Wall Street Journal critica línea blanda con Chávez

Washington.- El influyente periódico Wall Street Journal criticó fuertemente a la CIA y el gobierno estadounidense por su silencio sobre las conexiones del presidente venezolano, Hugo Chávez Frías, con países como Libia, Irak, y Cuba en promover actividades adversas a la seguridad nacional estadounidense e insistió en que se informe al público plenamente sobre las acciones hostiles del mandatario.La editora de noticias latinoamericanas de aquel diario, Mary Anastasia O’Grady, en un editorial pregunta por las razones que la CIA no quiere decir sobre ‘los complots de Chávez’ y sugiere que su jefe latinoamericano, Fulton T. Armstrong, debe ser reemplazado luego que aquel oficial rehusó a hablar en una audiencia parlamentaria sobre las tendencias políticas en las Américas. ‘No es el momento de tomar una actitud casual hacia las evidencias, cada vez más grande, de la amenaza a la seguridad estadounidense. En particular, hay los contactos entre el presidente venezolano Hugo Chávez y los agentes que le envían por Moammar Gadhafi de Libia, Fidel Castro, las guerrillas colombianas, y los grupos terroristas protegidos por Saddam Hussein’, escribe la editora. ‘Informantes fidedignos dicen que individuos de estados extremistas del Medio Oriente asesoran los aparatos que Chávez ha establecido para controlar a Venezuela’.Sigue declarando que los círculos bolivarianos son elementos de este control. Chávez, según la editora, se jacta de su apoyo de estos llamados ‘grupos comunitarios’, que la oposición acusa de ser las ‘camisas marrones’ de su revolución, en alusión a los pistoleros de Hitler.Cita al abogado venezolano, egresado de la Facultad de Derecho de Harvard, Juan Carlos Sosa Azpurua, quien busca justicia en Madrid por la matanza en abril de civiles fusilados por simpatizantes de Chávez, que los círculos son grupos mortíferos paramilitares quienes siembran el terror y la confusión. Asegura poseer pruebas de que la Disip entrega armas a los círculos. También afirma que su grupo tiene evidencias de altos militares que la guerrilla colombiana tiene campamentos adentro de Venezuela y que los militares venezolanos habían recibido órdenes directamente de Chávez de no atacarlos.O’Grady comenta que se debe entender el rechazo por Chávez de calificar a la guerrilla como terroristas en el contexto de esta actividad.También recuerda la editora que Alí Rodríguez, ahora presidente de Pdvsa, es miembro del grupo Sao Paulo Foro, fundado por Fidel Castro para fomentar la revolución en América, y que el jefe guerrillero Manuel Maralunda (Tirofijo) es también miembro.Pero O’Grady declara que son los nexos de Chávez con terroristas del Medio Oriente que son más preocupantes. Hace dos anos, después de que Chávez fue a Irak, dos funcionarios iraquíes vinieron a Venezuela para trabajar con estudiantes. Ahora, ofrecen becas a venezolanos para que ‘estudien’ en Irak. En marzo, el jefe del comando sureño estadounidense, general James Hill, señalo que la isla Margarita como ‘una base para terroristas islámicos, mientras opositores venezolanos declaran que el gobierno venezolano ha facilitado pasaportes a visitantes del Medio Oriente, quienes se han ido a Margarita para obtener fondos por sus actividades terroristas.’No hay que sorprenderse, de que Chávez quisiera agregar al Grupo de Países Amigos a Rusia, Cuba, China y Francia, que ahora es antiamericano’, dice el diario.Seguridad en VenezuelaLa revista británica The Economist analiza las versiones sobre la presunta complicidad del presidente Hugo Chávez con el terrorismo»¿Es Hugo Chávez un gobernante autócrata y complaciente con los terroristas?», se pregunta la revista británica The Economist en su edición de esta semana. La publicación asegura que ésa es una de las acusaciones que le hacen algunos de sus opositores más conservadores a Chávez, hasta ahora con poca o ninguna evidencia. «Pero ahora son más los que plantean esta pregunta», agrega la nota.El semanario recuerda que en una conferencia en Miami la semana pasada, el general James Hill – quien como jefe del Comando del Sur es el general de más alta graduación de Estados Unidos para América Latina- expresó su preocupación en relación con la isla venezolana de Margarita. «El general aseguró que la isla es un paraíso para los activistas de los grupos extremistas del Medio Oriente, Hamas y Hezbollah», dice The Economist, y añade que Hasil Rahaham, un musulmán de nacionalidad venezolana y sospechoso de sostener lazos