Precios de materias primas complican a la región

En América Economía, por Hilary Burke, Reuters

El auge económico que vivió Latinoamérica los últimos cinco años podría sufrir un revés. (Fotomontaje: Gustavo Poletto)



El auge económico que vivió Latinoamérica los últimos cinco años podría sufrir un revés si siguen bajando los precios de las materias primas que produce la región, desde la soja hasta el petróleo y los metales.

Argentina y Venezuela serían las naciones más afectadas por un desplome sostenido de los precios globales de los granos y el petróleo, principalmente debido a que esos dos países han usado los ingresos extraordinarios de los precios récord de las materias primas en años recientes para impulsar el creciente gasto público.

En contraste, Chile ha preparado con mucho cuidado un fondo para tiempos difíciles al que puede acudir cuando se derrumban los precios del cobre, a la vez que Brasil y México tienen políticas fiscales más conservadoras y economías más diversificadas para amortiguar el impacto.

«El barco se moverá, pero no se hundirá,» dijo Alberto Ramos, economista senior de Goldman Sachs, refiriéndose a la economía de América Latina en su conjunto.

«Es una perturbación negativa (…) pero no conducirá a un colapso mayor del crecimiento, a una reacción excesiva del tipo de cambio ni a una crisis financiera mayor como en las décadas de 1980 y 1990,» agregó.

«Argentina es la que está peor, por lejos, en el sentido de que su combinación de políticas está apalancada en forma muy significativa en los precios de las materias primas,» sostuvo.

El Gobierno de centroizquierda de Argentina ha gastado fuertemente para impulsar un crecimiento económico de al menos 8,5 por ciento en cada uno de los últimos cinco años, pero la alta inflación ha presionado a los funcionarios para que suban los salarios del sector público y los subsidios estatales.

Argentina es uno de los principales proveedores globales de productos de soja, maíz y trigo, pero a diferencia de Brasil, otra potencia agrícola, Argentina aplica fuertes impuestos sobre sus exportaciones agrícolas, por lo que sus finanzas son más vulnerables a las oscilaciones de los precios internacionales.

Los impuestos a las exportaciones, la mayoría de ellos sobre los productos agropecuarios, explican un 13 por ciento de la recaudación del Gobierno, de acuerdo con Mariano Lamothe, de la consultora Abeceb en Buenos Aires.

«Argentina, los ingresos extraordinarios que tuvo por las retenciones (impuestos sobre las exportaciones) se los fue asignando a mayores gastos; por lo tanto, cuando tenga menores ingresos, algún gasto se tiene que cortar o ver cómo se renueva la deuda,» dijo Lamothe.

Otra desventaja es que Argentina quedó afuera de los mercados de capitales internacionales debido a las demandas de los acreedores conocidos como los «holdouts,» que son aquellos que no aceptaron una reestructuración de deuda en el 2005, tres años después de que el país protagonizara el mayor incumplimiento de pagos soberano en la historia moderna.

Venezuela. Los precios de las materias primas han descendido desde los máximos en el último mes por las crecientes preocupaciones sobre la demanda de los consumidores y las empresas a escala global, a medida que tanto Asia como Europa siguen a Estados Unidos en una desaceleración económica.

El índice global de los precios de las materias primas Reuters-Jefferies CRB descendió a inicios de agosto al menor nivel en casi cuatro meses.

Los precios del petróleo han disminuido más de 20 por ciento desde su techo de mediados de julio por encima de los 147 dólares el barril, pero aún acumulan un alza de casi 80 por ciento en promedio respecto al año pasado. Venezuela es el cuarto exportador de crudo a Estados Unidos.

«La dependencia que tiene Venezuela de su petróleo es una enorme vulnerabilidad,» dijo Roger Tissot, un consultor independiente que se especializa en temas energéticos latinoamericanos.

«Sin los ingresos del petróleo, será muy difícil para el Gobierno mantener el saldo comercial, el resultado fiscal y el nivel de gasto público como para mantener contento al pueblo de Chávez,» agregó.

El presidente socialista venezolano, Hugo Chávez, ha gastado fuertemente en programas sociales, planes de salud y adquisiciones estatales de sectores económicos clave, mientras desparrama la riqueza de su país por la región a fin de apuntalar alianzas políticas.

Pero la nación aún sigue recibiendo grandes ingresos por el petróleo. «Se necesitaría una caída sostenida, al rango de 65-75 dólares por barril, para que el Gobierno probablemente se vea forzado a hacer difíciles concesiones fiscales,» dijo un análisis de RBC Capital Markets, de Toronto.

Lado positivo. No obstante, las dos mayores economías de la región, Brasil y México, probablemente tengan un mejor desempeño en cualquier retroceso.

Brasil, segundo proveedor mundial de granos de soja y exportador de petróleo, recibió este año el codiciado grado de inversión de parte de dos agencias calificadoras de crédito.

Si bien los números del comercio internacional de Brasil ya están acusando el golpe de las caídas de los precios de las materias primas, los analistas dicen que la disciplina del banco central para responder a la inflación y los altos niveles de inversión extranjera directa podrían contrarrestar el impacto.

En México, décimo exportador de crudo del mundo, el Gobierno usa estimaciones conservadoras para los precios del petróleo en su presupuesto, a fin de evitar difíciles recortes de gastos si retroceden los precios.

Las exportaciones de petróleo representan un tercio de la recaudación fiscal de México, y los ingresos adicionales de las exportaciones de crudo mayores de lo previsto se destinan a proyectos estatales de infraestructura.

Pero si bien los altos precios del crudo son buenos para el gasto del Gobierno mexicano, los costos récord de la energía han afectado a la economía de Estados Unidos, principal socio comercial de México.

«Es mucho más favorable el sano crecimiento en Estados Unidos que un ‘boom’ en los ingresos por precios de petróleo muy altos,» dijo Arturo Vieyra, economista del banco Banamex en México.

Las finanzas de Chile son de las más sólidas en la región, con superávit fiscales récord en los últimos dos años y ganancias de miles de millones de dólares ahorradas en el exterior.

Además, los precios del cobre siguen relativamente altos, ya que los economistas dicen que cualquier precio superior a los 2,50 dólares por libra es excelente, y el metal rojo se encuentra en torno a 3,35 dólares .

Perú, un exportador de minerales que disfruta su séptimo año de expansión económica, también está mejor posicionado que antes para soportar un descenso de los precios de los metales, con grandes reservas internacionales, escasa deuda externa y una fuerte demanda nacional.

Sin embargo, existe una ventaja derivada de la caída de los precios del petróleo y los alimentos: una menor presión sobre la inflación, que es un problema cada vez mayor en toda la región.