¿Quién maneja los 200 mil diarios para cercos y marchas?

Todos en el Conalcam quieren parte de la torta

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El pomposamente llamado Consejo Nacional para el Cambio (Conalcam) está lejos de ser una taza de leche y en cada reunión afloran agudas divergencias entre sus miembros. Pero no hay que llamarse a confusión, las discrepancias no se refieren en modo alguno a aspectos ideológicos, doctrinarios o aún de método.



El punto de divergencia es bastante más prosaico y mundano. Se trata de quien manejará los fondos que el gobierno de Evo Morales destinará a solventar la marcha que partirá de Caracollo y se dirigirá a La Paz para cercar al Parlamento y obligarlo a aprobar una ley de convocatoria al referéndum constituyente.

La última reunión de esta especie de soviet indígena realizada en Oruro este sábado fue escenario de un violento cruce de palabras entre Isaac Ávalos, dirigente de la confederación campesina afín al MAS y Fidel Surco, dirigente de los colonizadores.

Al parecer, Surco ha venido ganando protagonismo en el último tiempo y en consecuencia recibió la confianza de Evo Morales para manejar los recursos que se destinarán para pagar los sacrificios de los esforzados marchistas que partirán de Caracollo el próximo 13 de octubre.

Naturalmente esta decisión no fue del agrado de Isaac Ávalos, para quien Surco no es más que un advenedizo, un arrimado de último momento y en consecuencia no está calificado para recibir ni siquiera las migajas del festín que se dan los jerarcas masistas con el dinero del pueblo venezolano que dispone muy alegremente Hugo Chávez.

Se dice que el gobierno está disponiendo de alrededor de 100 bolivianos para cada marchista por cada día de caminata. Se ha calculado que desde Caracollo partan alrededor de 2 mil marchistas lo que hace la atractiva suma de 200.000 bolivianos diarios, atractivo que se incrementa si se considera que la marcha durará por lo menos 5 días, a lo que se suma la permanencia en La Paz.

En los próximos días tendremos un nuevo ejemplo y una nueva evidencia de la forma en la que el MAS ha prostituido a lo que llama “organizaciones sociales” y que en los hechos no son más que una pantalla para que un pequeño grupo de dirigentes corruptos y sin escrúpulos se enriquezca de forma insolente.

Si alguien duda solo tiene que pasar por la plaza Murillo antes del mediodía y ver los lujosos vehículos en los que llegan tanto Surco como Ávalos para declarar sobre la forma en la que piensan hacer pomada a la oposición y ofrecen derramar generosamente sangre boliviana, mientras no sea la suya.