Obama 08: la campaña de la Internet para la Internet

El Deber. Ramón Freixa.

Sin lugar a dudas, uno de los grandes aciertos de la campaña de Obama fue apostar ‘full’ a la Internet. Recuerdo cuando hice este envite a un candidato español hace cinco años: casi me mata. Pero luego, a regañadientes, cedió.



No contratamos a Chris Hughes, uno de los tres compañeros de habitación en Harvard que inventaron Facebook hace cuatro años y que ha sido el ‘factotum’ de la campaña en la red; contratamos a uno de los mejores diseñadores de web, Miguel Ripoll’, gran ‘gurú del diseño net’ que ya se destacaba por aquel entonces y se había afincado en Londres.

Ésta fue la primera incursión seria del marketing electoral español en este terreno; fuimos unos visionarios, pero el único defecto fue adelantarnos.

Obama ha sabido estar en el sitio oportuno en el momento oportuno; ésta, la de 2008 en EEUU, era “la campaña de la Internet para la Internet” y así lo comprendió el equipo comandado por David Axelrod, jefe de campaña de aquél, que ha sabido aprovechar todo lo que esta herramienta ofrece, desde los ‘longtails’ para recaudar fondos, los YouTube para su himno de guerra ‘Yes, we can’, hasta su súper web para tejer, sembrar y almacenar una inmensa base de datos al estilo de las redes sociales. Y todo ello aderezado con un fascinante y adaptable ‘branding’.

Leo en The Boston Globe que cuando el ciudadano George Goodburn, de Arlington, recibió un correo electrónico hace 12 días en el que se anunciaba un encuentro con el equipo de campaña de Barack Obama para la siguiente noche en la cercana Columbus, estaba preparado y listo para salir. Pero al llegar al auditorio del sindicato de plomeros, Goodburn quedó asombrado: “Llegaron 500 personas a quienes se les avisó con 24 horas de anticipación”, indicó. “Fue increíble”.

Esta campaña ha llevado el uso de la Internet a otro nivel, al permitir que grandes masas de voluntarios se comuniquen y organicen a través de su propio sitio de redes sociales: My.barackobama.com. Ahí estuvo la madre del cordero, con la Internet se hicieron las viejas tareas de un proceso electoral. Luego todo fue coser y cantar, y sumar, sumar y sumar. Consiguiendo un auténtico ejército, estaba esperando para cumplir sus órdenes.

En el otro lado estaba todo un equipo trasnochado que apostaba por lo tradicional de las campañas de siempre, con los mismos recursos de sindicatos y funcionarios elegidos, correo, papeletas, cotillones, cenas de beneficencia, etc.

Valli Frausto, de 50 años y madre de dos hijos, fue una de las primeras en abrir una cuenta en MyBO cuando Obama anunció su candidatura hace 365 días. Según su propio cálculo, en el último año destinó 20 horas a la semana a su trabajo con algunos de los 300 grupos establecidos en Ohio a través de MyBO.

Cuando asistió a su primera reunión con partidarios de Obama de la capital y sus alrededores, hace más o menos un año, llegaron unas 40 personas. Hoy, los grupos que ella misma identifica como de Columbus y lugares cercanos tienen unos 1.700 simpatizantes de Obama.

Así que éste y su equipo creyeron en las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y en la Internet. ¿Cuál ha sido la equivocación de McCain? Quitar importancia a las TIC y al marketing electoral en la red. En Obama se ha plasmado la máxima de ‘todo comunica’ y, sin embargo, McCain creyó que su itinerario era suficiente para garantizar un buen resultado y cometió un soberbio tropezón: el de minimizar a su contrario y, sobre todo, la emergente fuerza de las TIC y la Internet.

* Periodista español, experto en campañas electorales, [email protected]