Hace unos días, un reconocido médico cruceño se preguntaba por qué no había llegado el Coronavirus a Bolivia. Entre las hipótesis que lanzó estaba la posibilidad de que el virus ya se hubiera instalado en el país y nadie lo había detectado. Desde todos los rincones se escuchaba decir que nos estábamos preparando como para una guerra, que todos los cerrojos estaban muy bien asegurados, pero por lo sucedido, lamentablemente el doctor del que hablamos tenía razón. El Coronavirus no solo había entrado por la “puerta grande”, es decir, desde Italia, uno de los más afectados en el mundo, sino que aterrizó con mucha facilidad en Santa Cruz, se paseó por tres departamentos hasta que finalmente se presentó solito en un hospital, con todos los síntomas del caso. Estábamos felices de ser los únicos en Sudamérica que se mantenían a salvo. Era la felicidad del que no ve.
Fuente: eldia.com.bo