Presupuesto y gestión municipal

Editorial de El Nuevo Día.

El Municipio de Santa Cruz acaba de aprobar un presupuesto que supera los 1.800 millones de bolivianos, algo así como 257 millones de dólares, una cifra formidable que hace pronosticar -en los papeles- una gestión de esas características.



Se trata del último año del mandato del alcalde Percy Fernández y tal vez de su despedida final de la Alcaldía cruceña, aunque, no se sabe si en broma o en serio, ha anticipado que podría ser candidato nuevamente en las elecciones de diciembre de 2009. Si el planteo va más allá de la jugarreta, no sería nada descabellado, pues no hay que olvidar que Fernández ha sido elegido en cuatro ocasiones y a pesar de que perdió dos elecciones, tal vez se trate de uno de los políticos bolivianos que se ha mantenido en vigencia por mayor tiempo y con un caudal sostenido de votación nada despreciable.

Hay quienes dicen, sin embargo, que ha llegado la hora de la jubilación de Percy y el broche de oro debería ser esta gestión que comenzó a repuntar justo en la mitad, pese a que la inestabilidad política dentro del Municipio ha sido una constante en estos cuatro años. De cualquier forma, nada se puede asegurar hasta que llegue la hora exacta y tal vez todo dependa de la gran cantidad de carne que la Alcaldía ha puesto al asador para el 2009.

Como se afirmaba al principio, el presupuesto 2009 no es sólo frondoso en números sino en proyectos, sobre todo de infraestructura, obras viales, drenaje, ornamentación y modernización del sistema de tráfico. Esta vez, sin embargo, el cemento irá acompañado de una buena asignación para los sectores de salud y educación 83 millones y 110 millones respectivamente. En total, se trata de 369 millones para equipamiento social, parques y jardines.

Es posible que este presupuesto presente algunos contratiempos producto de la caída que se ha anticipado de los ingresos por concepto del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH). La advertencia la hizo el Ministerio de Finanzas y algunos pronósticos hablan de una reducción del 40 por ciento como resultado del derrumbe del precio del petróleo que en unos meses incidirá también en la cotización del gas que exporta Bolivia.

Pese a todo, los hechos demuestran que el tema de la plata no será un problema serio para la Alcaldía, aunque la política seguirá causando fuertes dolores de cabeza y mucho más, cuando se avecine la época electoral. Por el bien de la ciudad y de los proyectos que se han diseñado, se necesita dotar al Municipio de una estructura administrativa sólida y evitar a toda costa la inestabilidad y las improvisaciones. Adversarios, zancadillas y codazos habrá siempre, eso forma parte de la política criolla. Sobre todo, es necesario evitar que las pujas de poder en la que intervienen también los sindicatos, comprometan servicios vitales como la salud.

 

Foto insólita

bajo el penoco

Muchos se sorprendieron por el insólito paseo que se dio hace unos días en Achacachi el empresario cruceño Humberto Roca, presidente de AeroSur, ataviado con el clásico poncho rojo. Pero muy pocos repararon en su acompañante, el viceministro de Justicia, Wilfredo Chávez, también vestido a la usanza de los temibles campesinos aymaras de Omasuyos. La presencia del funcionario es llamativa, después del salvaje linchamiento ocurrido hace un mes en esa localidad y que motivó una suerte de “estado de sitio civil” para impedir que ingresen policías y fiscales a investigar a los responsables de la golpiza de once sospechosos de robo y el asesinato de dos de ellos. Por la fotografía que se difundió, Chávez no parecía nervioso y más bien lucía una sonrisa de visita protocolar. ¿A qué fue a Achacachi? ¿A tratar de aclarar el triste caso de linchamiento o a felicitarlos por la justicia comunitaria?

La frase

“Mis opositores ahora son algunos jerarcas de la Iglesia católica y de la prensa burguesa»

Evo Morales, Presidente de la República.