La FELCN desarticuló 22 clanes de narcotraficantes desde 2007

Estas organizaciones criminales invierten en el «negocio» hasta 100.000 dólares. Son organizaciones familiares que sustituyeron a los denominados «peces gordos».

Incautación de droga en 2008 supera todo 2007

La Prensa



Narcotráfico: un agente de la FELCN muestra una fábrica de droga en Cochabamba

Entre 2007 y el primer semestre de este año, la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) ha desarticulado en todo el país 22 clanes involucrados con la elaboración y comercialización de droga y con el lavado de dinero; estas organizaciones familiares sustituyeron a los denominados «peces gordos».

El director nacional de la fuerza antidrogas, coronel René Sanabria, explicó que los «peces gordos» del narcotráfico o los «barones de la droga», como Luis Amado Pacheco, conocido como «Barbaschocas», o Jorge Roca Suárez, entre otros conocidos en el pasado por esta actividad ilícita, ya no existen en el país.

Los registros de la FELCN muestran que en 2007 cayeron miembros de 17 clanes y este año, cinco. De las 22 organizaciones familiares criminales, diez se dedicaban a la elaboración y comercio de droga, cinco al tráfico de sustancias controladas para la producción de cocaína y siete fueron encontradas en posesión de droga y son sospechosas de lavado de dinero.

Nacimiento

Sanabria indicó que el boom de los «peces gordos» fue en las décadas de los 70 y los 80, incluso operaban con las mafias de los carteles de Colombia y México. «Se dedicaban a acopiar la droga y en algunos casos la hacían elaborar utilizando las zonas del Chapare y los Yungas. Pero entre 1998 y 1999 los grandes narcotraficantes extranjeros fueron expulsados del país y se quedaron los ‘narcos’ bolivianos, y posteriormente a eso nacen los clanes».

En la actualidad, al país sólo llegan emisarios de las grandes mafias con dinero para comprar cocaína base o clorhidrato, pero ya no están involucrados en la fabricación de droga.

Lo único que quedó de los «barones» de esta actividad ilícita en Bolivia son algunas personas que trabajaban para ellos en la fabricación de cocaína y que han emprendido su propio negocio ilícito asimilando las técnicas de elaboración, la instalación de pozas de maceración y el uso de los químicos, aunque ahora evolucionaron y emplean métodos modernos para fabricar los narcóticos.

«Son métodos colombianos —explicó Sanabria—, utilizan coca molida, recipientes grandes tipo licuadoras para mezclar con el químico que corresponde y posteriormente este resultado pasa a otro recipiente para sacar la droga líquida. Para este trabajo han reducido la cantidad de gente (dos a tres personas) para la elaboración y sólo necesitan una habitación, incluso utilizan agua potable, los residuos de la coca son expulsados por el inodoro».

El jefe nacional de la fuerza antidroga explicó que el Código Penal boliviano no menciona el término «clan», pero está tipificado como organización delictiva.

Estas organizaciones familiares dedicadas al narcotráfico están formadas por tres hasta diez personas; las integran padres, hijos, hermanos u otros grados consanguíneos. El jefe antidroga apuntó: «Por eso no son organizaciones grandes y se juntan entre allegados para no delatarse y mantener la reserva de la actividad ilícita».

Modus operandi

A diferencia de los «peces gordos», cuyo capital era como mínimo de un millón de dólares para la fabricación y/o acopio de droga, la inversión de los clanes alcanza en promedio los 100.000 dólares. Ese dinero es juntado entre los miembros del grupo. El aporte va desde los 10.000 dólares. «Si en la primera vez les va bien —dijo Sanabria—, para la siguiente fabricación van aumentando su capital».

El jefe antinarcóticos aseguró que los clanes se han extendido a todo el país y operan en las áreas urbana y rural. «También están en las regiones productoras de coca, principalmente en el Chapare (Cochabamba), la Asunta y Caranavi (La Paz), donde hay fábricas. Son productores de coca y al mismo tiempo elaboradores de droga».

