El presidente en Estados Unidos

El discurso presidencial es siempre el mismo, agregando ahora, en su visita al país del norte, la intención de hacer un  paralelo entre su ascenso al poder en Bolivia y el del actual presidente electo de los Estados Unidos, Barack Obama.

El Deber.



Primero a Nueva York y luego a Washington, la capital del ‘imperio’, como expresa habitualmente el Presidente Evo Morales. En la primera ciudad, nuestro mandatario se dirigió a la Asamblea General de las Naciones Unidas. Allí volvió a reiterar sus acostumbradas diatribas contra el capitalismo. Por repetitivas y por estar saturadas de ideología -en momentos en que el mundo más bien requiere dosis enormes de pragmatismo para enfrentar la crisis financiera global-, las palabras de don Evo Morales no han tenido mayores repercusiones.

La visita a Washington estuvo matizada por su conferencia en una universidad y su intervención ante el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA). Que se sepa, no hubo contactos oficiales. Durante su visita al organismo, Morales tuvo que vérselas con una manifestación de residentes bolivianos que protestaban en contra de las políticas que lleva a cabo su Gobierno.

El discurso presidencial es siempre el mismo, agregando ahora, en su visita al país del norte, la intención de hacer un  paralelo entre su ascenso al poder en Bolivia y el del actual presidente electo de los Estados Unidos, Barack Obama. Este racismo encubierto del presidente Morales no tiene mucho sentido ahora ni lo tuvo antes pues, como hemos manifestado en estas mismas páginas, ni el color de la piel ni el origen de una persona son hoy impedimentos en ninguna parte del mundo; sólo interesa lo que hay en la mente y en el corazón.

Por otro lado, EEUU tiene políticas de Estado de naturaleza permanente y si bien cada Presidente puede aportar con su sello individual, la consecución de esos intereses permanentes es lo que predomina. Por tanto, especialmente en el campo de la producción de hojas de coca destinada al narcotráfico, la posición norteamericana seguirá siendo inflexible. Al mismo tiempo, es un hecho que la futura administración estadounidense traerá cambios y nuevas perspectivas. También seguirá respaldando la cooperación y la asistencia hacia Bolivia, pero tendrá que ser el gobierno de Morales quien lance las primeras señales. La seguidilla anti estadounidense (expulsión del embajador, salida de Usaid de Chapare y salida del país de la agencia de control de drogas –DEA-)  ha herido la sensibilidad norteamericana y generado enormes susceptibilidades. El propio Obama se refirió en duros términos con respecto a la declaratoria de persona no grata contra el embajador Philip Goldberg.

La agenda boliviana con Estados Unidos deberá, pues, ir siendo trabajada con esmero y dedicación. Nadie puede darse el lujo en este planeta de llevarse mal con la superpotencia.

En lo que hace a la OEA, el tema dará en su momento para otro comentario. Basta decir ahora que  ese organismo ha generado en nuestro país diversas reacciones: cooperación por un lado y confusión o parcialidad por el otro. Muchos elementos de la Carta Democrática Interamericana no son respetados ni atendidos en lo que hace a Bolivia y en el marco del respeto por las instituciones republicanas.

Al Presidente le gusta viajar y lo hace frecuentemente. Al principio generaba en el exterior enormes simpatías. Poco a poco eso se  va diluyendo y como su discurso prácticamente siempre es el mismo, poco a poco también va cansando, o dejando indiferentes a muchos. Los viajes presidenciales son útiles cuando se trata de negociaciones directas y de lograr mecanismos de asistencia para el desarrollo. Entra en duda la utilidad de tales viajes si solamente son campañas ideológicas. El mundo atraviesa momentos difíciles. Lo que este planeta precisa de sus líderes son aportes constructivos, no repetidas quejas o críticas.

 

Respuestas que enloquecen

Oso Mier * ®®  Sonría ‘plis’

No es por mandarme la parte, pero una vez entrevisté al doctor Víctor Paz Estenssoro. Fue como dar una tesis, mientras escuchaba, paralelamente, una cátedra. Ahí supe lo que realmente era un estadista.

Le ha debido pasar lo mismo a doña Patricia Janniot luego de entrevistar en CNN a nuestro actual Presidente, cuando el diálogo fue más o menos así:

– Señor Presidente, ¿qué opina sobre la futura Constitución Política del Estado?

– Es una lucha en beneficio de los pueblos originarios, marginados por 500 años por las oligarquías que no me dejan aterrizar en sus ciudades, pero que la llevaremos adelante con el concurso pacífico de los movimientos sociales de Bolivia.

– Habrá un referéndum para su aprobación, pero hay estado de sitio en Pando y su prefecto está ilegalmente privado de su libertad. ¿Eso es posible?

– Es una lucha en beneficio de los pueblos originarios, marginados por 500 años por las oligarquías que no me dejan aterrizar en sus ciudades, pero que la llevaremos adelante con el concurso pacífico de los movimientos sociales de Bolivia.

– Hay quejas por parte de la prensa, que es agredida cuando quiere informar sobre esos movimientos sociales.

– Es una lucha en beneficio de los pueblos originarios, marginados por 500 años por las oligarquías que no me dejan aterrizar en sus ciudades, pero que la llevaremos adelante con el concurso pacífico de los movimientos sociales de Bolivia.

– ¿Cómo es posible que se libere a acusados cuyas acciones han sido probadas luego de hacer terrorismo y atentar contra un medio de comunicación televisiva?

– Es una lucha en beneficio de los pueblos originarios, marginados por 500 años por las oligarquías que no me dejan aterrizar en sus ciudades, pero que la llevaremos adelante con el concurso pacífico de los movimientos sociales de Bolivia.

– ¿Por qué usted ha expulsado al embajador de Estados Unidos en Bolivia, a Usaid y a la DEA, pese a que hay tanto narcotráfico, e insiste en aislarse no sólo de Estados Unidos, sino también de la comunidad europea?

– Es una lucha en beneficio de los pueblos originarios, marginados por 500 años por las oligarquías que no me dejan aterrizar en sus ciudades, pero que la llevaremos adelante con el concurso pacífico de los movimientos sociales de Bolivia.

– Gracias, señor Presidente. ¿Quiere agregar algo más?

– Solo decir que es una lucha en beneficio de pueblos originarios…

– Vamos a un corte…

* Lo de Paz Estenssoro es en serio, la otra entrevista no es chiste, es una pena.