El Mundo
El Director
No conozco a Leopoldo Fernández, lo único que me viene a la memoria es su papel de parlamentario ya sea de Diputado o Senador por décadas, tiempo después me enteré que cuando asumió el Ministerio de Gobierno se hizo una compra sospechosa de negociado de artículos para la represión policial y que su yerno era un operador poderoso de dicho ministerio, que era del entorno cercano al ex dictador (Banzer), que tuvo la habilidad política de sobrevivir el banzerismo, fue electo por Podemos como Prefecto y usó la autonomía para reciclarse con mucha habilidad, parece que él tenia una especie de voto cautivo en Cobija.
En más de una oportunidad delante del propio Presidente manifestó que este lo había invitado a ser Senador por Pando por el MAS, invitación a la que él declinó, al principio muchos de los prefectos autónomos y de la gente de Podemos tenían su duda sobre la lealtad de Leopoldo Fernández, temían que ceda ante la tentación de los ofrecimientos de Evo y el Vicepresidente, este hecho duró hasta los resultados de los referéndum de los estatutos y el ratificatorio, es en ese momento que se convierte en pieza fundamental para los autonomistas y una piedra en el proyecto masista.
En Pando no van a creer que se juega el país, existe algo raro que no encaja, parece que el tema del contrabando, de la triple frontera y el narcotráfico juegan un papel importante para que el gobierno hubiese decidido jugar una carta con un costo tan alto de credibilidad y político. Al mejor estilo de la dictadura Pinochetista (Ni Banzer ni García Meza fueron duros y represivos) vimos las imágenes de la llegada del Presidente a Cobija donde se desplegó al ejercito que con armas apuntaba a los ciudadanos para que el automóvil Presidencial parta a toda velocidad, se utilizaron más de 2000 efectivos, (Ni cuando Busch visita América Latina se ejecuta tal operación de seguridad).
Que el ejecutivo ponga en juego la independencia de poderes para tener en la cárcel a Fernández, no tiene explicación; que se gaste más de 130 minutos de televisan diaria (el costo del segundo va desde 3 a 9 dólares) en el país para denunciar que Fernández es el culpable sin que exista una investigación sobre los hechos de Cobija que merecen la mayor indagación de lo sucedido el 11 de septiembre, no tiene explicación; que se movilice a los adeptos del gobierno en este caso, no tiene explicación válida. La desesperación de ministros y viceministros para denunciar, acusar y sentenciar sin juicio alguno a Fernández es señal de que la estrategia va más allá de lo normal y merece una investigación, sigo pensando que algo hediondo existe en Cobija y el gobierno hace malabarismos para esconderlo.
Así como me llama la atención que la agrupación Podemos -por la que resultó electo- y sus colegas Prefectos en cuanto a su defensa mantengan un silencio parecido a la estupidez y continúen negociando como si nada con y por Leopoldo Fernández, mayor motivo porque la única explicación política y jurídica que existe sobre este personaje es que se trata de un secuestro de estado, una figura atípica pero que es la única que se acomoda en la verdad jurídica de los hechos que rodean esta extraña operación sucia.