Corrupción. Supuesto sobreprecio en la obra de unos 100 millones de dólares.
La Asociación de Ingenieros Eméritos de Cochabamba pide una nueva licitación bajo otras condiciones.
Un tramo del camino actual entre Villa Tunari y el departamento de Beni. | Daniel James
Suman pedidos de otro contrato para ruta a Beni
Los Tiempos
Por: María Julia Osorio M.
Los pedidos de un nuevo contrato para la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos aumentan, ante el supuesto sobreprecio en la obra de unos 100 millones de dólares.
El directorio de la Asociación de Ingenieros Eméritos de Cochabamba (Asieme), en un pronunciamiento público, pidió una nueva licitación pública con el sistema «llave en mano», pero bajo otras condiciones.
Asieme, con su solicitud, va más allá que la Sociedad de Ingenieros de Bolivia (SIB), filial Cochabamba, que el pasado lunes exhortó no llamar a una nueva convocatoria pública, pero sí renegociar el contrato firmado con la constructora brasileña OAS.
La Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) ha respondido con una negativa a la solicitud de revisión del acuerdo.
Asieme, en el comunicado, indicó que ABC se ha negado a realizar una inspección conjunta con el Colegio de Ingenieros Civiles a la zona del proyecto para revisar aspectos técnicos y evaluar.
Condiciones
Los ingenieros proponen que la nueva licitación sea efectuada bajo las siguientes características: un precio referencial serio en base a los estudios existentes y al perfil estudiado; análisis del impacto ambiental y proceso de mitigación para la fase de construcción y posterior operación y mantenimiento de la ruta; no menos de tres propuestas habilitadas; la obra licitada debe ser una carretera terminada con el componente de la responsabilidad de la constructora por cinco años.
La SIB propuso incorporar al proyecto renegociado unas cinco obras imprescindibles, que fueron obviadas del acuerdo con OAS, que justifiquen la inversión aprobada de 415 millones de dólares.
La entidad informó que, según estimaciones técnicas y antecedentes, la construcción del tramo Villa Tunari-San Ignacio de Moxos no debería costar más de 315 millones de dólares, es decir, 100 millones de dólares menos que el monto establecido en el contrato de adjudicación a la brasileña.
Asieme pidió, además, en una carta abierta, la renuncia de la presidenta de la ABC, Patricia Ballivián, por las supuestas irregularidades en la licitación de la carretera a Beni y el colapso de las carreteras de la Red Vial Fundamental por la falta de mantenimiento.
Argumentan que Ballivián «debe responder al cuestionamiento de sobreprecio (en la construcción de la ruta a Beni) aproximado de 150 millones de dólares que hicieron los ingenieros eméritos de Cochabamba el 18 de septiembre y también la Sociedad de Ingenieros SIB-CBBA y el Colegio de Ingenieros Civiles de Cochabamba».
Procedimiento «equivocado»
El directorio de Asieme señala que el procedimiento para la licitación de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos fue equivocado y que si se mantiene la adjudicación actual a la brasileña OAS, el Poder Legislativo no aprobará un contrato que no garantiza «el respeto de los intereses del Estado».
Agrega que lo ideal es que la licitación cuente con un decreto supremo específico en el que puedan insertarse las recomendaciones y garantías de transparencia y legitimidad.
Asieme indica que para evitar que la responsabilidad del contratista sea diluida en el período de construcción y en el de post construcción la obra debe ser licitada en su totalidad, evitando así corresponsabilidad de la ABC.
Además exigen que la Administradora Boliviana de Carreteras tenga definidas las franjas de precios por kilómetro de carreteras, en función de la topografía, tipo de financiamiento y tipo de contrato.