa Cruz) el lunes, toda vez que el punto de bloqueo en la carretera de esa población fue atacado en tres oportunidades, choques que dejaron al menos nueve heridos, 12 motocicletas quemadas y dos tiendas que sufrieron destrozos.De acuerdo al presidente cívico de Mairana, Luis Fernando Montaño, el lunes por la tarde gente afín al Movimiento Al Socialismo (MAS) llegó desde Comarapa para desbloquear la ruta en dos oportunidades, pero al ser repelidos, se replegaron. Sin embargo, alrededor de las 23:00, volvieron con más personas en cuatro camiones, por lo que los bloqueadores no pudieron resistir el ataque.En esta última refriega la diferencia, según el dirigente cívico, era de 70 contra 150 personas, dejando al menos nueve personas heridas, siendo una trasladada a Santa Cruz de la Sierra.“Vamos a hacer una denuncia por estos ataques”, dijo el cívico.



Montaño comentó que durante esta jornada se reagruparán para reforzar el punto de bloqueo en Samaipata. Además de indicar que el puesto policial de Mairana solo cuenta con cinco policías, número insuficiente para poder separar a las partes enfrentadas.Por otro lado, los campesinos de los valles se han instalado a la altura de El Fuerte de Samaipata para iniciar un bloqueo de carretera en apoyo al presidente Evo Morales y advirtieron que irán copando toda la zona hasta bajar a la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, además de acusar a los cívicos del posible desabastecimiento de alimentos.

«Rechazamos las actividades anti democrática que está realizando el Comité Cívico. Les damos un plazo de 24 horas para que depongan estas actitudes, caso contrario vamos a seguir avanzando hasta llegara a Santa Cruz», dijo Andrés Morales Castellón, ejecutivo de la Central Campesina de la provincia Vallegrande.

EL DEBER / Marcelo Campos