Las tensiones políticas impiden que Bolivia mejore su calificación de riesgo

La nota del país está por debajo de la que tienen en este momento Brasil, Chile o Perú.

La inflación puede ser de 17,5% .

La Prensa



La tensa situación política por la que pasa Bolivia impide que pueda mejorar su calificación de riesgo país, que se mantiene estable como en 2007, y le perjudica en la atracción de mayores niveles de Inversión Extranjera Directa (IED).

Según un informe de la empresa Fitch Ratings, Bolivia preserva una calificación de B- que es similar a la de 2007. La firma precisa que «la severa fragmentación política, social y regional así como la amplia pobreza y los débiles indicadores sociales limitan las calificaciones soberanas de Bolivia».

La nota del país está por debajo de la que tienen en este momento Brasil, Chile o Perú, que son las naciones más atractivas para atraer capitales, aunque es mejor a la de Argentina, que en 2001 ingresó en «default» y dejó de honrar sus obligaciones con los acreedores externos, o a la de Ecuador.

Fitch destaca que el desempeño macroeconómico se mantiene fuerte y las exportaciones de hidrocarburos y de otros sectores extractivos seguirán apoyando el superávit fiscal de la cuenta corriente gracias al favorable contexto externo y que la sostenibilidad de la deuda no es preocupante.

La inflación puede ser de 17,5%

La calificadora de riesgo Fitch Ratings advirtió de que la inflación anual en la presente gestión puede alcanzar al 17,5 por ciento debido a que aún existen presiones sobre los precios internos y externos.

«Los shocks de precios internos y externos así como las crecientes expectativas de inflación podrían llevar a un aumento importante de la inflación, que Fitch estima será de 17,5 por ciento».

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística (INE), el Índice de Precios al Consumidor (IPC) acumulado a julio fue 8,8 por ciento, superior a la meta anual de 7,07 por ciento fijada por el Gobierno.

Fitch sugiere que se apliquen políticas que atenúen las presiones inflacionarias y considera que un deterioro sostenido del desempeño fiscal puede impactar negativamente la capacidad de pago de Bolivia si pone en riesgo el mantenimiento de la estabilidad macroeconómica.