con Al Qaeda, fue arrestado el mes pasado en el aeropuerto Gatwick de Londres, luego de que las autoridades encontraron una granada en su equipaje. La publicación en seguida menciona dos hechos: Rahaham había abordado el vuelo en Caracas y, días después, potentes bombas estallaron en las sedes diplomáticas de Colombia y España en Caracas. «La oposición responsabilizó a seguidores radicales del presidente Chávez», dice la nota.The Economist sigue: «El Presidente, quien sobrevivió a una huelga general de dos meses liderada por la oposición, asegura que está dirigiendo una ‘revolución bolivariana’ .Su historia política de nacionalismo radical lo ha dotado de amistades variopintas: es difícil decir si estas relaciones son ingenuas o algo más siniestro. Cuando era un joven oficial del Ejército, Chávez mantuvo relaciones cercanas con las guerrillas venezolanas vinculadas con Saddam Hussein y Corea del Norte. Luego de ser democráticamente electo presidente de Venezuela en 1999, intercambió misivas amistosas con Ilich Ramírez Sánchez, Carlos el Chacal, un famoso terrorista venezolano que cumple cadena perpetua en una prisión de Francia».La revista recuerda que Chávez se convirtió en el primer líder extranjero en visitar a Saddam Hussein y que después de los bombardeos a Afganistán aseguró que «no se puede combatir el terror con el terror». Según el semanario, los seguidores más radicales del Presidente le exigen que se oponga a cualquier ataque contra Irak y ven con recelo sus recientes ofertas a Estados Unidos, entre ellas mantener el suministro de petróleo.»Nada de esto constituye evidencia contundente de la complicidad presidencial con el terrorismo», afirma The Economist. «Pero agentes de inteligencia venezolanos señalan que el Gobierno de Chávez le da baja prioridad a las operaciones para rastrear a sospechosos de terrorismo. Sospechan que la comunidad árabe en Margarita recauda fondos para el terrorismo, pero en el Medio Oriente, no en Venezuela».La revista asegura que las denuncias de terrorismo del Medio Oriente no son nuevas en América Latina, y que durante muchos años funcionarios estadounidenses han observado a los comerciantes levantinos del área de la triple frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay.Cita casos como el del juez argentino que el 7 de marzo solicitó a la Interpol el arresto de cuatro ex funcionarios iraníes en relación con una explosión en 1994 en un centro comunitario judío, donde perdieron la vida 85 personas.»Las acusaciones contra Chávez por sus supuestos lazos amistosos con la guerrilla colombiana, desmentidas reiteradamente por el mandatario venezolano, son quizá las más perjudiciales. El Presidente declaró a Venezuela neutral en el conflicto entre el Gobierno democrático colombiano y los narcoinsurgentes.Colombia no recibió con agrado esta postura», recuerda la nota, que asegura que a Bogotá le sorprende especialmente la renuencia de Caracas a unirse a operaciones contra la guerrilla a lo largo de su porosa frontera.Además se recuerda que Álvaro Uribe, presidente de Colombia, declaró recientemente que su gobierno «está listo para ir tras los terroristas que abusan del pueblo colombiano, desde Venezuela o cualquier otro lugar donde se escondan».Uribe también ha expresado su deseo de que Venezuela defina a las FARC y al ELN como organizaciones terroristas. Sin embargo, dice la publicación, el ministro de Relaciones Exteriores Roy Chaderton indicó que esto sería una interferencia en los asuntos de Colombia. Pero los colombianos observan que Chávez suele describir como terroristas a sus propios opositores políticos.El artículo dice que, según funcionarios de ambos países, las guerrillas utilizan a Venezuela para apertrecharse. «Chávez ha desmejorado la seguridad fronteriza», acusa The Economist, y relata que el general más antiguo del Ejército (actualmente desempleado por su disidencia política) asegura que hay tres campos de la guerrilla colombiana en Venezuela.»Mientras que Estados Unidos ha estado concentrado en la crisis con Irak, Washington ha bajado la guardia con respecto a Chávez (aunque prácticamente aplaudió un golpe militar contra el mandatario venezolano en abril pasado). Pero los estadounidenses le proporcionan ayuda militar considerable a Colombia y el terrorismo es un tema en el que difícilmente verán con buenos ojos cualquier ambivalencia por parte del presidente Chávez», concluye la nota.http://es.altermedia.info/general/bwall-street-journal-critica-lnea-blanda-con-chvez-b_200.html