Calamaro gritó Bolivia Federal, Santa Cruz Federal

La última vez que vino fue hace 6 años en el extinto Sonilum Arena, Andrés Calamaro (el Salmón) dio un excelente concierto en Santa Cruz, en la Fexpo el 5 de octubre en el salón Guarayos que comenzó a las 22:30 con una duración hasta las 00:30 con dos bis (regresos al escenario). La gira 2019 se llama Cargar La Suerte.Calamaro venía de experimentar un show poco brillante en Cochabamba debido a varios factores como la altura que, el recinto carente de una atmósfera a la que está acostumbrado (salón de eventos del Hotel Cochabamba) en el que tuvo muy poco espacio en el escenario y en un ambiente de mesas y sillas y un exceso audiencia con celulares tomando fotos y filmando, en palabras simple, sin un clima adecuado. Además de ello sufrió de mal de altura a pesar de que en Cochabamba no es tan alto, Andrés asumió que falló y pidió disculpas por ello. Aproximadamente 3.500 personas corearon casi todas sus canciones pero las clásicas como Flaca, Sin Documentos, Alta Suciedad y otras fueron gritadas voz en cuello, esto generó un ambiente que animó al Salmón a quien se lo vio y sintió muy cómodo y contento, se sintió como una revancha en la que el público también quedo muy satisfecho.Abrieron el show los funkeros de Fiesta Cuetillo con un show acústico, fue un poco raro escuchar funk acústico pero sonaron impecables.Las productoras La Oreja Bolivia y DG entertainment fueron las encargadas del fichaje, la logística y el montaje técnico, la cita era inicialmente en el Fexpo Arena al aire libre pero hábilmente trasladaron el show al Salón Guarayos que con el “surazo” con lluvia y chilchi fue una decisión apropiada, el salón estuvo repleto en sus 3 sectores con un público que conocía prácticamente todo lo que traía el setlist.A Calamaro parece no gustarle que el público esté con sus celulares filmando y tomando fotos, al ingresar al escenario y luego de saludar, posó y dijo “pueden tomarme una foto”, insinuando que ese era el momento para hacerlo, a diferencia de otros shows los celulares no fueron tan utilizados.El escenario de esta gira usa un montaje bastante minimalista en el que destacan detrás como fondo de escenario 3 pantallas verticales y 2 a los costados que serían parte esencial para la narrativa del repertorio con imágenes en video y fijas muy bien guionizadas que reforzaban las letras de las canciones, pudimos ver obras de Banksy como símbolo de rebeldía y anonimato, a un collage de mujeres de la historia (las madres de mayo, Frida Khalo, lady Diana, Marilyn Monroe, la Madre Teresa y muchas otras), un video de Maradona, imágenes de Spinetta, un pequeño homenaje a Cerati, videos de protestas laborales de los 50s y en especial como parte del concepto de la gira “Cargar la Suerte” las imágenes de el Gauchito Gil y San Pugliese a quienes veneran como santos propios en buena parte de Argentina.Se notó que el Salmón estaba como en casa, muy cómodo y animado, lo político no pudo faltar, bueno, el show con el apoyo de las imágenes en video es bastante político en el que destacan las creencias de pueblo y grandes mitos reales, Andrés Calamaro a la mitad del concierto levanta una bandera cruceña y habla de una Santa Cruz federal, de una Bolivia federal, mencionó también de que Santa Cruz es como la Cataluña de España, muy afín con el reciente cabildo del cual el mismo Calamaro se informó para repetir esta consigna varias veces, escribiéndolo inclusive en su cuenta oficial de Facebook, definitivamente se preocupó por enterarse de lo que pasa en el país a diferencia de su anterior visita en la que habló más del socialismo en el país hace 6 años.Acompañado de grandes músicos, una banda sólida y eficiente de 4 miembros Germán Wiedemer en teclados, Mariano Domínguez en el bajo, Julián Kanevsky con las guitarras y Martín Bruhn en la batería. Habló sobre la importancia vital de la guitarra eléctrica en el rock mencionando a la Fender Telecaster, Julián utilizó 4 guitarras, una de ellas era una Stratocaster.Una noche cargada de canciones que marcaron la historia de Calamaro y la de su público, por la larga trayectoria estuvieron canciones importantes y algunas ausentes como Mil Horas. Punto alto para Calamaro, su repertorio, su puesta en escena, para los productores y una organización impecable y sobretodo para el público. Fuente: Julico Jordán