Bolivia podría disponer de cuatro puertos en el Océano Pacífico

Sin soberanía.

Actualmente, se utilizan Arica y Antofagasta, pronto se sumará Iquique y, a futuro, Mejillones, siempre bajo las condiciones del Tratado de 1904 que otorga amplias facilidades a Bolivia para acceder a ultramar. El ex canciller considera positivo este avance que se negocia desde hace ocho años. En el tema del Silala, se estaría definiendo una compensación económica de Chile a favor de Bolivia.

Freddy Morales



La Paz/OPINIÓN

Bolivia avanza en forma positiva en las negociaciones que sostiene con Chile para ampliar sus posibilidades de acceso al Océano Pacífico, con la incorporación de un nuevo puerto inmediato para sus exportaciones e importaciones, y la habilitación de un cuarto a futuro.

Ese criterio fue expresado por el ex canciller y diplomático de carrera, además de consultor y docente en relaciones internacionales, Armando Loaiza, quien ofreció a OPINIÓN detalles de la información disponible sobre las negociaciones con Chile, que incluye la posibilidad de una compensación económica a favor de Bolivia por el uso de las aguas del Silala:

OPINIÓN: ¿Cuál es la información con que se cuenta sobre la posible habilitación del puerto de Mejillones para uso de Bolivia y su opinión sobre el tema?

Armando Loaiza: En principio conforma lo decidido en la última reunión del mecanismo de consulta políticas que es el instrumento oficial para la negociación de la agenda boliviano-chilena que acaba de reunirse en Santiago.

Conforme a lo que anota el acta de esta reunión, Bolivia estaría bajo los principios del libre tránsito, además de Arica y Antofagasta que tradicionalmente hemos utilizado como puertos de importación y exportación desde 1904, se ha incorporado el puerto de Iquique, donde Bolivia, en la zona llamada “de alto hospicio”, tiene una zona con importantes facilidades que podrá utilizar en Iquique.

Este logro ha supuesto varios años de negociación, no es desde hoy. Que yo recuerde, desde el año 2000 Bolivia ha venido negociando mediante los mecanismos de cancillerías este asunto.

Ahora se habla de la posibilidad, también, de incorporar el uso del puerto de Iquique y Mejillones, ya que son puertos de excelentes calidades, son de aguas muy profundas. Chile pretende erigir en Mejillones un mega puerto e instalar allí facilidades para que Bolivia pueda exportar producción minera.

Es un puerto especializado muy importante, es una zona de importante producción mineralógica chilena, por lo que se podría utilizar para ese efecto el puerto de Mejillones. Claro que va a suponer un tiempo la gestión, hasta que culmine esta autorización.

A mí me parece muy plausible que Bolivia utilice nuevos puertos como es Iquique y ulteriormente Mejillones.

Lo que quiero aclarar es que la utilización de estos puertos es en virtud del principio fundamental que existe en las relaciones boliviano-chilenas después de la firma del Tratado de 1904 que es la vigencia del más libre tránsito a favor de Bolivia que otorga Chile.

Esto no se debe confundir con la negociación marítima que está inscrita en la agenda de los 13 puntos. La negociación marítima conforme a los principios establecidos incluso por la nueva Constitución Política del Estado que busca probar el Gobierno el 25 de enero, la negociación marítima es la búsqueda de una salida útil y soberana al Océano Pacífico.

En este aspecto el acta consigna avances. Pero, siguiendo una tradición de dos años y medio de este nuevo Gobierno, nunca se dan a conocer los avances y se maneja con un gran sigilo esta cuestión marítima. Yo como boliviano tengo la esperanza de que se pueda encaminar una negociación a fondo como fueron las negociaciones de 1950, de 1975 y de 1986.

Esas negociaciones buscaban que Bolivia reasuma soberanía sobre un puerto sobre el Océano Pacífico y sobre las costas adyacentes a este puerto que es lo que Bolivia demanda.

O.: ¿Es inminente entonces la habilitación de Iquique y a futuro del puerto de Mejillones para beneficio de Bolivia?

A.L.: Arica está desde 1904, Arica y Antofagasta son puertos tradicionales. Desde el año 2000 Bolivia ha demandado la habilitación del puerto de Iquique.

O.: ¿Lo de Iquique es casi inmediato?

