El drama boliviano en Italia, entre el cuidado del otro y de uno mismo

COCHABAMBA |

Los residentes bolivianos que trabajan con adultos mayores en Italia están acostumbrados a la muerte, pero no en las condiciones que genera el Covid-19. La imagen de la caravana de autos militares con cientos de cuerpos para ser incinerados es algo que difícilmente se podrá olvidar. Mientras, la preocupación por las remesas para Bolivia crece. 



¿Cómo ha golpeado el coronavirus en Italia?   

Italia es el país con el mayor drama por coronavirus en Europa. Hasta ayer se tenía el reporte de 54.030 casos positivos, 8.326 ya se recuperaron y 6.820 fallecieron. Una hora y 20 minutos no fueron suficientes para que Yara Morales Rivera relatara a Los Tiempos lo que se vive desde hace un mes. Hay dolor, pero también muestras de solidaridad que desea compartir para que los bolivianos también asuman algunas. 

El inicio nos ubica en la región norte; la provincia de Lombardia, con sus 10 millones de habitantes, es la más afectada y en ella se encuentra  Bérgamo y Milán, donde residen la mayor cantidad de bolivianos. En toda Italia son 15.794 residentes, según datos de la Organización de Naciones Unidas. 

“El 20 por ciento de la población de esta provincia es adulto mayor y quienes se encargan de su cuidado son los bolivianos”, cuenta Yara. La mayoría son mujeres que aprendieron a lidiar con la muerte, debido a las características de su trabajo. Sin embargo, nunca se imaginaron enfrentar una situación de esta magnitud.

“Ocurre muy rápido entre la confirmación del caso y el ingreso a la unidad de terapia intensiva son sólo días. Italia tiene muchas unidades de cuidados intensivos, pero ha rebasado su capacidad. Algo que caló muy hondo fue ver a los camiones militares trasladar los cuerpos, porque en el cementerio ya no hay espacio y los llevan a cremarlos, porque no hay funerales”, explica Yara. 

Pero, además, cuando estas personas fallecen hay bolivianos que se quedan sin un trabajo y con la preocupación de no saber cómo mandar las remesas. “Es un hecho que va a haber una disminución y todos sabemos que las remesas son un aporte importante al PIB de Bolivia. Muchas mujeres sostienen a sus familias con estos recursos”, agrega.

Yara trabaja con los migrantes y se mantiene en contacto con varios. Una de ellas le comentó que trabaja en una residencia de ancianos donde hay unas 380 personas, pero en sólo una semana fallecieron unas 30. Yara considera que el apoyo y la solidaridad son fundamentales para salir delante de esta situación. 

Entrega de medicamentos a domicilio en Italia

Entrega de medicamentos a domicilio en Italia.
Los Tiempos

Vivir en cuarentena

Cafés cerrados, restricción de circulación, eventos públicos cancelados y cuarentena total es la realidad de los italianos desde el 6 de marzo y que se va a extender hasta el 15 de abril. El primer caso en el país europeo se registró el 21 de febrero, pero en un inicio no había conciencia, lamenta Yara. 

Al igual que en España y Bolivia, sólo se pude ir al supermercado o a la farmacia. Para llegar a esto tuvieron que atravesar una aplicación paulatina de medias que generaron caos en la gente. “En un primer momento hubo una avalancha de personas que fueron a comprar. Otras viajaron para pasar la cuarentena en sus regiones, por eso esparció el virus”, señala Yara como causas de la proliferación de la enfermedad. 

Yara cuenta que está concentrada en las lecturas para una investigación. Ahora cocina y trata de hacer ejercicios en casa. Y la comunicación es con videollamadas. “Me pesa mucho estar aislada de Bolivia, porque mi papá está delicado de salud desde hace tiempo y no poder llegar me genera ansiedad. Trato de que en Bolivia se sensibilicen respecto a las medidas de salubridad”, dice. 

Lleva 5 años viviendo en Italia y tiene muchos deseos de ver a su familia en Bolivia, pero va a esperar un tiempo hasta que sea prudente para no exponer a su padre. 
Quedarse en casa

Para mucha gente no es fácil atravesar por una cuarentena lejos de la gente que se ama, tampoco es sencillo ver un virus llevarse tantas vidas. El daño es sicológico, pero además no puede ir a un sicólogo, pero encuentra la esperanza entre los profesionales que se brindan a dar el servicio en línea y de forma gratuita. 

Por otro lado, la preocupación también pasa por lo económico. Las familias que viven de las remesas y las pequeñas empresas serán las más afectadas. 

“Italia es un Estado de bienestar con mecanismos para responder a los ciudadanos. No sólo con recursos del gobierno italiano, sino también de la Unión Europea que comprometió como 100 millones de euros para la reconstrucción socioeconomía”, observa Yara.

Empero lamenta que la situación en Bolivia no es igual. Entonces, considera importante que la gente que puede quedarse en casa lo haga y bien, pero sean solidarios con aquellos que no pueden”, reflexiona. 

Alienta a los desarrolladores de aplicaciones a diseñar algunas que permitan las compras desde el hogar a pequeños empresarios para que tengan ingresos. Además, ver mecanismos de ayudar a los adultos mayores que viven solos o no pueden ir a comprar sus enseres o medicamentos. “Es el momento”, asegura. 

“En Italia hay cafés o pequeños negocios que hacen envíos a domicilios, porque la gente necesita tener ingresos y otras necesitan apoyo de este tipo”, cuenta Yara. 

También considera importante que el gobierno esté presente en zonas de alto tráfico humano para dotar de barbijos y todas las medidas de bioseguridad. “Mucha gente dice que si no los mata el virus, se mueren por hambre y es que es así y se debe pensar en los mecanismos de proteger a esta gente”, asevera. 

Además, se deberían comprar equipos de aparatos respiratorios, porque es lo primero que va a requerir todo el país. Además, Yara pide que se atienda los pedidos de repatriación de bolivianos y que no se estigmatice al que llega de afuera. “No somos delincuentes”, agrega. 

El coronavirus debe ser una oportunidad para demostrar la solidaridad y la humanidad de la gente. No así las muestras de egoísmo que se han visto en las calles. La realidad de muchos bolivianos en el exterior es de dolor y angustia. Pregúntese: ¿cómo se sentiría en su lugar? Y busquemos la empatía para vencer.

Fuente: lostiempos.com