Megacumbre: Pocos logros y mucha democracia

Editorial El Deber.

Culminó recientemente la primera reunión cumbre de América Latina y el Caribe, realizada en el estado brasileño de Bahía. Fue en verdad una megacumbre, pues abarcó el evento propiamente dicho, al llamado Grupo de Río, al  Mercado Común del Sur (Mercosur) y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur). Asimismo, por primera vez, los países del hemisferio se reunieron sin la presencia de España o de Estados Unidos, algo que conviene resaltar.



Dos aspectos concretos no pudieron cumplirse: no hubo acuerdo para una tarifa externa común en el Mercosur y quedó pendiente la designación  del Secretario General de la Unasur, esto último debido al veto uruguayo hacia el ex presidente argentino Néstor Kirchner.

Novedosa como pudo haber sido esta megacumbre, una vez más predominó la retórica sobre la realidad. Inclusive se llegó a extremos rayanos con  la demagogia en el caso del presidente Evo Morales y las ya acostumbradas intervenciones de su aliado, el venezolano Hugo Chávez. El diario La Nación de Buenos Aires puntualizó en su editorial del pasado 19 que “Acertaron los mandatarios que participaron de la cumbre de América Latina y el Caribe en no dejarse llevar por la absurda e ingenua propuesta de Evo Morales de expulsar de sus países a los embajadores norteamericanos si el nuevo Gobierno de Estados Unidos no levanta el embargo económico sobre Cuba”. Duro el comentario del medio argentino, pero lamentablemente certero. El anfitrión, Luiz Inácio Lula da Silva calmó los ánimos al expresar -en lugar de la insólita propuesta del mandatario boliviano- “que se debe esperar con calma la toma del poder por parte de Obama».

La novedad fue el ingreso de Cuba al Grupo de Río y la incorporación a las reuniones del actual presidente cubano, Raúl Castro, hermano del ex mandatario Fidel Castro, postrado por una larga enfermedad y que lo designó como su reemplazante.

No debe olvidarse que el régimen de La Habana sigue siendo una dictadura, algo que Evo Morales prefiere ignorar. En Cuba no hay elecciones libres ni oposición constituida, dos de los factores esenciales que definen a una democracia. Si bien el Grupo de Río es un simple mecanismo de concertación y consulta, habría que ver cómo y de qué manera se aplica en el caso del ingreso cubano la Carta Democrática Interamericana (CDI) o si se la ha violado. Es materia digna de estudio.

En lo que hace a Bolivia, una vez más el complejo de “vedette” de nuestro presidente nos pone en situaciones incómodas y criticables, aunque la propaganda oficialista se empeñe en presentarlas como “de avanzada”. Lo dicho en Brasil -y repetido aquí en una concentración- no es la mejor manera de reencauzar las relaciones con EEUU, ya de suyo en bajo nivel y con Bolivia como país netamente perdedor en el balance consolidado de dicha relación, pues nos quedamos sin mercados y se nos cierran otras puertas. Todo ello debido a la agresividad contra una superpotencia con la que nadie (por elemental prudencia) quiere llevarse mal en el resto del mundo.

En suma: una  megacumbre novedosa pero inocua, plena de retórica antiestadounidense y con Evo Morales como el número uno en este controvertido campo. En abril de 2009 habrá una Cumbre de las Américas con Estados Unidos como participante. Allí, casi con seguridad, el nuevo presidente Barack Obama será la estrella. Veremos qué pasa hasta entonces. Por ahora, América Latina sigue fallando en la cuota de seriedad internacional que la región precisa con urgencia para generar credibilidad y confianza. Hábilmente, Lula manipuló las cuerdas y se mostró una vez más como el gran equilibrista de la región. A los abrazos con  Castro le siguen (o vinieron antes) los abrazos con Bush. Veremos por cuánto tiempo más el brasileño podrá seguir con esa acrobacia.

Mayor centralismo y ahogo de autonomías

Dominicus

Con la valentía y objetividad que lo caracterizan, don Marcelo Rivero ha estado escribiendo sobre este tema. Una nota editorial de nuestro Diario Mayor también se refirió últimamente a los tentáculos centralistas que cada día aprietan más a Santa Cruz. Ahora me toca el turno de reiterar lo mismo.

El colla (sea moreno, blanco, mestizo, originario o hijo de vikingos) tiene una fuerte raíz centralista metida en la cabeza y que le aflora en todo momento, muchas veces en forma consciente, otras hasta sin darse cuenta. Por su lado, el camba se ha acostumbrado a tener una posición sumisa –casi de aceptación servil– a este centralismo histórico, frente al cual pocos se levantan y se rebelan de verdad. Como ya lo dije hace años, el camba tiene una especie de reflejo condicionado con respecto al centralismo. Lamentable, pero evidente y comprobable.

Tenemos entonces dominio histórico, por un lado, y dominado históricamente, por el otro. A todo esto, el dominado creció y es ahora más grande que el dominador. Incluso ha intentado soltarse de los lazos centralistas y proclamó su autonomía. Todo esto, en lugar de amilanar al centralizador, lo ha hecho más fuerte. El dogal del centralismo ahora se siente en todos los niveles. Desde lo público –y hasta en la última instancia de la actividad privada– se renueva el constrictor abrazo asfixiante del centralismo. Y todo esto ocurre ante el silencio de gran parte de la dirigencia local, que no mueve un dedo, no reacciona ni actúa. Últimamente se trasladaron indiscriminadamente las sedes de varias instituciones copadas por el Estado, tales como un banco y petroleras. Nadie dijo ni ‘pío’. Algunos cambas ingenuos inclusive sirven hasta de correa involuntaria de transmisión de este renovado centralismo.

Tarde o temprano, la antipática e injusta presión centralista terminará por el colapso de su núcleo principal y como resultado del crecimiento incontenible de Santa Cruz. Pero hasta tanto ese colapso se produzca, Gobierno y entidades privadas collas están firmes en su intención de renovar su dominio sobre Santa Cruz, de hacer sentir su peso y su ‘poder’.

Como acá nadie mueve un dedo, el que calla otorga; por tanto, aguanta el yugo sin quejarse. Así andamos de dominados a fines de 2008 y cada vez más lejos de la soñada autonomía…