El Congreso recuperó su rol, pero sigue vulnerable

Se perfila más participación indígena y poca fiscalización.

Función. Tres analistas políticos consideran positivo el resurgimiento de este poder, pero vaticinan que no será duradero debido a los procesos que se avecinan y al acortamiento de mandato, que lo torna vulnerable.



image

Participación. Después de una actuación casi nula, el Parlamento retomó su liderazgo y se convirtió en el centro de debate nacional en estos últimos meses

El Deber

Roxana Escobar 

Con el pacto entre el oficialismo y la oposición para introducir cambios al texto constitucional propuesto por el Movimiento Al Socialismo, el Congreso acaba de recobrar su rol como escenario de debate nacional, consenso y críticas. Sin embargo, nada asegura que este resurgir del Poder Legislativo sea duradero.

Tres analistas políticos aseguran que la coyuntura que vive el país pesó mucho e hizo posible que los parlamentarios recobraran un rol protagónico. Creen que esto ayudó a fortalecer la institucionalidad; sin embargo, vaticinan que no hay bases que indiquen que esto se prolongue porque se aproximan dos eventos electorales con fechas  definidas, que significan el acortamiento del mandato de los parlamentarios y la transición de Congreso a Asamblea Legislativa Plurinacional.

El politólogo Fernando Untoja opina que hasta el pasado martes el Congreso nunca tuvo un protagonismo serio, en el sentido de debate, aunque la discusión no tuvo la profundidad que caracterizaba en años anteriores al legislativo. Pondera el papel de los prefectos y critica a la Asamblea Constituyente, porque considera que en ella debieron realizarse el debate y las modificaciones. “Ahora la discusión es más de queja, de lamento y de temor, pero no de convencimiento y puede ser importante si la oposición propone temas de sociedad y de Estado, y toma en cuenta la coyuntura y el largo plazo”, sostuvo.

Pese a ello, Untoja no ve con esperanza el accionar del Parlamento. A su juicio, seguirá devaluado, y en ello tiene que ver la carencia de una línea política definida, y el hecho de que el Congreso se encuentra a merced de los movimientos sociales, afirma. “No acabará con la crisis política, pero servirá como especie de tapón para evitar que la explosión se expanda”.

Para la socióloga Teresa Zegada, el fracaso de las negociaciones centradas en los prefectos y el Gobierno y las medidas de presión que condujeron a la violencia permitieron al Congreso retomar su protagonismo. Con esto, cree que se repone el valor de la institucionalidad democrática como mecanismo de resolución de conflictos. No obstante, Zegada señala que es cuestionable la durabilidad de este rol por los cambios que se avecinan y por la presión de los otros sectores que, por ahora, están atenuados pero, con certeza, seguirán siendo protagonistas.

“Con la aprobación de la convocatoria, el Congreso ha recuperado credibilidad frente a los sectores sociales, pero dependerá de la madurez del oficialismo para evitar imponer, y de la oposición para evitar obstaculizar y viabilizar este escenario como espacio de debate”, dijo.

También considera que el actual es un congreso menos polarizado y menos obstaculizador, aunque su nueva articulación es precaria, puesto que los desplazamientos lo vuelven vulnerable a otros cambios imprevistos.

La politóloga Ximena Costa  dice que es importante que el parlamento, que estaba venido a menos, reaparezca como instancia de debate público y se recupere la institucionalidad. Sin embargo, considera preocupante que el principal espacio de debate contribuya a legalizar y legitimar el producto de la Asamblea Constituyente, que enfrentó una serie de irregularidades y ha contribuido a un proceso de desinstitucionalización democrática.

Además, alerta que lejos de fortalecerse dicho órgano habrá más fracturas y desconfianza, y tampoco se mantendrá como hasta ahora, debido a que se les ha acortado su mandato y muchos de ellos corren riesgo de entrar o generar movimientos políticos, en la necesidad de ser candidatos para la próxima lista.

