Tendencia verde, el dólar en alza

La población prefiere el dólar frente a la moneda nacional incluso cuando la economía de Estados Unidos parece el Titanic después de haber chocado con el iceberg. La imagen refleja la angustia de la gente y su pesimismo respecto de lo que puedan hacer los líderes políticos.

La Razón

Editorial



Para sorpresa de muchos, el mercado paralelo del dólar ha comenzado a mostrar una tendencia diferente a la del Bolsín del Banco Central de Bolivia (BCB).

En las dos últimas semanas, en efecto, el precio del dólar en el mercado paralelo se situó en 10 centavos de boliviano por encima de la cotización oficial. Para que eso ocurra, el precio subió 20 centavos en vista de que, hasta ese momento, se cotizaba en 10 centavos por debajo del precio del Bolsín.

Es sólo una coincidencia el hecho de que este fenómeno se presente justamente cuando la economía de Estados Unidos atraviesa por una de las peores crisis de su historia. Pero quizá eso esté reflejando que el mercado paralelo boliviano desconfía más de la moneda nacional que del angustiado dólar.

Hace un año, la moneda norteamericana se cotizaba en el Bolsín en Bs 7,81 y ahora está en 7,09. Este descenso fue decidido por el Gobierno; el BCB cumplió las instrucciones y llegó a reducir la cotización hasta en tres puntos por semana.

Ese comportamiento debe comenzar a cambiar ahora que se envían mensajes muy claros. No son instrucciones de un ministro, sino señales importantes del mercado las que los funcionarios del BCB tendrán que aprender a interpretar.

Sin embargo, esta semana, el director del BCB, Gustavo Blacut, reveló que esa entidad está autorizada a apreciar la moneda nacional frente al dólar hasta cinco puntos por semana. El ejecutivo dijo que la tendencia no variará.

Acerca de las causas de este fenómeno, los expertos del sistema financiero boliviano opinan que el dólar ha entrado en la lista de los bienes económicos que existen en el mercado nacional, como los combustibles subvencionados. Es decir que se podría estar dando el caso de que, para ganar dinero, algunos bolivianos estén llevando al exterior los dólares baratos que existen en el país, igual que otros transportan las incómodas garrafas de GLP.

El alza del dólar paralelo se ha producido al fragor de las tensiones políticas de las últimas semanas. Es probable que los temores de los bolivianos hayan influido en el aumento de la demanda de los billetes estadounidenses.

Desde que el gobierno de Evo Morales decidió alentar a que los ahorros se vuelquen a la moneda nacional, los depósitos de la banca mostraron un cambio de tendencia que no refleja las ansiedades de las autoridades. En este momento, sólo el 30 por ciento de los depósitos están en bolivianos.

La posibilidad de que esta tendencia del mercado paralelo del dólar sea el reflejo de un incremento del pesimismo de los bolivianos es la más preocupante de todas.

La población prefiere el dólar frente a la moneda nacional incluso cuando la economía de Estados Unidos parece el Titanic después de haber chocado con el iceberg. La imagen refleja la angustia de la gente y su pesimismo respecto de lo que puedan hacer los líderes políticos en la actual coyuntura.

Quizá ese mensaje sea más elocuente que todos los demás para que los responsables de encauzar el diálogo iniciado en Cochabamba recapaciten y observen que sus actitudes, muchas veces hostiles y en total contrasentido con el pedido generalizado de paz, son la causa de la sensación de derrota que tienen los bolivianos al final de cada día de crisis.