Periodismo bajo fuego en un país polarizado

Poder. Mientras las turbas arremeten contra periodistas, Evo Morales se ensaña con algunos y hasta mella su dignidad.

Dolor. En el paro cívico del martes pasado, en el Plan 3.000, los periodistas sufrieron uno de los peores golpes registrados en los más de 25 años de vida democrática



El Deber

Roberto Navia | [email protected]

Hacer periodismo en Bolivia puede costar la vida o la reputación. En tiempos de Evo Morales y de la lucha por la autonomía, ejercer ‘el mejor oficio del mundo’ ahora cuesta caro. Testimonios hay muchos y la situación ha llegado a tal punto que los reporteros no saben si retornarán sanos a sus salas de redacción. Mientras el poder político incita a las masas para atacar a los obreros de la información, varios hombres y mujeres de la prensa cuentan sus peores momentos en la agitada cacería de la noticia.

Las agrupaciones del gremio, tanto de Santa Cruz como del resto del país, dan cuenta de que sólo en las últimas dos semanas 20 personas, entre periodistas, camarógrafos y choferes de medios, fueron agredidas físicamente por turbas, la mayoría de ellas seguidoras del presidente Morales y algunas por manifestantes de la ‘media luna’. No sólo hubo golpes, sino también arremetidas psicológicas y morales.

Roxana Lizárraga, periodista de la red Unitel, tiene a cuenta varias agresiones en su contra. El primer zarpazo del poder lo recibió en 2005 y fue el propio Evo Morales, que entonces era candidato presidencial, el que le dio un ‘garrotazo’ a su dignidad. «En una conferencia de prensa, después de que hice una pregunta, él me contestó: «Compañera Lizárraga, ni Álvaro (García Linera) ni yo somos Jorge Torres, a él es a quien usted tiene que revolcarlo, porque él es quien la ha dejado y la hizo sufrir».

Evo, ya de presidente, volvió a la carga. Después de que la periodista le preguntó si estaría dispuesto a dialogar con la ‘media luna’, le dijo: «Yo también le puedo faltar al respeto, yo también puedo ofenderla señora Torres». Lizárraga cree que el Presidente tiene un equipo de Inteligencia que le ayuda para meterse en los fundillos de los que él considera enemigos. Semanas después, empezó a recibir llamadas telefónicas de hombres que le preguntaban cuánto cobraba por servicios sexuales. Así se enteró de que alguien había creado una página web, donde la ofrecían como prostituta. .

La última cosa curiosa que le ha pasado fue que una de sus dos maletas fue retenida en La Paz, en un viaje que hizo a Sucre para la elección de prefecto, en la que ganó Savina Cuéllar. «Resulta que gente del Gobierno había llevado mi equipaje al Departamento de Explosivos y de Narcóticos», cuenta. No sabe con qué motivo.

Judith Prada, directora del programa semanal Informe Especial, de Gigavisión, tiene una historia para contar. A las 9:00 del 21 de enero de este año, ingresó a su primer día de trabajo en el canal 7, Televisión Boliviana, y al día siguiente la despidieron. «Fue el trabajo más fugaz que tuve», cuenta. Se enteró del despido el 22 de enero, cuando retornaba de la Plaza Murillo, donde hizo un despacho noticioso en el cual entrevistó a personas que estaban a favor y en contra de Evo Morales.

El jefe de prensa le indicó que después de haberse llevado a cabo una reunión en Palacio de Gobierno, Álex Contreras (ex vocero del Presidente) había tomado la decisión de que ella no iba más en el canal. ¿Por qué? Dice que le dijeron que hubo observaciones de masistas hacia el trabajo que hizo en los conflictos de Chapare, cuando Evo era dirigente de los cocaleros.

Mónica Salvatierra, directora de prensa de la red de televisión PAT, asegura que en sus 15 años de periodista nunca vio que agredir a un reportero sea algo habitual e incentivado por el Presidente de la República. Lamenta que el primer mandatario haya comenzado a atacar, y eso hizo que se abra el espacio para que la gente también lo haga. Recuerda que hace 12 años, cuando Evo era sólo un dirigente cocalero, respetaba el trabajo periodístico y mostraba predisposición a ayudar en momentos críticos.

Lamenta que ahora un periodista puede volver golpeado al canal, es más, dice que varios de sus colegas de PAT han sufrido daños físicos en coberturas recientes. «En La Paz, el canal ha puesto rejas a su fachada porque hace poco lo apedrearon. No se puede decir nada del Gobierno que manda a los sectores sociales a atacar», lamentó. Los periodistas del canal estatal también sufren. La Federación de Trabajadores de la Prensa de La Paz denunció que días atrás, en Santa Cruz, el camarógrafo Juan Carlos Thame, de Televisión Boliviana, fue agredido cuando cubría el paro en la región. Una voz que se atribuía la defensa cívica, se encargó de identificar al periodista del canal estatal, para que gente alterada por el trasnoche y por el consumo de alcohol en un punto de bloqueo arremeta contra este empleado.

Mario Roque, director del diario El Alteño, de la ciudad de El Alto, considera que este momento es crucial para el país, por ello cree que los periodistas tienen que presentar en cada edición noticias equilibradas.

Claudia Rodríguez, productora de la revista informativa de Full TV, considera que hacer un periodismo imparcial ahora es casi imposible.

«Cada uno lucha por lo que le conviene, muchos comunicadores me dijeron que iban a pelear por quien les da de comer».

