El Nuevo Día. Según el informe del diario ‘O Globo’ de Brasil en varios operativos se han incautado ametralladoras enviadas desde Bolivia que pueden derribar aviones. El Gobierno boliviano ha solicitado un informe sobre la supuesta confiscación.
Al menos nueve ametralladoras desviadas del Ejército de Bolivia han sido incautadas a los grupos de narcotraficantes que controlan las principales favelas de Río de Janeiro en lo que va de este año, según fuentes policiales citadas ayer por el diario O Globo.
De acuerdo con la versión periodística, la ametralladora Lehky Kulomet ZB.30, fabricada por la República Checa y capaz de derrumbar aviones, se ha convertido en una de las más demandadas por los grupos criminales que controlan en tráfico de drogas en las barriadas pobres de Río de Janeiro.
El principal origen de las armas de ese tipo incautadas en operativos policiales contra el narcotráfico en Río de Janeiro son del Ejército boliviano, según las fuentes policiales consultadas por el diario carioca.
De acuerdo con la información, las ametralladoras son enviadas desde Bolivia hasta Paraguay e ingresan a Brasil a través de la ciudad de Foz de Iguazú, en la frontera entre Brasil y Paraguay.
Además de las nueve ametralladoras incautadas este año, otras diez fueron decomisadas el año pasado.
Todas, según O Globo, tenían el escudo del Ejército boliviano.
Las armas, con capacidad para disparar 500 tiros por minuto calibre 7,92 milímetros, puede alcanzar blancos a 1.500 metros de distancia.
La gravedad del asunto obligó a la policía de Río de Janeiro a solicitar auxilio en las investigaciones a la Agencia Brasileña de Inteligencia (Abin), al Sector de Inteligencia del Comando del Ejército y a la División de Combate al Crimen Organizado de la Policía Federal.
«El intercambio de informaciones ha sido constante. Puedo decir que en las manos de los narcotraficantes o de cualquier persona esas ametralladoras son muy peligrosas. No sólo por su calibre, sino por ser automáticas y disparar ráfagas constantes», afirmó el comisario Carlos Oliveira, jefe de la División de Represión al Narcotráfico de la policía de Río de Janeiro.
El diario agrega que las autoridades diplomáticas bolivianas en Brasil ya han sido informadas sobre el desvío y que inicialmente, antes de recibir las pruebas, protestaron contra la acusación. Río de Janeiro, EFE
‘El Gobierno pide informes’
El gobierno boliviano, mediante su embajada en Brasil, solicitó a las autoridades de ese país información sobre la supuesta confiscación de armas del Ejército de Bolivia a narcotraficantes en Río de Janeiro.
El ministro de Defensa, Walker San Miguel, dijo que el agregado militar en Brasil, coronel Gonzalo Quevedo, informó sobre la publicación periodística, la misma que está siendo confirmada por la delegación diplomática.
«Hemos pedido que, por los canales oficiales, solicite a las autoridades brasileñas (la confirmación) si esta información es evidente; si fuera así (hemos solicitado) que nos mande los registros», dijo la autoridad. ANF