A.L.: Están las gestiones muy desarrolladas, de alta calidad y próximamente creo que va a haber un acto especial de inauguración de este complejo que se llama la zona de alto auspicio en vecindades del puerto de Iquique, es un puerto de gran desarrollo en Chile.

Ahora Chile está ofertando el mega puerto de Mejillones, bastante vecino al puerto de Antofagasta, pero esto va a suponer una gestión, una tramitación aunque yo lo encuentro muy auspicioso.

Como le digo, muchas tareas que está cumpliendo la Comisión Mixta, el tema del Silala, la infraestructura física, el corredor bioceánico, la habilitación del ferrocarril a Arica que sufrió graves desperfectos hace algunos años y que ya está a punto de concluirse. Todas son gestiones y actos bastante positivos.

O.: ¿Quiere decir que Bolivia contará casi se inmediato con tres puertos y un cuarto a futuro?

A.L.: Así es, pero bajo el principio del más amplio libre tránsito, que Chile le ha concedido a Bolivia en virtud del Tratado de 1904. Y esto no significa que el uso de estos puertos bajo el principio del libre tránsito, que Bolivia asume soberanía, que se va hacia a una negociación para reasumir soberanía con un puerto propio en el Pacífico. Eso es otra cosa.

O.: ¿Qué se sabe de la negociación sobre la reivindicación marítima?

A.L.: Se dice que se han producido avances, quiero interpretar positivamente esas palabras, pero la negociación diplomática necesita la natural reserva.

Ya llevamos dos años y medio y este asunto se está manejando con mucho sigilo y ha creado en los especialistas y en la opinión pública bastante inquietud, porque no conocemos nada.

Pero, tengo esperanza de que pueda encaminarse una nueva e importante negociación, porque en el pasado ha habido varias que no alcanzaron éxito.

O.: La demanda marítima de Bolivia ha estado ausente de los foros internacionales, de las reuniones bilaterales con Chile… ¿Cree que sea parte de una estrategia?

A.L.: Bolivia ha tenido la política tradicional de presentar en los foros multilaterales más relevantes, especialmente la OEA, la consideración del tema marítimo bajo el presupuesto de que Bolivia busca reasumir soberanía plena sobre un puerto en el Pacífico.

Yo creo que como emergencia de esta negociación, en este clima de confianza recíproca importante, como el Gobierno afirma que se ha creado entre Bolivia y Chile y entre sus jefes de Estado, creo que han preferido tener una política cuidadosa y hasta cautelosa en lo que toca al tema marítimo y otros organismos fuera del marco bilateral.

Seguramente es porque están buscando en su negociación bilateral con Chile llegar a acuerdos más profundos y prefiere esta reserva, que considero un excesivo sigilo.

O.: ¿Y sobre el tema del Silala, ha trascendido algo?

A.L.: También se documenta que se han logrado significativos avances a la par que se están profundizando los estudios técnicos. Claro que ya llevamos 13 años de estudios técnicos.

Tengo información que se está avanzando en la propuesta de soluciones efectivas que podrían derivar en una compensación económica a Bolivia luego de justipreciar el valor de las aguas del manantial del Silala.

Se podría derivar en una adecuada compensación económica que favorezca a Bolivia y posiblemente a las zonas aledañas del punto del Silala.

El mundo diplomático desconoce las negociaciones con Chile

En el mundo diplomático se desconoce el desarrollo de las negociaciones que sostienen las comisiones oficiales de Bolivia y Chile que, al inicio de la actual gestión de Gobierno, se definió con una agenda de 13 puntos, entre los que se incorporó la demanda marítima de nuestro país.

En las últimas horas, se mencionó un escueto informe que habla de un nuevo avance en esas negociaciones que la Cancillería boliviana sostiene en un marco de casi total reserva. Ese avance sería en torno a la habilitación del puerto de Mejillones, como otro acceso para la carga boliviana a los mercados de ultramar. El ex canciller y diplomático de carrera, embajador Javier Murillo, analizó para OPINIÓN esos informes:

OPINIÓN: ¿Qué opina sobre el anuncio en sentido de que Bolivia, como resultado de negociaciones con Chile, podría acceder al uso del puerto de Mejillones?

