¡Estoy con Pando!

Susana Seleme Antelo

Por sus muertos y por quienes los han sobrevivido; por su querencia a la patria chica, que parece el eslabón más débil, pero no lo es a pesar de los escasos 30.000 habitantes de su capital, Cobija. Estoy con Pando por su valentía, su firmeza y resistencia, por la serenidad y decisión de su prefecto, Leopoldo Fernández, firme junto a los suyos, en estos tensos días de luto y dolor que se ciernen sobre sus cabezas. Estoy solidariamente Pando y con Bolivia, cuyo gobierno masista, ‘dizque’ del cambio, arremete a zarpazo limpio contra la democracia y el Estado de Derecho.

Ni en Pando, ni en Beni, Santa Cruz, Tarija y Chuquisaca hay intentos de golpes cívico prefecturales, como gritan a los 4 vientos Morales, sus hombres y mentor caribeño Hugo Chávez. Lo que sí hay es el derecho democrático y legítimo a reclamar lo que han usurpado a sus pueblos: el IDH que es salud, educación, desayuno escolar, caminos y desarrollo con equidad social para el presente y el futuro de sus habitantes.



¡Qué felonía la de presidente Morales y sus hombres! Mientras Pando lloraba a los muertos y sin terminar de contar los del día anterior, porque siguen apareciendo cadáveres, los dictadorcillos masistas militarizaban el departamento, decretaban Estado de Sitio y los militares seguían matando, disparando casi a quema ropa. El ejército desalojó violentamente a las personas que tenían tomado el aeropuerto de Cobija. Todo un contingente de efectivos militares llegó a esa ciudad y comenzó a gasificar y a hostigar a los manifestantes. Leopoldo Fernández a quien oímos en el programa ‘Sin letra Chica’ de Carlos Valverde, puede ser víctima de que se le apliquen los incisos 3 y 4 del artículo 112 de la CPE sobre los estados de excepción: órdenes de comparendo, arresto o confinamiento. Sin embargo, Fernández está protegido por su pueblo.

Mientras sucedía esta arremetida gubernamental en Cobija, el anunciado diálogo con el prefecto Mario Cossío, daba inicio sin la presencia de Evo Morales, y la autoridad departamental quedaba en manos de García Linera. Debe ser la sexta vez que desnudan su cinismo sin pudor alguno: mienten sin remordimientos ¿En quedó que la oferta de diálogo? ¿O es parte de la noticia para exportar, que, como dice el refrán, termina siendo ‘dialogando y con balas matando’?

No obstante, Evo Morales merece un estudio psicológico profundo, por la impasibilidad que ha demostrado ante los muertos que mata, y que, sin embargo, gozan de buena salud en la memoria y la conciencia colectiva de sus pueblos. Son los muertos de Cochabamba, Sucre, Tarija, amén de los caídos en las minas de Huanuni. Tampoco se le movió el piso por los Pando, que eran campesinos que el propio gobierno trasladó, para darles un ‘estate quieto’ a sus adversarios. Parece que no lo conseguirá. Lo que sí ha conseguido, es dividir el tejido social boliviano, mucho más importante que la unidad territorial que tanto cacarean.

Aun sin saber el desenlace del diálogo que siempre será una esperanza, y de la tregua acordada ¿a que atenernos? A seguir resistiendo. Si la paciencia a la que hacía referencia Morales tiene un límite, la paciencia de Pando, Beni, Santa Cruz, Tarija, Chuquisaca y la de todo el país, también la tiene para decirle al gobierno ¡ya está bueno, asesinos! Basta de matar, van 55 muertos, herir, sembrar odios y más lutos.

EL DEBER-DOMINGO 14-09-08