Policía española halla droga en muebles de Bolivia

Los 90 kilos de cocaína llegaron por mar a Valencia.

La Prensa



Incautación: dos policías antinarcóticos cuentan los paquetes de cocaína, ayer

Madrid / EFE.- La Policía española desarticuló ayer una banda dedicada al tráfico internacional de cocaína a gran escala y se ha incautado más de 90 kilos de dicha sustancia, oculta en el interior de muebles de madera tropical transportados en contenedores desde Bolivia.

La droga se encontraba en el puerto de la ciudad de Valencia, en el mediterráneo español, a la espera de ser trasladada a la isla española de Mallorca.

Según informó la Policía, en la operación fueron detenidas nueve personas y se desmanteló un laboratorio clandestino donde se procesaba la droga.

Las investigaciones comenzaron cuando se detectó la llegada de importantes partidas de droga a Mallorca tanto por vía aérea como marítima.

Todo apuntaba a que uno de los detenidos, Manuel N.D., propietario de varios establecimientos de artesanía y empresario de la construcción, podía estar utilizando su actividad empresarial como tapadera para la introducción de estupefacientes en la isla.

Los agentes detectaron múltiples contactos de esta persona con otros individuos vinculados al mundo del narcotráfico, algunos de ellos relacionados con cárteles colombianos, afincados tanto en la isla como en la península, y en distintos países sudamericanos.

El detenido había importado varios contenedores, procedentes del país, y mostraba gran interés en conseguir un testaferro, propietario o administrador de una sociedad "limpia" que tuviera una cierta actividad mercantil, para que figurara como importadora de la carga.

Entre abril y septiembre llegó a importar hasta tres contenedores, con artesanías y madera tropical, que más tarde introdujo en Mallorca.

Ninguno de estos tres cargamentos transportaba droga, con el objetivo de dar cierta apariencia mercantil a la empresa "tapadera" y comprobar, a través de estas importaciones, posibles riesgos e inspecciones por parte de las autoridades aduaneras ibéricas.

No fue hasta el 17 de septiembre cuando llegó a Valencia por vía marítima un cuarto contenedor, con destino final a Palma de Mallorca. Tras la apertura del contenedor, los agentes comprobaron que entre múltiples vigas, capiteles y muebles de madera tropical, perfectamente ocultos e incrustados en el interior de 13 tablones de madera se encontraron un total de 78 paquetes con pasta de cocaína con un peso final de 90 kilogramos.

Las autoridades españolas dicen que uno de los detenidos tenía contacto con cárteles colombianos.

La pasta iba a ser procesada

La intervención empezó la semana pasada en Valencia, cuando los efectivos policiales abrieron un contenedor sospechoso de una empresa de Barcelona que llegó cargado, supuestamente, con 17 toneladas de mobiliario de madera y que, en realidad, albergaba un total de 78 paquetes, camuflados en 13 tablones de madera, que contenían pasta base de cocaína, que debía ser tratada para convertirla en la sustancia final, alrededor de 300 kilos de cocaína convencional de primera calidad. Según la agencia Europapress, la extracción de los estupefacientes duró un día y medio porque se hallaban envueltos en plástico y recubiertos con café humedecido para despistar a los perros entrenados de la Policía española.

A continuación se produjeron las detenciones en cadena, todas ellas entre el viernes y el sábado de la anterior semana, comenzando por el presunto cabecilla, quien se encontraba en Linares (provincia de Jaén), en compañía de otro empresario, un residente en Barcelona especializado en muebles que era el segundo en jerarquía, y un tercero, supuesto administrador.