Atrapados en Alemania por el coronavirus: «Nos sentimos abandonados por nuestros gobiernos»

Los viajeros latinoamericanos también fueron sorprendidos por la explosión de la pandemia y muchos están aún atrapados en Alemania. Algunos han sido expulsados a la calle por hoteles y piden un vuelo humanitario.

En días en que la economía de países enteros parece derrumbarse y millones en América Latina no pueden salir a ganarse el sustento diario, el destino de muchos viajeros latinoamericanos parece no importarle sino solo a sus familias y amigos, quienes están llenos de incertidumbre.

La vida de Daniel Rubio y Stefany Castillo puede parecer de lujo. Son dos jóvenes que trabajan para viajar, o mejor dicho, trabajan mientras viajan para vivir. Como estos estos dos videoblogueros de YouTube e Instagram que recomiendan a dónde ir, qué visitar y dónde comer en París, Malta o Berlín. Ya llevan un año recorriendo Europa. Pero este viaje terminó abruptamente. «Hace 25 días llegamos a Berlín. Vinimos a conocer la ciudad, vivir su historia”, cuentan a DW. Solo que ahora están atrapados. «Tenemos un boleto para el 30 de marzo. Íbamos a volar a Nueva York y de allí a bajar por toda la costa este hasta México, y a través de América Central hasta Colombia”, detallan. Un recorrido ahora frustrado por la pandemia del coronavirus.



«Como nacionales de Colombia, se que la responsabilidad la tiene nuestro gobierno, pero nos gustaría que Bogotá entablara un diálogo diplomático con el gobierno de Alemania para coordinar un posible vuelo humanitario. Los colombianos podríamos irnos y el mismo avión podría traer a los alemanes atrapados en Colombia”, propone Daniel, profesional en negocios internacionales. Rubio recuerda que Colombia y Suiza lograron realizar un vuelo estos días, como él lo propone.

A causa de la cancelación de vuelos y el cierre de fronteras en muchos países, son cada vez más los latinoamericanos confinados en Europa y Alemania. Nadie sabe cuántos son porque los turistas no se reportan con sus consulados, pero lo cierto es que su situación también se deteriora.

«El hostal donde nos alojábamos nos sacó a la calle este lunes 23, pero a otros ya los había echado antes”, narra Daniel, «el argumento de los hostales es que, según las autoridades, no pueden recibir a más turistas”, prosigue. Pero el joven bloguero replica que él ya no es turista y solo está esperando poder tomar el próximo vuelo a Colombia.

Daniel sabe de otros 14 colombianos y de otras nacionalidades que corren la misma suerte, pero que es difícil localizarlos porque recorren el país de un lado a otro, en la dirección del rumor del día de que habría un avión que saldría en pocas horas. Pero su destino final es casi siempre un pasillo en un aeropuerto como el de Fráncfurt del Meno. A la medianoche del martes, ya no fue posible localizar a una estudiante mexicana que buscaba desesperada salir de Alemania.

Los blogueros Daniel Rubio y Stefany Castillo esperan que Bogotá y Berlín coordinen un posible vuelo humanitario Los blogueros Daniel Rubio y Stefany Castillo esperan que Bogotá y Berlín coordinen un posible vuelo humanitario

Ciudadanos de Berlín con corazón

«Por fortuna, después de haber salido intempestivamente del hostal, a mí y a Stefany, una ingeniera ambiental de la ciudad de Villavicencio, en el este de Colombia, nos acogió una familia de italianos y colombianos en su casa”, agrega Daniel, quien advierte que si los gobiernos no logran organizar un vuelo humanitario, van a dejarlos 30 días aislados, sin poder ingresar a su propio país. «Otra opción sería, al menos, una ayuda para pagar el hospedaje”, agrega. Los blogueros entienden que si bien le han tocado el corazón a personas en Berlín «darle alojamiento por un mes a una persona extraña es mucho tiempo”.

Para el joven Daniel está claro que ante la emergencia global «los Estados le tienen que dar prioridad al bien común sobre el individual. Pero América Latina tuvo la oportunidad de prever medidas mucho antes que cualquier otra región”, critica. Además, apunta que mientras Alemania no le ha cerrado sus fronteras a sus conciudadanos, el gobierno colombiano dispuso el cierre de fronteras para todos.

