Incremento del narcotráfico

image Editorial El Diario.

En el territorio boliviano el narcotráfico aumenta, pese a las tareas de interdicción de las fuerzas antidrogas. En los últimos dos operativos realizados por efectivos de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) en el departamento de Santa Cruz, descubrieron dos fábricas de cristalización de cocaína, una de ellas considerada la más grande que se instaló en el país, pues contaba con tecnología de punta no sólo para la cristalización, sino incluso para la fabricación de los reactivos químicos que se requiere. Se dijo que por día producía 100 kilogramos de clorhidrato de cocaína, los que eran sacados a Brasil y Paraguay por vía aérea, para posteriormente ser enviados a Europa y Estados Unidos. La otra factoría era de menor tamaño, pero también se la utilizaba para la purificación de la cocaína. En los operativos fueron detenidas varias personas, mayormente colombianos, y un argentino, además de algunos bolivianos. Asimismo con otras acciones fueron decomisados varios kilogramos de droga y decenas de toneladas de marihuana, lo que hace que el narcotráfico esté incrementado sus acciones en Bolivia.

Lo más preocupante es que paralelamente el consumo también está creciendo, lo que es de conocimiento de las autoridades, que no le asignan mucha importancia, pese a que entre las víctimas de los narcotraficantes se encuentran niños y adolescentes, a quienes se los está enviando con drogas prohibidas. Existen denuncias acerca de que el narcotráfico utiliza personas adictas a las drogas para que comercialicen al raleo tanto cocaína tanto sulfato base como clorhidrato, al igual que marihuana y otras drogas alucinógenas. No se puede dejar de mencionar que muchos jóvenes, adolescentes y niños recurren a la inhalación de éter, acetona y otros inhalantes, los que son comercializados a plena luz del día. Esto también constituye una demostración de cómo la drogadicción aumenta a medida que pasa el tiempo, lo que tiene que ser una de las principales preocupaciones de los gobernantes.



La ciudadanía está preocupada por el crecimiento de esa actividad en el país, porque las informaciones dan cuenta que en el territorio boliviano están operando mafias de Colombia, Brasil y Paraguay, muchas de ellas formando parte de cárteles del narcotráfico, cuya actividad está dirigida primero al acopio de sulfato base de cocaína y a la purificación del mismo en clorhidrato y su posterior salida al exterior. En el país se incauta centenares de kilogramos de droga, sin embargo es un porcentaje bajo en relación con la cocaína que se procesa en Bolivia, lo que significa que la elaboración de sustancias prohibidas está por encima de los volúmenes de los pasados años. Esto queda demostrado con la aparición de miles de hectáreas de coca ilegal, destinadas a las actividades ilícitas.

El cultivo de marihuana también se ha incrementado, porque se ha descubierto grandes plantaciones en La Paz, Cochabamba y Chuquisaca, aunque no son conocidas las sanciones aplicadas a los propietarios de los terrenos utilizados para la siembra de esa planta. Con frecuencia son descubiertos sembradíos de marihuana, como tambien la incautación de decenas de toneladas o la destrucción de plantaciones. Pero las autoridades, una vez ubicados los cultivos de marihuana, tienen que identificar a los propietarios de los terrenos y someterlos a la acción de la justicia. Si realmente el Gobierno está en contra del narcotráfico tiene que demostrarlo castigando a todos los involucrados en el circuito del narcotráfico, desde los que venden la materia prima y fabricantes hasta los distribuidores minoristas que pululan en puertas de establecimientos educativos, en plazas y calles de las llamadas zonas rojas.

El narcotráfico está en aumento por la expulsión de territorio boliviano de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos, más conocida como DEA (Drug Enforcement Administration), cuya misión era realizar actividades de Inteligencia y de asesoramiento a las fuerzas antidrogas del país. Otra causa es el crecimiento de las plantaciones de coca ilegal. De acuerdo con la Ley 1.008 únicamente deben existir en Bolivia 12 mil hectáreas de coca, el Gobierno propone 20 mil, pero en la realidad existen más de 13 mil hectáreas de hoja excedentaria, la que es destinada al narcotráfico. Esa producción excesiva está creando fricciones entre los cocaleros de La Paz y los de Cochabamba, por los mercados que existen para su comercialización legal, lo mismo que hay peleas entre los cocaleros de los Yungas de La Paz con los de Caranavi. Además el precio de la coca ha bajado precisamente por la gran cantidad que se cultiva en diferentes regiones del territorio nacional, llegando incluso a afectar a los parques nacionales.

Varias poblaciones de La Paz que eran atractivos turísticos se han convertido en centro de acopio y consumo de drogas prohibidas, siendo los más afectados los niños, porque con frecuencia observan peleas entre consumidores. Por ello los habitantes de las poblaciones afectadas deben hacer una cruzada para evitar que el narcotráfico se apodere de ellas. El Gobierno no descarta la presencia de “peces gordos” del narcotráfico en el país y la utilización de grandes sumas de dinero para el acopio de materia prima y sulfato base de cocaína. Pero llama la atención que las autoridades poco hagan contra quienes hacen lavado de narcodólares y aparecen millonarios de la noche a la mañana, que tienen vehículos último modelo y viven en casas por las que pagaron grandes sumas de dinero. Por lo tanto se tiene que hacer un seguimiento e investigación para determinar la procedencia de los recursos de los que disponen.