Fuente: Puka Reyes Villa
Para quienes no están al corriente de este asunto, la sigla de referencia corresponde a la Fundación Boliviana para la Democracia Multipartidaria, entidad que alcanzó un innegable prestigio como articuladora de lo que queda del sistema político en Bolivia.
Yo fui parte de su asamblea hasta el ilegal cambio de directorio por el que me entera a través de un comunicado vía internet. Durante la asamblea se consiguió evitar la grosería de encaramar a Santos Ramírez en la Presidencia de la institución; pero el MAS, atropellando todo procedimiento, como acostumbra a hacerlo, forzó su nombramiento entre gallos y media noche.
Ahora la FBDM está presidida por un interdicto, un sospechado, y todo lo obrado bajo su mando es susceptible de observación. Habrá que ver si canalizó recursos para favorecer a su esposa o para su red de corruptos.
Por lo pronto hay que detener la convocatoria a consultorías hecha sobre la hora y reordenar la casa.
Hay tres vías:
La honrosa. Que Santos presente renuncia y deje a la institución en libertad de elegir un presidente legal.
La engorrosa. Que los miembros de la FBDM se reúnan y soliciten a Santos Ramírez su renuncia y, de no ser así se proceda a su destitución con ignominia.
La vergonzosa. Que los financiadores holandeses intervengan la oficina y manden todo al carajo, santos incluidos.
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