La devaluación del Poder Legislativo ya se vislumbraba desde el principio de la gestión de Evo Morales, que optó por dejarle escasa participación frente al Ejecutivo. Los miembros de los partidos políticos con representación en el Congreso admitieron en ese entonces que había lentitud en el accionar del Parlamento. Las dos principales fuerzas de oposición (Podemos y UN) culparon  al partido en función de gobierno de debilitar al Congreso.

  Punto de vista   

Fue sometido, pero no aniquilado

Víctor Hugo Cárdenas ® Ex presidente del Congreso

En gestiones gubernamentales pasadas el Congreso estuvo sometido al Poder Ejecutivo, pero nunca hubo una completa anulación como sucede en la gestión actual, donde ha sido aplastado por la dinámica del Poder Ejecutivo y no se respetó las prerrogativas.

Esto lo ejemplifico con dos hechos: después del estado de sitio impuesto en Pando, si el Congreso está en funcionamiento el Poder Ejecutivo debe informar inmediatamente a éste para que autorice la continuación o suspensión de dicha medida y esto no ha sucedido.

Un segundo hecho son los constantes cercos de presión sobre el Legislativo, impidiendo el ingreso de los parlamentarios opositores, cosa que no ocurría antes.

El Poder Legislativo tuvo una igual relación con el resto de los poderes del Estado; sin embargo, ahora está liquidado. En este último debate fue usado como un espacio que debió suceder en la Asamblea Constituyente, y se lo hizo para remediar una salida que convenga al Gobierno, a la oposición y a los partidos políticos.

Desde 2006 hasta ahora la anulación del órgano legislativo fue escandalosa. En Diputados, el poder Ejecutivo tiene mayoría y sólo en Senadores significa un freno a la hegemonía, pero con los últimos sucesos esa alianza opositora se ha visto debilitada. Antes había interpelaciones a ministros, informes y una actitud más crítica, era el escenario para superar los conflictos y construir acuerdos nacionales, y eso hoy no existe.

 

Se perfila más participación indígena y poca fiscalización

Función. Dos juristas coinciden en que la Asamblea Legislativa Plurinacional otorga privilegios a la participación de los indígenas frente al resto, también la no claridad en torno a la labor de fiscalización

image

Constitución. Grupos campesinos e indígenas ya mostraron su respaldo al nuevo texto que se someterá a votación en 2009

De aprobarse el nuevo texto constitucional, el Congreso Nacional estaría ahora en su último periodo como tal, puesto que entre los cambios propuestos figura convertirlo en una Asamblea Legislativa Plurinacional, compuesta por las cámaras de Diputados (130 miembros) y de Senadores (36 miembros), y sería la única con facultad de aprobar y sancionar leyes que rigen para todo el territorio.

El abogado constitucionalista José Antonio de Chazal observa el punto referido a la participación de la población étnica y de grupos indígenas, porque cree que se les otorga circunscripciones y un estatus especial. “No puede haber ni fuero ni privilegios a favor de nadie”, afirmó el jurista. El proyecto de constitución habla de inviolabilidad, lo cual puede ocasionar problemas a la labor de fiscalización que debe realizar dicho órgano, explica.

Además de sancionar y aprobar leyes, la Asamblea Legislativa Plurinacional tiene la facultad de fiscalización y si bien esta labor está contemplada dentro de las funciones no figura como algo esencial.

Algunos de los cambios propuestos se reflejan también en la elección de cuatro senadores por cada circunscripción departamental (actualmente son tres), y en la posibilidad de que los candidatos a la Asamblea Legislativa tengan como mínimo 18 años cumplidos al momento de ser elegidos. Con respecto a diputados, De Chazal cree que no se ha avanzado nada, puesto que se sigue manteniendo 130 miembros, cifra que a su juicio es elevada para un país como Bolivia. De éstos, la mitad es uninominal y la otra plurinominal. En su opinión todos los diputados deberían ser elegidos por circunscripciones uninominales para tener verdadera legitimidad, además se debe reducir el número para aliviar la carga al Tesoro General de la Nación, agregó.