«Como colombianos nos sentimos abandonados por nuestro propio país, porque ni los consulados ni la embajada nos han presentado una solución real, solo nos mandan formulários”, expresa. «No se hacen cargo de nada. Todos estamos inscritos en la página de Migración Colombia, pero la verdad, nos sentimos muy solos, abandonados por nuestros gobiernos”, lamenta.

«Working holiday” que termina mal

El caso del chileno José Cantillana es otro sueño truncado. Él llegó a Alemania con una visa de «working holiday”, un permiso especial con el que latinoamericanos de algunos países pueden trabajar y aprender el idioma en Alemania. José llegó hace tres meses y tiene permiso hasta febrero de 2021. Ya había conseguido trabajo en una empresa de reparación de fachadas de viviendas, pero fue uno de los primeros en perder su empleo una vez la crisis del coronavirus estalló en Berlín. Ahora no tiene dinero, no puede pagar alojamiento ni comida. Solo quiere regresar a Chile lo más pronto posible, aún cuando sabe que la situación en el país suramericano puede ser peor que en Alemania. «Pero, por lo menos, voy a estar con mi familia», dice a DW. José no sabe si hay vuelos a Santiago, pero este 25 de marzo iba a ir personalmente a pedir socorro al consulado de su país.

Escape nocturno de Polonia como en tiempos de guerraOtros dos colombianos se encontraban hasta este 24 de marzo en Polonia, esperando salir en cualquier momento de la noche en dirección a Alemania, para buscar llegar al aeropuerto de Fráncfort, o a Holanda, con la esperanza de alcanzar un vuelo en Ámsterdam.El caso del colombiano Oscar Izquierdo es más complicado. Él entró a Europa el pasado 7 de marzo, un día después de que explotara la crisis en Colombia, cuando se registró allí el primer caso de infección de coronavirus.

Oscar Izquierdo está atrapado en Polonia desde el 16 de marzo Oscar Izquierdo está atrapado en Polonia desde el 16 de marzo

Oscar, que trabajó en Acción Cultural Popular, una de las instituciones de educación informal más reconocidas en América Latina, había cruzado de Alemania a Polonia, donde se encuentra atrapado desde el 16 de marzo. Todas las agencias estatales están cerradas desde entonces en la capital polaca. «El consulado de mi país en Polonia solo me ha podido suministrar información sobre los pasos fronterizos entre Polonia y Alemania, su ubicación, tiempos de apertura y riesgos”, cuenta. Regresar a Alemania era, según él, la mejor opción porque desde allí podría salir hasta Fráncfort, que es lo ya han hecho otros latinoamericanos. Pero solo pocos han tenido éxito.

Algunos latinoamericanos pudieron seguir hasta Suiza y alcanzar un vuelo humanitario desde Zúrich. Ahora, según Oscar, «nuestra situación ha empeorado con la declaración de estado de emergencia el 20 de marzo”. El primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, anunció más duras sanciones para quienes no cumplan la cuarentena y afecten la localización y rastreo de personas durante el proceso.

El riesgo de quedar en la calle y de ser infectado

«Aunque es permitido abandonar el país hacia Alemania al filo de la media noche, está a discresión de la policía detenernos y meternos en cuarentena obligada. Así que no nos garantizan nuestra salida ni nuestra salud, porque nos pueden confinar con personas enfermas”, es el gran temor de este profesional colombiano.

Por último, Oscar advierte que «el gobierno colombiano debe pensar que entre más dure la exposición de sus ciudadanos atrapados en el exterior, mayores serán los riesgos de que puedan contraer el virus”.

Colombia realizó en febrero pasado una compleja y costosa pero exitosa repatriación de 14 colombianos y sus familias chinas desde Wuhan hasta Bogotá, así como de ciudadanos mexicanos, venezolanos y de otras nacionalidades. Ahora, cuando en China están volviendo a abrir restaurantes y las salas de cine, son los ciudadanos latinoamericanos los que no pueden regresar a sus países.

(rr)

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Fuente: www.dw.com