!NO al proyecto del MAS!

Susana Seleme Antelo en Semanario 1

Debemos votar NO en el referéndum aprobatorio del próximo 25 de enero, quienes creemos en la democracia para bolivianos y bolivianas, y no para el gusto de izquierdosos de la comunidad internacional, ya que el presidente dice que “afuera ven con admiración lo que pasa en Bolivia” por los “acuerdos alcanzados” para aprobar el proyecto de constitución. Claro, si no es por ellos que lo vayamos a rechazar, sino por quienes aquí la sufriremos si se aprueba, como pretenden el MAS y sus hombres, ‘arrasando’.



El colmo del cinismo de Evo Morales es decir que “en aras de la unidad nacional tuve que sentarme a dialogar con sediciosos, genocidas y subversivos del oriente boliviano”, dictando sentencia sobre actos no comprobados y producto del ensimismamiento al que lo ha llevado el ejercicio del poder. Si tanta admiración se causa él mismo, porque en realidad de eso pecan el presidente y sus afines, tendremos que recordarles que merced a la siembra de odios, venganzas, rencores, pasando facturas al pasado a diestra y siniestra, han fracturado un tejido social construido en años y que tomará muchos más en reconstruirlo.

Así es como han desnudado, a su vez, la torpeza y nulo manejo de la figura del Estado y el concepto de Nación. Por eso hay que recordarles un par de cosas que nunca las tuvieron en cuenta en la práctica sindical, civil y políticas, y menos en el manejo en la gestión de Gobierno, porque ‘tan izquierdistas y socialistas’ que se dicen, ignoran con alevosía vergonzosa que lo concreto, es decir la realidad es síntesis de múltiples determinaciones, unidad de lo diverso, Carlos Marx dixit. Una prueba es la intención de imponer en todo el país una ‘educación única’, sin tomar en cuenta las diferencias y la diversidad de la realidad.

Y por eso vamos por el NO, porque el texto constitucional del MAS aprobado con la solícita ayuda de la oposición política en el Congreso, reuniones clandestinas y ‘compromisos’ mediante, es una afrenta a la democracia, como todo lo hecho por el MAS, Morales y sus hombres en el gobierno, desde que asumieron la irresponsabilidad de dirigir los destinos del país.

Vamos por el NO por principio y apego a los valores de la democracia, que será siempre perfectible. Es decir, la democracia como libertad individual, la democracia como igualdad y libertad políticas, la democracia como igualdad social y étnica, la democracia como oportunidad y libertad económicas. Ninguno de esos valores son respetados en el texto de marras, ya que lo plurinacional-comunitario-indígena-originario-campesino tiene preeminencia sin miramiento alguno sobre lo individual, mestizo e intercultural. Se da prioridad al “poder social” de sus milicias-movimientos sociales sobre los derechos y las garantías de las demás personas. Entre otras razones, por eso, ¡vamos por el NO!

NO al proyecto del MAS, porque es antidemocrático desde que empezó a pergeñarse, antes de las elecciones de diciembre de 2005, en las que ganaron arropados por una democracia de la que se sirvieron, sin creer en ella como sistema político, pero que les jugó limpio desde la pluralidad político-partidaria y la conducción-conclusión del proceso electoral. Ya entonces tenían claro los pasos a seguir y cómo seguirlos, y hoy se confirman con el regalo que le ha hecho el Vice al Presidente: el libro El arte de la guerra de Sun Tzu, escrito hacia el año 500 antes de Cristo.

Para Tzu el arte de la guerra “se basa en el engaño, por eso debes fingir que eres inepto cuando seas capaz” y al enemigo hay que “atraerlo con señuelos, ofrécele pequeñas victorias para luego atacarlo por sorpresa”. ¿No es eso acaso lo que han hecho el MAS y sus hombres, desde la convocatoria a la Asamblea Constituyente, con la violación a los 2/3 de votos para la aprobación de una nueva Constitución, la sarta de ilegalidades y actos reñidos con el estado de derecho, muertos, heridos y contusos de los que están teñidos casi todos sus actos hasta hoy?

Que el presidente lea o no lea el libro de Sun Tzu, importa poco, pero le ha dado ocasión el Vice para mostrarse, una vez más, en el papel de jacobino radical, se cree el ‘Robespiere andino’ y por ahí se asume también como bolchevique y/o guerrillero. Claro que a falta de proletariado, se convierte en paladín indigenista, populista y demagogo.

Con careta de demócratas pero con métodos stalinistas en el ejercicio del poder -las purgas y la propaganda políticas para aniquilar al adversario- los masistas y ONGs embaucaron al mundo, organismos y gobiernos internacionales y a no pocos compatriotas, siguiendo arteramente una de las lecciones de Sun Tzu: el engaño.

¡Por eso, vamos por el NO!