Indicó que las organizaciones criminales se dedican sólo a una actividad ilícita: o a la elaboración o al comercio, pero no a ambas. Quienes fabrican, participan hasta en la venta de su producto a los acopiadores en su misma fábrica. Estos últimos utilizan más capital, de 100.000 dólares o más, para comprarla y luego entregarla a mayor precio en las fronteras a narcotraficantes extranjeros.

Existen clanes de más «alto nivel» con un promedio de capital de un millón de dólares. Son los dueños de los laboratorios de droga donde convierten la cocaína base en cristalina, por supuesto, ésta tiene más valor y es exportada a países europeos donde cada gramo cuesta 100 euros, mientras que en Bolivia el gramo llega a costar 50 bolivianos. Algunas de estas organizaciones tienen socios extranjeros.

«En los laboratorios —indicó el director de la FELCN— utilizan motores eléctricos, recicladores de químicos, requieren materia prima que es la cocaína base para volverla en cristal. Estos laboratorios están alejados del centro urbano, por los químicos que emplean y por los olores que desprenden».

Este año, la fuerza antidroga destruyó seis laboratorios en Beni y Santa Cruz, y no en todos encontró a los responsables.

Autores

Entre las organizaciones más conocidas están las familias Mamani y Rosales.

La primera estaba dedicada a la fabricación de cocaína base en la ciudad de El Alto en 2007. La segunda, formada por siete personas, fue capturada en un megaoperativo de la FELCN; le confiscaron 12 vehículos, 14 inmuebles, diez haciendas, dos avionetas y cuatro celulares satelitales; fue vinculada con el narcotráfico y lavado de dinero, tenía antecedentes y era buscada en Cochabamba; una de las involucradas era una joven dedicada al modelaje quien con ese pretexto sacaba droga al extranjero en sus maletas.

A éstos se suman los casos Paraguay, ocurrido en marzo de este año, en el que fueron aprehendidas tres personas en posesión de sustancias químicas (ácidos sulfúrico y clorhídrico) en la carretera Villamontes. En el Operativo Valluno, en mayo, otros tres familiares fueron arrestados por acopio de cocaína en la localidad Izozog, Santa Cruz; otros casos similares son Quindiro I y Cristal de Invierno II.

Los «peces gordos» desaparecieron entre 1998 y 1999, luego surgieron los «narcoclanes».

Incautación de droga en 2008 supera todo 2007

La cantidad de droga secuestrada en el primer semestre de 2008 supera toda la droga decomisada la pasada gestión. Según las estadísticas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN), en 2007 se incautó de 432 toneladas de cocaína y marihuana y en lo que va de este año son 1.132 toneladas.

El año pasado, la fuerza antidrogas secuestró 18 toneladas de cocaína base y clorhidrato y 414 toneladas de marihuana, mientras que en este 2008 decomisó 20 toneladas de cocaína y 1.112 de marihuana.

El director nacional de la FELCN, coronel René Sanabria, explicó que el incremento de las incautaciones se atribuye principalmente a dos factores. «Uno de ellos —dijo la autoridad policial— es el intercambio de información (sobre el movimiento de los narcotraficantes que salen y entran a Bolivia) con nuestros similares de Brasil, Chile, Perú y Argentina. Hay una gran confianza».

El segundo determinante son «las operaciones coordinadas y simultáneas» con los países vecinos, considerando que Bolivia es un país de tránsito de droga. Sanabria señaló: «Con el lado brasileño se ejecuta el Plan Bravo, con el Perú es el Plan Inca y con Chile, el Plan Huracán».

Uno de los resultados de estas coordinaciones este año es el secuestro de cinco toneladas y media de cocaína peruana y de media tonelada de marihuana paraguaya.

«El país sigue siendo un tránsito de cocaína y también se está convirtiendo en tránsito de marihuana».

Datos

El auge del narcotráfico para los «peces gordos» fue en las décadas de 1970 y 1980.

De los grandes «narcos» sólo quedaron enseñanzas de la elaboración de cocaína.

En Bolivia todavía ingresan miembros de los carteles de Colombia y México por droga.