El MSM rechaza estatutos con fines electoralistas.
Una huelga de hambre en La Paz y El Alto pide que se apruebe una ley electoral equilibrada. Una marcha en Santa Cruz reclamará hoy por la democracia y el domingo se reunirá el Conalde. El oficialismo habla de un golpe.
PRESIÓN EN LA PAZ • Militantes de AS realizan una huelga de hambre en demanda de que se apruebe una ley electoral que garantice transparencia e igualdad de oportunidades.
La Razón
Dos piquetes de huelga de hambre instalados ayer en La Paz y El Alto y una marcha convocada para hoy por el Comité Cívico Pro Santa Cruz, marcan el inicio de una cadena de movilizaciones programadas por la oposición para exigir respeto a la democracia y una elección limpia y transparente en diciembre próximo.
Para el oficialismo, esto podría tratarse de una señal de que se pretende retomar el intento de “golpe cívico prefectural”, concepto con el que caracterizó a las movilizaciones de agosto y septiembre del 2008, cuando cerca de una quincena de personas murieron en distintos enfrentamientos entre bloques afines al Gobierno y a la oposición.
“Esperemos que no sea una continuación del golpe cívico prefectural que ellos han implementado en agosto y septiembre, esperemos que no sea proseguir con la violencia y el enfrentamiento con los bolivianos”, declaró el jefe de bancada del MAS en el Senado, Ricardo Díaz.
En La Paz, en una edificación de la calle Illampu, una decena de militantes de Alianza Social (AS) instaló una huelga de hambre indefinida reclamando elecciones limpias y transparentes. Otros cinco miembros de AS hicieron lo mismo en El Alto.
“Exigimos un nuevo Padrón Electoral, que no hayan ventajas para nadie, que todos vayamos en las mismas condiciones”, señaló el jefe departamental de AS, Amílcar Barral, quien participará este fin de semana en una reunión nacional de su partido para definir la conveniencia de que su jefe nacional, René Joaquino, se sume a la medida de presión.
Mientras, la marcha cruceña, denominada “Por la Democracia, la Justicia y la Producción”, fue convocada para hoy las 15.00 horas en la Plaza del Estudiante y a ella confirmaron su asistencia los 19 sectores que conforman el Comité Cívico Pro Santa Cruz, informó ayer a La Razón su presidente, Luis Núñez. Anticipó que será el inicio de otras movilizaciones en demanda de respeto a la democracia y de elecciones justas.
“Habrá una resistencia sin violencia, hay mecanismos que no se los puede decir, pero va a existir a partir de la próxima semana, no puede ser una guerra anunciada. Lo que vamos a hacer es algo que signifique no permitir que haya un Gobierno centralista que no respeta el Estado de Derecho. Vamos a iniciar otras medidas en la continuidad de nuestras movilizaciones democráticas para que el Gobierno entienda que en Bolivia hay muchos bolivianos que están en disenso”, declaró el dirigente.
En esta misma línea, el domingo se realizará en esa ciudad una reunión ampliada del Consejo Nacional Democrático (Conalde), a la que fueron invitados líderes de todas las regiones del país, según informó el director de Autonomías de la Prefectura de Santa Cruz, Carlos Dabdoub. “No será para elegir candidatos, será en defensa de la democracia”, dijo.
El jefe de Podemos, Jorge Quiroga, pidió al presidente Evo Morales que “no busque el poder a través del fraude, a través del uso y abuso de recursos públicos y la ventaja de ganar diputaciones en mesa”, lo que en su criterio ocurriría de sancionarse el proyecto de Ley de Régimen Electoral aprobado en la Cámara de Diputados.
Algunos senadores de Podemos amenazaron con iniciar una huelga de hambre si eso ocurre.
LAS OBSERVACIONES
Igualdad • La oposición rechaza que los candidatos a diputaciones indígenas tengan que ser avalados por los sindicatos que forman la base del MAS.
Padrón • Exigen un reempadronamiento para diciembre, debido a las dudas que existen sobre la transparencia de ese registro electoral.
Recursos • También reclaman un trato igualitario para el oficialismo y la oposición en el uso de recursos del Estado para hacer campaña electoral.
El MSM rechaza estatutos con fines electoralistas
Posición • Cuestiona el proyecto electoral que aprobó el oficialismo en la Cámara Baja.
A través de su jefe y alcalde de La Paz, Juan del Granado, el principal aliado político del MAS, el Movimiento Sin Miedo, rechazó ayer el proyecto de Ley de Régimen Electoral de Transición aprobado en Diputados, porque observó intereses electoralistas en la convocatoria simultánea a referendos de autonomías y estatutos.
“Nos vamos a oponer terminantemente a cualquier improvisación demagógica. No estamos de acuerdo con estatutos improvisados, no estamos de acuerdo con estatutos elaborados por algunos consultores y, peor, no estamos de acuerdo con que el estatuto sea una carta de campaña electoral”, cuestionó.
El proyecto de ley aprobado en Diputados convoca para el 12 de julio a referendos simultáneos de autonomías y estatutos autonómicos en La Paz, Oruro, Cochabamba, Potosí y Chuquisaca. El senador de Podemos Luis Vásquez advirtió que esto vulnera la Constitución Política del Estado.
Para Del Granado, no es compatible encaminar esta consulta simultánea, tomando en cuenta que, por ejemplo, La Paz se tomará al menos hasta fin de año para elaborar su carta orgánica en su etapa de anteproyecto.
Bajo esta lógica, el referéndum sobre el estatuto autonómico debiera hacerse posterior a la consulta autonómica, fijada para el 12 de julio en el proyecto de ley oficialista que, junto a otro de la oposición, irá a Congreso.
La posición del aliado del MAS fue expresada en un acto en el que se dio inicio, precisamente, al trabajo destinado a diseñar la carta orgánica del municipio. El ministro de Autonomías, Carlos Romero, estuvo presente.
“No se les ocurra, señor ministro, persistir en ese proyecto de ley equivocado”, desafió Del Granado, quien, sin embargo, explicó de inmediato que esta posición no implica que no apoyarán el referéndum autonómico que se piensa encaminar en La Paz.
Romero respondió que no ve incompatibilidad en la convocatoria a las consultas autonómicas, aunque expresó su disposición a discutir y debatir las observaciones de su aliado político.