Seleme se juega a fondo por el ¡NO! sin concesiones, en esta etapa en la que las campañas aprobatoria / reprobatoria del Proyecto de Nueva Constitución están ya en cancha electoral. Y lo hace desde un análisis que toca los múltiples aspectos de la totalidad que es Bolivia, síntesis de múltiples determinaciones, en su criterio, y no el miope concepto de realidad que tienen el MAS y su gente. El ¡Vamos por el NO! de la autora tiene mucho ‘pienso’, pero también mucha pasión.

Un NO consciente -militantemente demócrata- en el próximo referéndum constitucional impedirá que el gobierno masista siga utilizando lo ‘indígena popular’ como un arma para el engaño. El MAS no se compadece de la manipulación a la que somete la merecida reivindicación histórica de los pueblos indígenas, convertidos hoy en milicias campesinas armadas para amedrentar, cercar, bloquear e imponer los designios de sus ‘mandamases’, mestizos pequeño burgueses la gran mayoría.

Vamos por el NO porque el proyecto masista desnaturaliza el Estado Social y Democrático de Derecho bajo el impulso irresistible de imponer la concepción hegemónica de poder y reproducción del poder. Por eso potencia el “presidencialismo” y opta por la reelección, otorgándole al Presidente facultades para hacer y deshacer sin cortapisas en los 4 poderes del Estado, pues además del Legislativo, Ejecutivo y Judicial, se crea el “Poder Electoral” también a merced del usufructuado concepto indígena-campesino.

Hoy estamos en manos de un gobierno cocalero militar, que contamina las Fuerzas Armadas, la Policía y todo lo constitutivo a la (des)institucionalidad del Estado. Vamos por el NO, para impedir que el Gobierno obtenga una mayoría tramposa como la del revocatorio, cuyas irregularidades denunciadas, ya están confirmadas, apenas tras la revisión del padrón electoral y eso que faltan las auditorias al Registro Civil y a Identificación de la Policía Nacional. Entre otras razones, por eso vamos por el NO.

NO al proyecto del MAS, no sólo porque la autonomía hoy incluida en ese proyecto constitucional, nada tiene que ver la demanda autonómica, votada y refrendada en al menos 4 actos electorales y en 4 Departamentos. Esa concesión autonómica es otro engaño, porque como dice Juan Carlos Urenda, nos dan “una casa sin muebles” pues las competencias legislativas de un autonomía real, están archivadas en la miopía centralista andina y el proyecto masista de Constitución del MAS. Su gente, las clases dominantes y las elites de occidente nunca quisieron ver las autonomías como parte del cambio necesario para establecer una nueva relación entre territorio, poder y población, fiel al respeto de la diversidad y las diferencias. Solo vieron el peligro de ‘compartir’ poder político.

Ir por el NO significará rescatar a Bolivia de la impostura del ‘odio a la riqueza’ y a la acumulación que pregonan Morales y sus hombres, cuando en los hechos viven fascinados con el consumo. Lo que están haciendo para seguir ‘consumiendo’, es expandir la corrupción grande, mediana y chica sin medida ni clemencia y a todo nivel.

Vamos por el NO para impedir que el sistema productivo agropecuario, el manejo sostenible y renovable de los bosques y la seguridad alimentaria se hundan irremisiblemente en el comunitarismo sin futuro comercial competitivo. Votemos NO para que el asilamiento comercial, exportador e integrador con el resto del mundo dejen de ser el pan de cada día que comemos hoy. Vamos por el NO para frenar la escalada de ineficiencia en la gestión y administración públicas que, sumadas a la crisis global que ya llegó, generará más desempleo, menos oportunidades económicas, sociales y más, mucha más pobreza, como ya lo anunciaron portavoces del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Votaré NO porque, aunque el susodicho proyecto obliga, sin atenuantes, a la aplicación del Art. 266 del Código Penal, es decir el aborto terapéutico en casos “de delito de violación, rapto no seguido de matrimonio, estupro o incesto”, es una constitución machista, como el propio presidente Morales, fiel a la cultura patriarcal en la que las mujeres ‘deben ser y seguir siendo’ para los demás y no para nosotras mismas.

Vamos por el NO porque a pesar de que el criminal-ilegal estadio de sitio en Pando se levantará el próximo 23 de noviembre, el prefecto Leopoldo Fernández seguirá detenido y confinado en San Pedro, y aun no sabemos la suerte que correrán los demás confinados, contraviniendo y violando todos los pasos jurídicos procesales que le asisten a un ciudadano, sobre la base de que mientras no se demuestre lo contrario, ese ciudadano es inocente.

Nuestro NO debe poner freno al MAS y sus hombres para que dejen de cometer más abusos y escarnios a la convivencia democrática y plural, y para que dejemos de ser cómplices impotentes de la mascarada demócrata masista. Por eso, ¡vamos por el NO!