Editorial de La Razón
Mientras se van informando los resultados oficiales de la Corte Electoral, sería un hecho que, tomando en cuenta la votación urbana de las nueve capitales de departamento, el No ha superado al Sí, aproximadamente, con el 56% de los votos frente al 46% de la opción afirmativa.
Uno de los resultados más sorprendentes del referéndum constituyente del domingo es el triunfo del No en seis de las nueve capitales de departamento, según reportes de encuestadoras que se conocieron el mismo día de la consulta. Y, si bien la importancia de este dato va más allá de los números, lo cierto y evidente es que, de confirmarse, la mayor parte del área urbana del país votó en contra del proyecto de Constitución Política del Estado (CPE) propuesto por el Gobierno.
Es el mensaje que ha lanzado la mayoría de los electores de las ciudades de Sucre, Santa Cruz, Tarija, Cochabamba, Trinidad y Cobija, donde el No a la nueva Carta Magna fue rotundo, así como el Sí lo fue también en el área rural de Bolivia. Ésta es, quizá, la prueba más contundente de la polarización del país.
En el último tiempo se había generalizado la opinión de que los departamentos de la denominada Media Luna pusieron en evidencia su debilitamiento en el referéndum revocatorio del 2008; y algo de verdad —no toda— había en esa presunción. Sobre la base de tal hipótesis, pocos podían esperar que en las principales ciudades de esas regiones emergiera el último domingo un voto opositor significativo, como el que incluso les dio victorias incuestionables sobre la alternativa oficialista.
De ahí la sorpresa que ha causado, tanto en el Gobierno como en la oposición, el adelanto de las victorias del No en gran parte de las áreas urbanas. El que se habría debilitado, en las capitales de departamento, es el MAS, aunque ésas nunca hayan sido su fuerte.
Pero el rechazo al nuevo texto constitucional no se redujo a la Media Luna. En las tres capitales donde ganó el Sí (La Paz, Potosí y Oruro), el voto por el No también es digno de consideración. De ratificarse los datos extraoficiales difundidos el domingo por la red Unitel, sobre la base de una encuesta a boca de urna, en la ciudad de La Paz, por ejemplo, habría ganado el Sí con el 60% de los votos, frente al 40% del No. En el revocatorio, cuando se consultó sobre la continuidad del presidente Evo Morales y del vicepresidente Álvaro García, la alternativa del No obtuvo el 32,8% de respaldo.
Nadie puede asegurar que ambos actos electorales tengan una relación directa, porque la pregunta de la reciente consulta no aludía taxativamente a la gestión del Gobierno; pero tampoco se puede negar que la población votó a favor o en contra de una propuesta oficialista y, por lo tanto, es válida —aunque no concluyente— la comparación de los resultados de uno y otro referéndum.
Mientras se van informando los resultados oficiales de la Corte Nacional Electoral, sería un hecho que, tomando en cuenta la votación urbana de las nueve capitales de departamento, el No ha superado al Sí, aproximadamente, con el 56% de los votos frente al 46% de la opción afirmativa.
Por otra parte, atendiendo también las zonas urbanizadas que no son capitales, el conteo rápido de Ipsos Apoyo Opinión y Mercado para La Razón y ATB dio cuenta de que el Sí ganó en toda el área urbana con 52%. En contrapartida, la misma empresa adelantó que el Sí, en el área rural, logró 82% y el No 18%.
El Gobierno debe leer con detenimiento estos resultados para definir los pasos que dará de aquí en adelante con el fin de aplicar la nueva CPE. Ésta fue aprobada por un mayoritario 60% de la población, pero rechazada por un no menos importante 40%.