Bolivia en el circuito de las drogas

LOS TIEMPOS, 18 DE JULIO DE 2008Bolivia en el circuito de las drogasEl decomiso en Santa Cruz de más de media tonelada de cocaína confirma que Bolivia, además de ser uno de los más grandes productores, se está convirtiendo en un punto de tránsito de la droga fabricada en otros países, el Perú en este caso. De acuerdo a informes policiales, el cargamento, oculto en la carrocería de dos camiones, ingresó por la zona del Desaguadero y tenía como destino final Brasil y Argentina.La información ha debido causar alarma en los organismos policiales de nuestros vecinos, puesto que el operativo demuestra que el flujo del contrabando de droga procedente de Bolivia aumenta constantemente, si se toma en cuenta que las incautaciones representan sólo un pequeño porcentaje de la cantidad que logra llegar a su destino.En su momento, Brasil había presentado públicamente una queja formal, exigiendo a las autoridades bolivianas un mayor control en las fronteras. Seguramente Argentina, que es el primer país en América Latina en consumos de cocaína y segundo en el continente, después de Estados Unidos, hace lo propio mediante canales reservados.Así, Bolivia, con la droga «importada» reafirma su posición como uno de los mayores proveedores de cocaína del mundo, vergonzoso ranking que, como van las cosas, se mantendrá durante muchos años. Al aporte foráneo se suma la producción interna que, según estudios de la ONU, está estimada en 94 toneladas métricas anuales, un 17 por ciento más en 2007, en relación a los años anteriores.Por más que voceros del régimen masista se nieguen a reconocerlo, el aumento de la elaboración del alcaloide está directamente relacionado a las plantaciones de hoja de coca que, como es de conocimiento general, aumentan día que pasa, ante la pasividad del Gobierno que, por el contrario, parece alentarlas.Lamentablemente, ante la comunidad internacional, Bolivia se inscribe nuevamente con fuerza en el circuito del tráfico de drogas, echando por tierra esfuerzos que se habían hecho en gestiones pasadas y que, en alguna medida, aminoraron el estigma de «país de narcotraficantes». ERNESTOJUSTINIANO.org