Otro punto observado está en las modificaciones de los requisitos de postulación. Para optar a un cargo público se pretende exigir que el postulante hable por lo menos dos idiomas y uno de ellos debe ser originario.

El presidente del Colegio de Abogados de Santa Cruz, Fernando Cuéllar, cree que hay cambios de fondo que son preocupantes, y no sólo en lo que compete al Poder Legislativo, sino a todos los poderes del Estado.

“En el texto que se pretende aprobar existen y se mantienen las desigualdades entre los bolivianos, puesto que tienen preferencia las etnias y los grupos indígenas con relación a los mestizos y ciudadanos. “Unos (asambleístas) se eligen de una manera y los otros de manera distinta. Por eso es discriminatoria y racista; prevalece el concepto cultural frente al concepto de igualdad de los ciudadanos ante la norma”.

En su opinión, sucede lo mismo en el resto de la institucionalidad democrática (Poder Judicial, Corte Nacional Electoral y Tribunal Constitucional). La única modificación es que los candidatos tendrán que tener título y los elegirá el Congreso; mientras que en la actual Carta Magna se exige que sean bolivianos de origen, posean título y cumplan con los requisitos establecidos en la ley, lo que significa igualdad de derecho, porque si un ciudadano campesino cumple dichos cánones puede aspirar, argumenta Cuéllar. Sin embargo, en el proyecto de Constitución se establece que no vale la capacitación y prevalece el concepto étnico, afirmó.

En 33 meses de gestión gubernamental, el Congreso ha aprobado, por unanimidad, la ley de convocatoria a la Asamblea Constituyente y las autonomías departamentales.

Algunos datos del congreso    

Legislatura 2007. Leyes promulgadas 166, sancionadas 62, y pendientes 278, haciendo un total de 506 proyectos de ley.

Legislatura 2008. Leyes promulgadas 99, sancionadas 44, pendientes 266, suman un total de 409.

Conformación. El actual Senado Nacional está conformado por 27 miembros, entre ellos tres representantes por cada departamento, elegidos mediante voto universal y directo, dos por mayoría y uno por minoría de acuerdo a ley. En la actual gestión los partidos con representación son Poder Democrático, Movimiento Al Socialismo (MAS), Movimiento Nacionalista Revolucionario y Unidad Nacional.

Cámara Diputados. Está conformada por 130 miembros, la mitad de ellos se elige en circunscripciones uninominales y la otra mitad en circunscripciones plurinacionales. En esta Cámara la mayoría la tiene el MAS, partido de Gobierno. La distribución de los escaños entre los departamentos se determina por ley en base al número de habitantes, según el último censo. Por equidad la ley asignará un número de escaños mínimo para los departamentos con menor población.

Parlamentarios no quieren revelar si seguirán en carrera

Analistas políticos consideran que con los procesos electorales que se avecinan para la consulta sobre la nueva Constitución y la elección de Presidente, Vicepresidente, senadores y diputados, el tablero político sufrirá modificaciones, pero los parlamentarios aún no se atreven a revelar si trabajarán por continuar su carrera por algún partido político o darán un paso al costado.

El presidente del Senado, Oscar Ortiz, de Podemos, no quiso adelantar si buscará continuar frente al legislativo, aunque reconoce que el 2009 será un año electoral, por lo que considera que en el primer semestre se puede trabajar políticas del Estado y el segundo prácticamente estará marcado por las campañas.

Por su parte, el diputado Alejandro Colanzi asegura que se siente frustrado porque sus propuestas de leyes están paralizadas.  Cree que no han sido tratados ninguno de sus 57 proyectos de ley presentados, porque ni al Gobierno ni a la oposición les gustaban. “Veré qué sucede hasta enero, de repente regreso a mi consorcio o retorno a la cátedra”, dijo.