Orden presidencial: ganar por las buenas o las malas

image¿Servirá de algo esta medida publicitaria y evitará el fraude oficialista?

El presidente  y los vocales de la Corte Nacional Electoral, depositaron este viernes datos informáticos del Padrón Electoral en las bóvedas del Banco Central de Bolivia (BCB), para garantizar seguridad y transparencia.(Foto ABI).

 



Quien piense que el MAS respetará las reglas del juego democrático en el referéndum constituyente de este domingo es sencillamente un iluso. Esta no fue su norma de conducta en el pasado, no lo es en el presente y no lo será en el futuro y obrando en consecuencia desde el palacio de Gobierno se emitió una instructiva “reservada” dirigida a las “organizaciones sociales”, entidades públicas y mandos militares y policiales.

Entre otras cosas en ella se disponía la asistencia obligatoria de los funcionarios públicos al cierre de campaña por el Si realizado en la plaza Murillo. A los inasistentes se los amenazaba con descuentos y hasta con el despido. Sin embargo, al parecer las amenazas no fueron suficientes y la cantidad reunida la noche de este jueves en la plaza no contentó en lo más mínimo al presidente Evo Morales quien dio un severo jalón de orejas a sus colaboradores y les reprochó “su falta de compromiso”.

Respecto al sector público se debe recordar también que los funcionarios tuvieron que dar un “aporte voluntario” equivalente el diez por ciento de su salario destinado a solventar los gastos de la campaña. Pero los abusos no se detienen ahí. Se instruyó a los dirigentes de “las organizaciones sociales” y a militares y policías impedir la presencia de delegados de los partidos y organizaciones que respalden el No a la constitución masista.

La instructiva es clara. Indica que no se debe reparar en medios para impedir la fiscalización del funcionamiento de las mesas de votación, particularmente en las áreas rurales. Esto, naturalmente implica la amenaza, el chantaje y hasta la agresión física directa. Para ello se dispone de grupos de choque adecuadamente solventados y cuya actividad fue visible en la plaza Murillo donde llegaron a agredir a un expresidente de la República, bajo la mirada complacida y cómplice de los momentáneos ocupantes del palacio de Gobierno.

Se los vio también en Oruro donde agredieron de manera salvaje a mujeres y periodistas con la impunidad que les da ser asalariados del gobierno que ha dispuesto ingentes cantidades de recursos para este fin.

También se ha designado a un grupo de funcionarios de gobierno para que eviten que los veedores internacionales se hagan presentes en las áreas rurales donde se ha montado una maquinita que contempla un rígido control en la votación por parte de los dirigentes. Si por esas cosas de la vida se llega a perder en una de las mesas, el dirigente correspondiente puede despedirse del cargo y a las numerosas ventajas que ello implica.

En suma , el MAS no ha dado muestra alguna de que respetará las reglas del juego democráticas. Por el contrario, el presidente Morales insiste en forma machacona que llegó al palacio de Gobierno para quedarse. En este su empeño poco le importa la voluntad del pueblo a la que alude de manera permanente e hipócrita.