Javier Murillo: La verdad es que no sabemos con exactitud cuál es el rumbo que están tomando estas negociaciones. Para nosotros la meta central de la política exterior marítima fue siempre la de resolver nuestro problema de enclaustramiento mediante una salida soberana al Océano Pacífico, pero en ningún caso reemplazarla solamente con facilidades de tránsito.

El libre tránsito en los puertos que pudieran habilitarse en territorio chileno es un desarrollo de las obligaciones contenidas en el Tratado de 1904 y en otros complementarios, pero eso se deriva de allí, de una suerte de compensación obviamente muy reducida y limitada al hecho de haber sido enclaustrados. Pero, en ningún caso el tema central, repito, de nuestra política exterior fue buscar libre tránsito en puertos de Chile, sino una solución de fondo.

O.: Usted como experto y diplomático de carrera, ¿qué detalles conoce de estas negociaciones entre las comisiones oficiales de Bolivia y Chile?

J.M.: No, la verdad es que yo creo que es muy difícil hacer evaluaciones sin tener una información responsable de quiénes están conduciendo las negociaciones, si es que las hay. No sé cuál es el marco.

Primero se habló de una agenda de 13 puntos, dentro de la cual se puso el primer tema boliviano como sexto punto, lo cual me pareció que era bajar la jerarquía de nuestro tema central que es el retorno soberano al mar. Y luego no hemos tenido ninguna información de fuente responsable de nuestra Cancillería sobre los avances que pudieron darse dentro de la agenda tan publicitada de los llamados 13 puntos.

Es difícil emitir un criterio si vemos que las negociaciones se llevan dentro de una absoluta y hermética reserva, si es que las hay. Ni siquiera esto podemos saber para poder evaluar.

O.: Pero, en el mundo diplomático, ¿se ignora si hay o no esas negociaciones?

J.M.: No, la verdad es que no existe o por lo menos no he tenido yo acceso a ningún círculo de opinión que pudiera habernos aclarado un poco este panorama. De manera que no puedo emitir otros juicios al respecto.

O.: ¿De todos modos, favorecería a Bolivia la posibilidad de habilitar un nuevo puerto para las exportaciones nacionales, además de los que ya usamos ahora?

J.M.: La verdad es que habría que hacer una evaluación sobre la infraestructura desarrollada en los puertos que tradicionalmente ha utilizado Bolivia, vale decir Antofagasta y Arica. Es una infraestructura bastante desarrollada para el comercio exterior boliviano.

Tendríamos que saber a ciencia cierta qué facilidades adicionales, el equipamiento para movimiento de carga y almacenaje que existen en estas nuevas opciones que podrían ser más ventajosas que las que existen en cierta medida tanto en Arica como en Antofagasta. Eso habría que ver, pero repito, el tema fundamental no es ampliar el libre tránsito, sino negociar una salida soberana al Océano Pacífico.

Si eso no se está haciendo habría una suerte de cambio en la línea tradicional e histórica que ha seguido Bolivia que podría asimilarse a una suerte de claudicación o de capitulación. Eso no sería aceptable, cosa que tampoco creo, porque en el proyecto de Constitución que será sometido a referéndum existe una mención específica que implica el deber de todo Gobierno de insistir en una salida soberana al Océano Pacífico.

O.: ¿El tema marítimo, por lo menos a nivel de discursos y resoluciones ha estado ausente en las reuniones bilaterales así como en las Naciones Unidas y en la Organización de Estados Americanos?

J.M.: Sí, es un cambio de política y no tenemos la explicación convincente para que en fin, una tradición desde que Naciones Unidas nació el año 1945, todos los cancilleres en la Asamblea General siempre prestaban un informe e instaban a una convocatoria de diálogo para resolver el problema, pero en las últimas actuaciones, es verdad que se ha abandonado esa línea, no sabemos por qué.

Esto tampoco se ha explicado a la opinión pública. Habrá alguna razón me imagino pero no ha estado al alcance de la opinión pública.

O.: ¿Cómo definiría el desarrollo de este tema en la actual gestión de Gobierno?

J.M.: Yo creo que no ha habido ningún desarrollo, porque no conocemos ningún elemento que pudiera permitirnos opinar o evaluar el avance o los planteamientos que se hubieran hecho. No conocemos.

Aquí hay dos posibilidades: o las negociaciones son absolutamente reservadas y secretas o no las hay. No veo otra forma de evaluar el estado actual de esta gestión.