La Defensoría del Pueblo lo que hizo, además de pronunciarse en contra de la violencia, fue emitir una resolución a favor de la periodista Roxana Lizárraga, condenando la falta de respeto hacia su persona por parte del mandatario de Estado. Pero Lizárraga, hasta ahora no ha recibido una disculpa y lamenta que más bien la lista de periodistas vulnerados crece cada vez más.

Ven en la unión la solución a la violencia

¿Cuál es la solución para que la violencia contra los periodistas no siga y más bien se elimine de una vez por todas? La Asociación Nacional de la Prensa ha sabido actuar tras que se enteró de que en Bolivia la libertad de opinión y la integridad física de los periodistas están siendo ultrajadas.

Por citar algunos ejemplos, la ANP denunció y lamentó que varios periodistas fueran agredidos en incidentes registrados hace pocos días. A su vez, la Federación Sindical de Trabajadores de la Prensa de Santa Cruz, el miércoles pasado acudió a la Fiscalía para denunciar las agresiones ocurridas durante el último paro cívico. El jueves pasado, tres de los 20 comunicadores que fueron agredidos el martes 19 en el Plan Tres Mil por los grupos afines al MAS iniciaron sus demandas penales para procesar a los responsables de los hechos.

Varios testimonios de periodistas coinciden en que la clave es apoyar a los dirigentes, porque es muy probable que la brutalidad del Gobierno se acentúe con represalias. Lo curioso, critican muchos, es que el partido en función de Gobierno desde un inicio trabajó en estrecha relación con gente ligada a los medios, como Álex Contreras, Wálter Chávez y el vocero Iván Canelas. Este último, dijo que el oficialismo está muy preocupado por la violencia contra los periodistas y lamentó que la oposición relacione estos acontecimientos con el partido de Gobierno.

Los hechos

1.- Internacional. La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) denunció a principios de octubre de 2007 que el líder boliviano Evo Morales lleva sus relaciones con la prensa en un ambiente de ‘crecientes tensiones’ y ‘apunta a crear’ su propia red de medios ‘con el apoyo de Venezuela’.

2.- Preocupación. A nueve meses de haber asumido, Morales ha comenzado a dar las primeras señales inquietantes de que las relaciones con la prensa podrían empezar a transitar un sendero escabroso’, advirtió la SIP en México.

3.- Enemigos. Una de las constantes afirmaciones del discurso del presidente, Evo Morales, es que gran parte de los medios de comunicación nacional, a los cuales considera como sus principales enemigos, está en su contra y en contra de su Gobierno. No existe palestra nacional o foro internacional donde el jefe de Estado boliviano no haya hecho referencia al tema.

4.- Derrocamiento. Morales acusa a cadenas televisivas de desarrollar una campaña contra el gobierno boliviano -en coordinación con empresarios de la rica región de Santa Cruz y empresas petroleras- y que además cree que apuntan a derrocarlo.

Las frases de Evo

«El primer opositor y enemigo que tenemos como Gobierno del movimiento indígena campesino es la mayor parte de los medios de comunicación de Bolivia»

«Hay que ir a visitar a los indígenas en sus comunidades, ellos necesitan información, porque algunos medios de comunicación desinforman…»

«Cada día nos combaten, nos denigran, nos ofenden con mentiras; nos quieren destrozar políticamente, quieren destrozar al Gobierno y a la Asamblea Constituyente»

«Voy a practicar un periodismo boca a boca con el pueblo, para contrarrestar a los medios de derecha que desinforman sobre las políticas del Gobierno»

«La SIP está diciendo que Evo no da libertad de expresión y de prensa en Bolivia. ¡Qué falso! Acá hay libertad de prensa, inclusive para discriminar…»

Puntos de vista

Existe una Campaña de desprestigio

Juan Javier Zeballos ® Defensor del Lector

Ahora cuesta mucho ejercer el periodismo porque se está poniendo en riesgo la integridad física debido a ataques del Gobierno y de la oposición, los mismos que son premeditados y que ven en el periodista a un enemigo más.

Ser periodista de un medio independiente cuesta, pero mucho más el ser de un medio estatal, porque ellos están vendiendo su alma al diablo porque no tienen opción de decir absolutamente nada que disguste al Gobierno. Es que los hechos han demostrado que si hablan mal del Presidente, pierden el trabajo, y si son identificados por una turba opositora al Gobierno, pueden terminar golpeados. Los medios privados están sufriendo una campaña de desprestigio por parte del Presidente y sus ministros.

El Riesgo de cubrir una información

Ronald Grebe ® Asoc. Periodistas de La Paz

El periodismo siempre ha sido una carrera muy peligrosa, a diferencia de otras profesiones que no arriesgan su vida para cumplir con sus deberes. Los periodistas, al salir a buscar las noticias diarias, se enfrentan con diferentes riesgos, más aún si la cobertura se tiene que efectuar en zonas de conflicto bélico, de revueltas sociales o revolucionarias. Por eso, hacer periodismo en situaciones como las que atraviesa actualmente el país cuesta bastante y es de mucho riesgo para los periodistas que están en el lugar de los hechos. La competencia es otro factor que influye, porque se quiere tener la primicia o las primeras imágenes de lo que está ocurriendo. Además, existiendo tantos y tan variados medios de comunicación, el número de periodistas es grande y por lo mismo tienen que correr detrás de ciertos acontecimientos sabiendo que es lo que sus editores esperan.